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El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, interviene en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados el pasado 25 de noviembre. Eduardo Parra/ Europa Press
Esquerra amenaza al Gobierno con retirarle todo apoyo si no hay cuotas para Netflix

Esquerra amenaza al Gobierno con retirarle todo apoyo si no hay cuotas para Netflix

Rufián rechaza el argumento de que la directiva europea lo impide y acusa al PSOE de plegarse a intereses económicos

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Martes, 30 de noviembre 2021, 18:32

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La ley audiovisual ha abierto una crisis de calado en la relación que mantienen el Gobierno y quien, hasta ahora, ha sido uno de sus pilares fundamentales. Esquerra Republicana de Catalunya amenazó este martes con retirar todo apoyo a la coalición de PSOE y Podemos si finalmente plataformas internacionales como Netflix, Amazon o HBO quedan eximidas de la obligatoriedad de ofertar en catalán, euskera o gallego un 6% de su contenido.

El Ejecutivo ya advirtió el pasado viernes, por boca del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, de que la directiva europea en la materia impide que a aquellas empresas de la industria audiovisual cuya sede no esté radicada en España, se les aplique la normativa nacional. Es el llamado «principio de país de origen». La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, insistió este martes en ese impedimento y apuntó a los incentivos fiscales como única vía para intentar que esos grandes operadores se impliquen en el uso de las lenguas cooficiales.

La advertencia llegó el mismo día en el que el Consejo de Ministros dio luz verde al proyecto de ley con el que aspira a convertir a España en un 'hub' internacional para la producción audiovisual y apenas una semana después de que los independentistas catalanes anunciaran a bombo y platillo su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado tras una dura y larga negociación sobre las cuotas lingüísticas.

«La lengua es sagrada y tocarnos las narices con esto es mal negocio», avisa el portavoz republicano en el Congreso

Fuentes del Ejecutivo aseguran que ERC era perfectamente conocedora de los condicionantes que afectaban a la norma cuando firmó su acuerdo presupuestario. El portavoz de la formación en el Congreso, Gabriel Rufián, no lo negó cuando compareció a primera hora de la mañana ante la prensa, a pesar de que, durante las semanas que duró la negociación, citó en casi todas sus declaraciones públicas como afectadas a alguna de esas empresas internacionales, que tienen sus sedes sociales en países como Holanda o Luxemburgo, y se limitó a advertir de que su partido trataría de enmendar el texto de la ley audiovisual en el Congreso.

«Haremos todo lo posible para mejorarlo, tenemos herramientas para hacerlo e intentaremos que así sea», dijo tras alegar que su pacto con el Ejecutivo era en realidad «un acuerdo de mínimos». Rufián avisó así de que su formación utilizaría la tramitación de las Cuentas de 2022 en el Senado para presionar en pos de su objetivo, lo que ya suponía todo un pulso político porque el Gobierno no desea que la cámara alta modifique los Presupuestos respaldados el pasado jueves en la baja para evitar que su entrada en vigor pueda demorarse.

Presupuestos en riesgo

A última hora de la tarde, en torno a las 20:00 horas (seis después del pronunciamiento de Calviño) el portavoz republicano volvió a comparecer, sin embargo, ante los medios con semblante circunspecto y tono grave para lanzar una amenaza mucho más seria. En ese tiempo, el ambiente se había caldeado en Cataluña y Junts, socio de ERC en la Generalitat, había reclamado unir fuerzas para tumbar los Presupuestos. Rufián negó que esas proclamas estuvieran detrás de su nueva y más dura posición. «Hace mucho tiempo que Esquerra ha demostrado que es bastante impermeable a según qué presiones de según quién», presumió. Alegó entonces que el PSOE (salvó a Unidas Podemos de la crítica) les había hecho «trampa».

Según el dirigente republicano, nunca han sabido cuál era el contenido exacto del polémico texto normativo. En todo caso, cuestionó que la UE impida que se puedan imponer cuotas de producción en determinadas lenguas y acusó a los socialistas de plegarse a los intereses económicos. «Simplemente habla más con alguna multinacional que con nosotros. Pero creo que no hay ninguna multinacional que tenga aquí a 13 diputados», avisó.

Como primera medida, los republicanos avisan de que sin los cambios exigidos no darán su apoyo a la ley, lo que ya hace difícil que prospere. «Salvo que la saquen con el PP», ironizó su portavoz. El Ejecutivo ya ha tenido que aparcar, de hecho, su ley de memoria ante la negativa de sus socios catalanes a apoyarla si no se deroga la Ley de Amnistía de 1977. Rufián advirtió en todo caso, que está dispuesto a ir más allá. «La lengua es sagrada y tocar las narices a ERC con esto -clamó- es un mal negocio».

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