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Forcadell, Rovira y Rufián, ante una imagen de Junqueras en el mitin de ayer de Esquerra Republicana. :: Marta Pérez / efe
Esquerra sube el tono y fía la victoria a su líder

Esquerra sube el tono y fía la victoria a su líder

Encomendada a Junqueras, ningunea a Puigdemont y se presenta como el voto útil para evitar el triunfo de Ciudadanos

CRISTIAN REINO

Domingo, 17 de diciembre 2017, 01:19

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Esquerra Republicana de Catalunya arrancó la campaña tocada. El encarcelamiento de Oriol Junqueras, el patinazo de Marta Rovira en el cara a cara con Inés Arrimadas y la omnipresencia de Carles Puigdemont dejaron a los republicanos sumidos en un mar de dudas. En los mítines transmitían tristeza, en línea con el tono de Rovira. No sabían cómo frenar la escalada de Junts per Catalunya y la vitola ganadora se les empezaba a escapar entre los dedos, cuando meses atrás tenían encuestas que les daban hasta 50 escaños, una victoria clara y rotunda.

La estrategia que ha seguido Esquerra para frenar el ímpetu de sus perseguidores es la misma que ha usado Junts per Catalunya: encomendarse a su líder, Oriol Junqueras, que ayer irrumpió en campaña dejándose oír por primera vez en el mitin central que los republicanos celebraron en Barcelona. Eligieron la plaza del Born, la que homenajea a los caídos de la batalla de 1714, desde donde Esquerra marcó distancias con sus exsocios neoconvergentes, a los que recordó los 86 años de vida del partido sin ningún caso de corrupción.

Fuentes de la candidatura republicana admiten un cambio en el estado de ánimo. «Estamos mucho mejor que hace una semana», resumen. A cinco días de que hablen las urnas, creen que han dado con la tecla para frenar el efecto Puigdemont, protagonista absoluto de la candidatura del PDeCAT, que ha apostado por una campaña personalista, centrada en la figura del esxpresidente de la Generalitat y con el único mensaje de pedir el voto para que se restituya el anterior gobierno. Esquerra asumió en un primer momento que Junqueras, por su encarcelamiento, no podría ser investido, lo que dejó pista libre a sus adversarios, pero ahora ha rectificado. Se ha liberado de las presiones de sus hasta hace bien poco socios y ahora se presenta como la única fuerza que es garantía para construir la república y evitar el triunfo de Ciudadanos.

«Es la hora de Esquerra», advirtieron ayer los republicanos ante unas 2.000 personas. El partido de Junqueras quiere «liderar» el proceso por primera vez, tras cinco años en la sombra y siempre a remolque de Convergència, quien primero con Mas y luego con Puigdemont ha llevado la batuta soberanista. ERC marcó perfil propio, elevó el tono y radicalizó su discurso para convertirse en el voto útil del independentismo. «La represión no frenará la república», advirtió Carme Forcadell al Gobierno central. El voto para Esquerra debe servir, advirtió Rovira, para «convertir la represión en libertad y las urnas en república». Unas palabras que van en línea con su programa, que evita las referencias a la vía unilateral, y prioriza la negociación bilateral con el Estado para «hacer posible el acceso de Cataluña a la plena independencia» y la «articulación de la república».

Las encuestas echan humo y las hay para todos los gustos y colores, pero si en algo coinciden las publicadas hasta la fecha es en que naranjas y republicanos se juegan la primera plaza. En Ciudadanos están convencidas en ganar en votos y escaños, y en Esquerra manejan sondeos que les sitúan cerca de la cuarentena de diputados. «Esto va de ERC o de Ciudadanos, va de construir un nuevo país o de que Cataluña quede sometida a las élites españolas y a la involución», dijo ayer Rovira.

Junqueras, president

Esta transición hacia la república, aunque los dirigentes de Esquerra sostienen que la declarada el 27de octubre está en vigor, la realizaría Junqueras, loado ayer hasta el extremo y presentado como el quinto presidente republicano de la historia (tras Maciá, Companys, Irla y Tarradellas). El líder del partido envió una carta, que leyeron los diputados Gabriel Rufián y Joan Tardá, y también un audio. El exvicepresidente de la Generalitat, en prisión desde el 30 de octubre, llamó a los catalanes a «detener la infamia» del 155 y a «no permitir» que el Estado pase la «apisonadora» por Cataluña. «Seguiremos haciendo camino y soñando hasta atrapar el sueño, resistiendo», advirtió.

La eventual investidura de Junqueras, o de Rovira, ocasionará un duro enfrentamiento con el PDeCAT. Si las fuerzas secesionistas suman la mayoría absoluta (68 escaños como mínimo), en Esquerra admiten que la negociación para formar gobierno será «muy complicada», pues nadie olvida la tormenta interna que se desató los días previos a la declaración unilateral de independencia. Fuentes de la candidatura de Junts per Catalunya creen que Esquerra lo va a tener muy difícil para justificar que estas elecciones son para elegir un nuevo presidente de la Generalitat y no para restituir al anterior, y advierten de que investir a otro jefe del Ejecutivo que no sea Puigdemont será avalar el 155. «Ellos verán cómo se lo explican a su gente», avisan los neoconvergentes. Esquerra tiene, en cualquier caso, un informe sobre la mesa que asegura que Junqueras podría recoger su acta de diputado e incluso ser investido. También vaticinan su liberación en caso de victoria.

Lo que parece casi descartado es el tripartito de Catalunya en Comú junto a republicanos y socialistas. En privado y en público, en Esquerra dicen lo mismo: imposible con Miquel Iceta de por medio. «No pactamos con carceleros y expoliadores», afirmó ayer Rufián. Esquerra lleva además días atacando al PSC (ayer fue a Josep Borrell), igual que Junts per Catalunya.

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