Prisión para la yihadista que amenazó con algo peor que el 11-M

Soukaina Aboudrar, de 20 años, arrestada en diciembre de 2015 en Pájara (Fuerteventura), y Marouan Ben Nacer, vecino de Mataró (Barcelona), de 33 años, han aceptado un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal de 3 años de prisión más 1 y 2 años de libertad vigilada, respectivamente, en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional.

La fiscal ha propuesto una rebaja de la pena desde los 7 años que pedía inicialmente, y los acusados se han mostrado de acuerdo con ella, tras lo que el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, ha dictado "in voce" la sentencia, que ya es firme.

Ambos realizaban labores de propaganda, adoctrinamiento y captación de militantes para el Estado Islámico en España, para lo cual habrían creado un entramado en Twitter y Facebook con la finalidad de publicitar las acciones del Dáesh entre jóvenes musulmanes para adherirlos a su causa.

"El juego no ha hecho más que empezar" o "quizás en España no habéis escuchado sobre ataques yihadistas desde los ataques en los trenes (...), pero os juramos por Allah que dentro de poco tendréis miedo hasta de pasear solos" son un compendio de la docena de tuits que Soukaina escribió en el undécimo aniversario del 11-M.

Aunque previamente escribió lo siguiente: "Felicitamos a los españoles el aniversario del 11 de marzo y les damos la buena noticia de que lo que viene será más amargo".

Tanto Soukaina Aboudrar como Marouan Ben Nacer amenazaban a través de las redes sociales a países como Francia, España o Estados Unidos, pero también a los soldados de la coalición internacional de Siria e Irak, e incluso, autoridades como el rey de Marruecos o contra los seguidores de otras religiones, especialmente contra los cristianos.

De hecho, un mensaje de Ben Nacer, que se identificaba habitualmente como lobo solitario, se hizo eco de las órdenes del Estado Islámico para la campaña de asesinatos contra los cristianos ofreciendo múltiples variantes: "Con una bala, con una piedra en la cabeza, cortándole el cuello con un cuchillo, atropellándolo con un coche, asfixiándolo o poniéndole veneno en la comida".

Sobre el rey Mohamed VI escribió: "Cortaremos la cabeza del rey infiel. Lo prometo", y sobre EE.UU. publicó un fotomontaje del capitolio de destruido que decía: "Ya vamos con el permiso de Alah".

Su actividad propagandística, según indicaba el Ministerio Público en su escrito de acusación, revelaba "un alto grado de sadismo" sin "ningún signo de humanidad", como así queda acreditado cuando envía un link a otro usuario sobre ejecuciones de espías en el Estado Islámico: "Disfruta y buena diversión".

Llegó además a publicar en Twitter instrucciones para una "correcta" decapitación en tres pasos bajo el título, "Forma de decapitación halal. Estado del califato islámico", y que concluía deseando "una decapitación feliz", junto con un "dibujo de sonrisa".

No menos "sádica y cruel" fue la actuación de Soukaina, quien al margen de su actuación sobre el 11-M, trató de adoctrinar a su hermana de 4 años con canciones y poesías, una de ellas titulada "Mamá, me voy a la yihad".

Con la etiqueta @Califatoandaluz, gran parte de su propaganda se centró en España, con abundantes menciones a recuperar Ceuta, Melilla y Al Andalus, así como amenazas por las detenciones de yihadistas: "Ay de vosotros los del crucifijo. Juro por Allah que nos vengaremos", fue su respuesta al arresto de siete de ellos.

Se alegró por la muerte de españoles en atentados como el de Túnez e incitó a la comisión de atentados en nuestro país, para lo cual ella misma se postuló: "Cura nuestros pechos con un explosivo con el que se asen las carnes de los soldados de los tiranos".