El Gobierno advierte a Torra que las movilizaciones no ayudan al diálogo

Celaá insistió en que el Gobierno «seguirá buscando» las vías para llegar a un territorio común, «que nos ponga de acuerdo». Un territorio común que para el Ejecutivo central es el «autogobierno», un espacio que el independentismo se niega, de momento a explorar, pues considera que la sociedad catalana está en otra pantalla, en este caso la de la autodeterminación. Sánchez propone un referéndum sobre el autogobierno y Torra sobre la autodeterminación y no se atisba en el horizonte dónde puede estar el punto intermedio.

Ambas partes, en cualquier caso, reiteraron ayer su disposición a seguir explorando la etapa de diálogo que se ha abierto entre las dos administraciones, que va camino de lograr una segunda reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra, en este caso en el Palau de la Generalitat el mes que viene, y ha reactivado las comisiones bilaterales. Celaá anunció su intención de «volver a impulsar» una iniciativa parlamentaria como la que pactaron el miércoles el PDeCat y el PSOE y que apostaba por el diálogo entre el Ejecutivo central y la Generalitat dentro de la ley, pero que los nacionalistas acabaron retirando por el desmarque de ERC y por las presiones del sector duro encabezado por Puigdemont. Los socialistas darán una segunda oportunidad a los nacionalistas con la esperanza de que esta vez sí pueda sumarse Esquerra.

Porque a su juicio, el conflicto catalán «sólo se puede resolver mediante el diálogo y la ley». Torra, en cambio, replicó a los socialistas que resoluciones como la que suscribieron el miércoles en el Senado, que cerraba las puertas al referéndum, o manifestaciones como las del diputado del PSC, José Zaragoza, que aseguró que la voluntad de diálogo del Gobierno permite «hablar de todo menos de la independencia», cuando la posición del Ejecutivo, al menos en sus primeros días era que se podía hablar de todo, no están contribuyendo en su opinión a que haya un «diálogo razonable» para solucionar el conflicto catalán. Torra también arremetió contra el ministro de Exteriores, Josep Borrell, que acusó a Puigdemont de haber provocado, con su huida a Bruselas, que los dirigentes procesados estén en prisión, pues el juez ve riesgo de fuga.

El presidente de la Generalitat coincidió ayer en un acto en la Cámara catalana con la delegada del Gobierno y no se anduvo con rodeos. Se mostró «exultante»por el resultado de la manifestación de la Diada, que envió a su juicio un mensaje claro de que hay que hacer efectiva la república catalana. «Nos da fuerza, coraje y esperanza para tirar adelante», afirmó. «La idea central de la legislatura es el derecho de autodeterminación y la soberanía del Parlamento», avisó, horas después de que el Gobierno le recordara que el punto de encuentro de ambos está en el autogobierno. Torra señaló también ante la delegada del Gobierno que el independentismo no aceptará la suspensión de los seis diputados procesados decretada por el juez Llarena.