El PSOE dejará libres los escaños de los ministros menos políticos para que entren nuevas caras

Lo ajustado de las sumas en el Congreso hace que los socialistas no se puedan permitir ni la más mínima baja en las votaciones clave. Que los ministros tengan que supeditar sus jornadas de trabajo al calendario parlamentario resultaba poco operativo. En la pasada legislatura, de hecho, ya se optó por evitarlo.

Esta vez, sin embargo, la norma de no compatibilizar cargos se cumplirá a medias. El secretario de Organización, José Luis Ábalos, era partidario de mantener también cierta visibilidad de los ministros también en la Cámara baja, entre otras cosas, porque Unidas Podemos no tenía intención de hacer renunciar a los suyos. Finalmente, tanto él como las ministras más políticas, la vicepresidenta Carmen Calvo y la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, recientemente incorporada a la Comisión Ejecutiva Permanente del PSOE, mantendrán sus actas.

Los independendientes, los que tienen perfiles más técnicos u ocupan ministerios con carácter más sectorial como Reyes Maroto, Teresa Ribera, Pedro Duque, Luis Planas, Isabel Celaá, Fernando Grande-Marlaksa o Margarita Robles, en cambio, se liberarán de acudir al pleno para votar leyes o iniciativas trascendentes.

En los territorios la idea se ve con buenos ojos porque, al correr las listas, permitirá que entren en el Congreso nuevas caras o figuras que quedaron relegadas por la estrategia electoral del presidente del Gobierno.