Pere Navarro lamenta que el PSC haya quedado dividido «por los matices»

En su intervención en el Consell Nacional, Navarro ha explicado que ha presentado su dimisión para ser "consecuente" con sus principios y "poner el interés colectivo y la defensa del proyecto por encima de los intereses personales".

"La mejor manera de hacerlo es renunciar y que se convoque un congreso que aporte nuevos liderazgos", ha dicho Navarro, que se ha emocionado al dar las gracias a su mujer Àngels y sus dos hijas: "Sin ellas ni hubiera podido llegar hasta aquí y sé que ha sido muy duro para ellas. Espero poder recompensarlas".

También ha agradecido a las personas que le dieron confianza para liderar el partido, a los votantes, y a los que han trabajado a su lado, especialmente a sus "jefes de gabinete". "A partir de ahora seré un militante más, un activista político de base que trabajará para que nuestro proyecto resurja con más fuerza. Avanzo desde hoy mi apoyo personal incondicional al compañero que salga escogido por los militantes para liderar el partido", ha afirmado, reclamando que el nuevo líder sea escogido directamente por la militancia.

"Cataluña necesita un PSC fuerte y unido"

Navarro ha considerado que "hoy más que nunca es tiempo de inteligencia, responsabilidad y coraje", ya que Cataluña "necesita y necesitará, en los próximos años, un PSC fuerte y unido, capaz de articular una alternativa a un gobierno y unas políticas que arrinconan a la mayoría y dan poder a unos cuantos, los de siempre".

Un partido que "ponga siempre las personas por delante, plural, donde quepa todo el mundo, con un mensaje coherente, un partido de gobierno, serio y sensato, pero sin miedo al debate y las ideas. Que ilusione y genere esperanza" y que él ha "intentado construir".

Navarro ha reconocido que su etapa al frente del partido "ha sido una experiencia política y personal con momentos muy gratificantes, pero también otros muy duros", pero que cuando tomó las riendas del partido ya "sabía que sería muy difícil".

No solo por la crisis económica, sino por el "reto" del proceso soberanista, cuya "irrupción ha cambiado el escenario político y mediático, la crisis pasa a segundo plano y la actualidad se centra en un debate que divide y obliga a todos a posicionarse", proceso en el que el PSC "sufre mas que ningún otro".

La "valentía" de Rubalcaba

"El PSC fue diseñado para no tener que escoger entre el padre y la madre, entre Cataluña y España. Reivindico más que nunca que el PSC debe continuar siendo una fuerza política que sume diversidad, que haga bandera de la pluralidad y que no caiga en un debate simplista o peligroso del o conmigo o contra mí", ha advertido. Así, ha recordado que intentó lograr la "unidad" en el partido: "No obstante hay que reconocer que la fractura en el seno del grupo parlamentario envió un mensaje pésimo a la sociedad. El PSC dejaba de estar unido en la diversidad, para convertirse en un partido dividido. Los matices habían superado el proyecto".

Pero ha recordado que el PSC no será una alternativa de gobierno "a cualquier precio", "pretendiendo ser lo que no somos, ni imitando a otros partidos, ni adoptando discursos populistas llenos de tópicos que prometen soluciones rápidas a problemas complejos".

Ha subrayado así que "si verdaderamente existe una propuesta valiente y capaz de definir un nuevo horizonte de futuro, es la propuesta federal", que "no es la tercera vía, sino la primera y la única", reivindicando al expresidente Pasqual Maragall y agradeciendo la "valentía" del "compañero" Alfredo Pérez Rubalcaba.

Y tras hacer una breve referencia a la abdicación del Rey, Navarro ha considerado que ha afrontado los debates en el PSC "con determinación y, si me lo permitís, con un punto de audacia", lo que ha hecho posible "romper algunos tabúes", ha dicho Navarro, que ha pedido continuar trabajando conjuntamente con el PSOE.