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Marlaska pide «volver a la cordura» para zanjar la crisis en la Guardia Civil

El ministro del Interior reivindica en el Senado la «pasión por España» del Gobierno para rebajar la tensión con la cúpula del instituto armado

MATEO BALÍN

MADRID.

Sábado, 30 de mayo 2020, 00:02

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En plena resaca de la crisis en la cúpula de la Guardia Civil tras el fulminante cese el pasado lunes del coronel Diego Pérez de los Cobos, jefe de la Comandancia de Madrid, a cuyo departamento está adscrita la unidad judicial que investiga la causa del 8-M, Fernando Grande-Marlaska compareció ayer en el Senado para tratar de zanjar de una vez este polémico episodio, que ha desgastado al Gobierno y la imagen del instituto armado.

El ministro del Interior estaba citado en la Cámara Alta para detallar los desafios de su departamento en los próximos meses, pero en el ambiente solo se respiraba la cadena de acontecimientos que se han producido tras la abrupta salida de Pérez de los Cobos, quien fuera coordinador del dispositivo policial del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. Como ya hiciera el pasado martes en una inesperada comparecencia en la Moncloa, Grande-Marlaska pasó de puntillas sobre las razones que acompañaron al cese del popular coronel, nuevo mártir nacional de la oposición, y la consiguiente dimisión del número dos del cuerpo, el teniente general Laurentino Ceña, o la decisión de apartar este miércoles a su número tres, el también teniente general Fernando Santafé.

El martes el ministro se ciñó al «nuevo impulso» que quiere poner en marcha con la remodelación de la cúpula de la Guardia Civil, que comenzó en enero con la salida del exdirector general Féliz Azón pero que la crisis sanitaria aplazó. Y ayer pidió «volver a la cordura» al sostener, en medio de las acusaciones de injerencia en la causa de la manifestación del 8 de marzo, que él «no pretende polemizar con nadie», ni siquiera con una oposición que se ha lanzado en bloque en contra de su continuidad en el ministerio.

El juez de la Audiencia Nacional, en la actualidad en excedencia, tiró de clásicos en su intervención inicial para reivindicar el carácter nacional y plural del Gobierno de coalición. Para ello, citó al histórico dirigente socialista Indalecio Prieto y dijo que el Ejecutivo está guiado por la «pasión por España». «Creo que si algo define a PSOE, a Unidas Podemos, a todos quienes integramos este Gobierno, es esa idea de nuestra pasión por España y los españoles. Pasión por sus lenguas, pasión por sus culturas, pasión por su igualdad», señaló en la Comisión de Interior del Senado, donde presentó las líneas generales de su departamento.

Causa por presunto acoso

Grande-Marlaska defendió la gestión de la crisis sanitaria y puso en valor la intervención del ministerio para prevenir el contagio entre las Fuerzas y Cuerpos y Seguridad del Estado e Instituciones Penitenciarias, entre otras áreas. Cifró la entrega de 10,2 millones de mascarillas o la realización de 80.750 test. Y, como ya hiciera en el Congreso en abril, prometió la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada por el PP en 2015 y su sustitución por otra normativa que incluya «un mejor marco de certidumbre para actuar».

Pero lejos de poner fin a esta tensión en la cúpula de la Benemérita, un nuevo frente podría abrirse en Interior con el nombramiento del nuevo número tres de la Guardia Civil, el general Féliz Blázquez. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el Consejo del Instituto Armado, cuestionó ayer la elección del mando operativo porque, en la actualidad, tiene una causa abierta por supuesto acoso laboral durante su etapa en el País Vasco. El colectivo detalló que se encuentra sometido a un procedimiento militar derivado de una denuncia contra la integridad moral y prevaricación administrativa contra un agente destinado en el puesto alavés de Llodio.

Los hechos ocurrieron en 2015 tras un informe pericial realizado por un teniente coronel, doctor en psiquiatría, en el que apuntaba que «desde su llegada se han producido una serie de problemas» debido a que fue expedientado en tres ocasiones por unos motivos que «pudiera ser constitutivo de un presunto acoso laboral». El caso lo instruye el Juzgado Togado Central número uno de Madrid y Blázquez, según AUGC, deberá declarar como denunciado junto a dos comandantes, un capitán, un teniente y un cabo.

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