La incansable búsqueda de Chigre, el perro perdido que pasó trece días en una grieta de un acantilado

El animal, un cruce de mastín de nueve meses, salió despavorido hace trece días al escuchar un petardo de la fiestas de Cimavilla. Desde entonces sus dueños lo habían buscado incansablemente y habían difundido la imagen por toda la ciudad. El tesón dio sus frutos cuando el miércoles por la mañana un hombre les avisaba de que había escuchado ladrar un perro a lo lejos en el acantilado. Fue entonces cuando se movilizaron los bomberos del parque de Roces.

Sobre las cinco de la tarde conseguían llegar hasta el lugar en el que estaba Chigre: vivo, contento de verles y sin ninguna herida ni lesión aparente. Lo subieron con la ayuda de un arnés y consiguieron trasladarlo hasta la Atalaya.

«Se puso loco cuando nos vio, está un poco nervioso pero muy feliz, igual que nosotros...», relató la dueña, aún sin acabar de creerse que por fin Chigre vuelve a casa. De momento, su primer destino será el veterinario, donde le someterán a un examen para determinar su estado de salud. «Aparentemente está muy bien, un poco más delgado, pero bien. No sabemos si bebió agua del mar o estancada de la lluvia...».