Borrar
Iglesias y Urkullu, ayer, antes de la reunión que mantuvieron en la Presidencia del Gobierno vasco. :: efe
Iglesias y Urkullu abogan por «cuidar» la mayoría de Sánchez y blindar la legislatura

Iglesias y Urkullu abogan por «cuidar» la mayoría de Sánchez y blindar la legislatura

El lehendakari recibe en Vitoria al líder de Podemos en un encuentro inédito para intentar desatascar los Presupuestos

DAVID GUADILLA

VITORIA.

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con un inédito encuentro que se prolongó algo menos de dos horas, Iñigo Urkullu y Pablo Iglesias escenificaron ayer en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco su sintonía sobre cómo abordar la negociación para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Con el apoyo de Podemos asegurado y el del PNV muy cercano si Pedro Sánchez cumple los compromisos adquiridos, tanto el lehendakari como el líder de la formación morada han compartido la necesidad de blindar la legislatura y trabajar para sacar adelante las cuentas públicas. O lo que es lo mismo, buscar los apoyos de los soberanistas catalanes. El máximo responsable de Podemos recalcó que «hay que cuidar la mayoría» que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa para evitar un «giro autoritario y recentralizador», en alusión a una posible victoria del PP y Ciudadanos en caso de adelanto electoral.

Fue un cara a cara sobre todo simbólico. Su primera entrevista cuatro años después de que Iglesias fuese nombrado secretario general de Podemos. Una tardanza en la que tiene mucho que ver las malas relaciones en el País Vasco entre los nacionalistas y el partido morado. No hubo acuerdos concretos, ni grandes ni pequeños, pero sí la demostración de que hay un objetivo por el que ambos, más allá de sus evidentes discrepancias, quieren trabajar de forma conjunta.

La importancia del encuentro llegaba, además, por el momento elegido. El líder de Podemos ha asumido durante los últimos días un papel relevante a la hora de buscar apoyos para que salgan adelante las cuentas públicas de 2019 tras comparecer de forma conjunta con Pedro Sánchez en La Moncloa hace dos semanas.

Fue la primera reunión de ambos desde que Iglesias fue elegido líder de su partido hace cuatro años

La clave sigue estando en los soberanistas catalanes, tanto Esquerra como el PDeCAT, que condicionan cualquier respaldo presupuestario a un gesto del Gobierno con los presos soberanistas. Iglesias se entrevistó en la cárcel de Lledoners con Oriol Junqueras y el domingo conversó por teléfono con Carles Puigdemont. A día de hoy, esos movimientos no han fructificado en nada positivo, pero Iglesias confió ayer en que el lehendakari «siempre podrá jugar un papel muy útil de cara al diálogo» porque ambos comparten la necesidad de «dar los pasos necesarios para acabar con la excepcionalidad», en alusión a los dirigentes independendentistas encarcelados.

Iglesias, que fue el único en hablar con los medios de comunicación, apeló de forma constante en la necesidad de buscar «espacios de diálogo» y aludió a una frase que el lehendakari había comentado durante la reunión. «Seguramente los acuerdos a los que haya que llegar sean insatisfactorios para todo el mundo. Esta frase demuestra mucha madurez política. Revela que en política todos tenemos que ceder si queremos buscar un acuerdo», afirmó Iglesias.

El líder de Podemos no aclaró en qué términos deben moverse esas conversaciones, pero sí insistió en la necesidad de «cuidar la mayoría que hizo posible la moción de censura y desalojar al PP del Gobierno». Eso conlleva un «diálogo sin exclusiones» porque, de esta forma, «los acuerdos serán posibles, también el de Presupuestos».

Sin tensar la cuerda

La apelación tiene doble sentido. Uno para el Gobierno socialista, para que tenga un gesto con los líderes independentistas presos para intentar favorecer al menos el fin de la prisión provisional y de esta forma lograr que los soberanistas catalanes avalen los Presupuestos. Pero también para los propios dirigentes del PDeCAT y Esquerra Republicana, para que no tensen la cuerda, acaben debilitando a Sánchez y provoquen la llegada a La Moncloa del PP o Ciudadanos.

Aunque Urkullu no compareció tras la reunión, desde la Presidencia del Gobierno vasco se recalcó que el lehendakari también «valora positivamente la apuesta por la estabilidad presupuestaria». El jefe del Ejecutivo de Vitoria se refería a la situación en el Congreso, pero el mensaje también tiene un trasfondo vasco. Porque al igual que Sánchez, Urkullu no tiene asegurados los apoyos parlamentarios para sus Presupuestos y la posición, a día de hoy, de Elkarrekin Podemos es muy crítica.

Iglesias se esforzó en separar ambos ámbitos de negociación. «No son moneda de cambio. Lo que decida Elkarrekin Podemos les corresponde a ellos», sentenció Iglesias, quien recalcó que también intercedió ante Urkullu sobre la situación de los históricos astilleros de La Naval y la apuesta por un modelo confederal para España.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios