Los presos ponen fin a la huelga de hambre

De hecho, la huelga de hambre causó malestar en las filas republicanas, en la medida en que se entendía como una maniobra para intentar restar protagonismo a Oriol Junqueras, que es quien se ha erigido en el principal perjudicado por la causa contra el 1-O al afrontar la pena mayor en el juicio (25 años). «Hoy podemos decir con satisfacción que gracias a esta fortaleza colectiva hemos dado un paso importante en la restitución de nuestros derechos», afirmaron ayer los presos en un comunicado.

Tras poner fin al ayuno, su médico personal, Jauma Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, anunció su traslado al hospital penitenciario de Terrassa, donde seguirán, según mandan los protocolos, un proceso de realimentación. «Después de una huelga de hambre muy prolongada toca un control y una monitorización intensos a nivel hospitalario para asegurar la ingesta sin problemas», señaló Padrós.

La decisión de poner fin a la protesta se produjo un día después de que el actual presidente de la Generalitat y sus antecesores, además de los expresidentes del Parlament, les instaran el miércoles en un manifiesto conjunto a dar por concluida la huelga.

«Compartimos el criterio de que la huelga de hambre ha dado visibilidad a nuestra situación procesal, así como la constatación de que el Tribunal Constitucional ya ha puesto calendario a la resolución de los recursos de amparo interpuestos», apuntaron los cuatro presos neconvergentes en un comunicado conjunto para justificar el fin de la iniciativa.

«La huelga de hambre nos ha hecho más fuertes como personas, y también creemos que como pueblo, para encarar los próximos tiempos», añadieron. Unos meses que vendrán marcados, señalaron, por el juicio y las sentencias del juicio del 1-O.