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José Luis Ábalos, Adriana Lastra y Gabriel Rufián. efe

El PSOE amarra la negociación con ERC tras admitir un «conflicto político» en Cataluña

Los dos partidos constatan en sendos comunicados su voluntad de diálogo y se emplazan de nuevo para el 3 de diciembre | Los socialistas ya asumen que harán falta más encuentros y no descartan desplazarse a Barcelona

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Jueves, 28 de noviembre 2019, 11:19

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No hay todavía un acuerdo para la investidura y Esquerra Republicana de Catalunya salió este jueves de la reunión en la que, durante casi dos horas y media se sentó frente a frente con el PSOE, aún anclada en su 'no' a Pedro Sánchez, pero ambos partidos emitieron poco antes de las nueve de la noche sendos comunicados en los que aseguran que, pese a sus diferencias, existe una voluntad compartida de diálogo. El próximo 3 de diciembre, a las cinco de la tarde, justo después de que se haya constituido el nuevo Congreso de los Diputados, los equipos negociadores encabezados por Adriana Lastra y Gabriel Rufián volverán a verse las caras para seguir limando asperezas.

Los socialistas se mostraron relativamente satisfechos. Según aseguran fuentes del PSOE, durante todo el miércoles Esquerra les había hecho llegar que no tratarían de ponerlos en una «situación imposible», pese a que su posición -con su rivales de JxCAT y la CUP mirando de reojo y las propias bases del partido atentas a que no haya renuncias significativas- tampoco es sencilla. Aunque el lunes obtuvieron el aval de la militancia a su estrategia negociadora, gracias a una consulta en la que se planteó una pregunta deliberadamente ambigua, la dirección de los republicanos se las tiene que volver a ver con los suyos en el congreso que celebrará el próximo 21 de diciembre.

De momento, los secesionistas pueden presumir de haber logrado que el PSOE hable de la existencia de un «conflicto político» en Cataluña, un cambio semántico notable respecto al mensaje de campaña de Pedro Sánchez que, durante prácticamente dos meses, repitió una y otra vez que lo que había en esa comunidad autónoma era un «problema de convivencia».

El presidente del Gobierno en funciones ya viró y empleó esas mismas palabras en la única comparecencia pública con preguntas a la que se ha sometido desde las elecciones del 10 de noviembre y tras firmar el acuerdo exprés para un Gobierno de coalición con Podemos. Pero ahora los términos están negro sobre blanco, en un lenguaje muy similar al que se empleó en el acuerdo de Pedralbes del 20 de diciembre de 2018; precisamente, el marco al que exige volver Esquerra.

Diagnóstico distinto

Ese es, con todo, el único avance del que ambas partes dieron hoy cuenta públicamente. No hubo ruedas de prensa tras la cita, que comenzó en la Cámara baja a las 17:00 horas y concluyó pasadas las 19:15, solo las mencionadas notas que llevó casi dos horas redactar. Pero fuentes del PSOE apuntan a que la gran noticia es que, al menos, se ha conseguido ganar tiempo, para seguir negociando, a pesar de que, como subraya Esquerra en su texto, «los diagnósticos de las partes no son coincidentes».

Los independentistas insisten en demandar una mesa de «diálogo» entre Gobiernos, «sin apriorismos ni temas vetados» (es decir, en la que puedan hablar de un referéndum y de la amnistía de los políticos presos por secesión) y con un calendario y «garantías de cumplimiento». El PSOE ha lanzado en los últimos días el mensaje de que no hablará de un derecho de autodeterminación que «no existe» ni contempla más cónclave entre Gobiernos que el que fija el Estatuto de autonomía para resolver problemas relativos al día a día de la Administración. Pero en su comunicado obvia esta cuestión.

Vídeo. El diputado de Esquerra, Gabriel Rufián, evita las valoraciones sobre la reunión con el PSOE.

La gran diferencia entre los escritos de una y otra fuerza, además, reside en que mientras Esquerra se ciñe exclusivamente a la cuestión del estatus jurídico de Cataluña, los socialistas amplían el foco y, si bien hablan de «encauzar el conflicto político en Cataluña desde el diálogo y el entendimiento institucional», una frase poco precisa, también subrayan que existen con la formación catalana «puntos de encuentro» en asuntos relativos a una «agenda de derechos sociales», a la «recuperación de derechos civiles y laborales cercenados por los gobiernos del Partido Popular» o al la situación industrial enCataluña y en el conjunto de España, «en particular el sector de la automoción».

En privado, los de Sánchez no cantan victoria porque saben que aún queda camino por andar. De hecho, ya asumen que la del día 3 no será tampoco la reunión definitiva y no descartan desplazarse a Barcelona, como gesto político, para celebrar el siguiente encuentro. Pero hoy reivindicaron que la cita -en la que por parte de ERC participaron también la secretaria general adjunta, Marta Vilalta y el presidente del Consell Nacional, Josep María Jové y, por la del PSOE, el secretario de Organización, José Luis Ábalos y su homólogo en el PSC, Salvador Illa- es «un primer paso para sacar al país de la situación de bloqueo».

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