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España pisa el acelerador de los drones y aerotaxis autónomos

España pisa el acelerador de los drones y aerotaxis autónomos

El primer aerotaxi de patente española ya realiza vuelos de prueba, y podría estar operativo en 2026

Patxi Fernández

Madrid

Jueves, 11 de noviembre 2021

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La movilidad urbana está en pleno proceso de transformación. Y no solo por las normativas medioambientales que obligan a restringir el acceso a las ciudades de los vehículos de combustión, sino porque la tecnología y la automatización avanzan a pasos agigantados con el objetivo de dar servicio a las nuevas necesidades de quienes viven o trabajan en las grandes urbes.

Las ciudades se transforman para dar prioridad a los peatones, lo que implica que el asfalto y la circulación terrestre dejen paso a calles y rotondas aéreas en las que circularán aerotaxis y drones autónomos transportando tanto a personas como a mercancías. De hecho, se estima que en 2035 el negocio del «aerotaxi» alcance los 32.000 millones de euros, según un estudio de Porsche Consulting, según el cual«antes de poder realizar las primeras rutas comerciales, aproximadamente a partir de 2025, los fabricantes de estos vehículos tendrán que invertir unos 10 000 millones de dólares en su desarrollo». Este estudio avanza que desde el punto de vista actual «todavía no está claro si las condiciones del marco normativo y las infraestructuras necesarias estarán establecidas para entonces». Al menos medio millón de pasajeros al día tendrán que utilizar los aerotaxis para que el sector asuma una cuota de mercado relevante en 2035. Para ello serán necesarios entre 1000 y 2500 puntos de despegue y aterrizaje en hasta 60 ciudades adecuadas de todo el mundo.

El primer aerotaxi español

Con estas perspectivas España cuenta ya con el primer aerotaxi con tecnología, patente y desarrollo 100% propios. Se trata del 'Umiles New Concept by Tecnalia'. Un vehículo que realizó su primer vuelo de prueba en 2019 y que está ya plenamente operativo para volar, pendiente de la normativa que se desarrolle a nivel europeo para este tipo de vehículos, para lo cual habrá que esperar al período 2026-2030.

El aerotaxi español tiene capacidad para el traslado de una persona, en vuelos de 15 minutos de duración y con un alcance en el entorno de 15 km. Aunque puedan parecer un tiempo y una distancia cortas, según explica Carlos Poveda, CEO de Umiles «hay que tener en cuenta que el recorrido urbano en coche normalmente no es mucho mayor a de unos 20 kilómetros, y que en el aire no tenemos las curvas de la carretera, vamos en línea recta, por lo que las distancias entre dos puntos dentro de la ciudad son más reducidas».

La altura de vuelo alcanza entre 100 y 300 metros, pudiendo llegar a 800, siempre asegurando los estándares de seguridad y de la mano de la evolución de la legislación vigente. El vehículo está formado por una cabina aerodinámica propulsada por cuatro drones colocados en la parte superior e inferior de la cabina que permiten su movimiento sin los balanceos característicos de un helicóptero, que se inclina hacia los lados cuando gira. Se contempla su desplazamiento autónomo, sin que el viajero se tenga que poner a los mandos del vehículo. «El dron de drones es una patente española. Cada planta propulsora en vez de ser una única hélice es como un dron independiente, por lo que tenemos cuatro hélices que operan como cuatro drones a la vez. Cada dron puede actuar y trabajar de forma independiente, y por tanto, hace que el vehículo sea mucho más estable y seguro», comenta Poveda.

Vigilancia y seguridad

Pero el transporte de personas no es el único sector en el que los drones están llamados a cambiar el panorama de nuestros cielos. La seguridad y la vigilancia ya están en gran parte utilizando este tipo de artefactos tanto en el sector público como en el privado. Los drones son ya empleados de forma habitual por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales y autonómicas). Los ejércitos (tierra y aire) también están interesados en este sistema, y las empresas privadas recurren a la utilización de drones para operaciones de seguridad y vigilancia en grandes eventos, infraestructuras e incluso para rescate en playas, «donde ya llevamos unos años colaborando en diferentes municipios», explica Carlos Poveda. «Se ha comprobado que para el rescate de personas los drones permiten llegar a las víctimas en un tiempo récord portando dos chalecos salvavidas, un botiquín, altavoces integrados en la propia aeronave, o cámaras de vídeo y focos de iluminación».

Uno de los ejemplos más claros del funcionamiento de los drones de vigilancia lo tenemos en la Dirección General de Tráfico, que ya desde 2019 utiliza este tipo de sistemas. Estos drones están destinados a la detección de conductas temerarias al volante y a la vigilancia del tráfico en aquellos tramos de elevado riesgo de accidentes y en las carreteras con un mayor tránsito de usuarios vulnerables, en particular ciclistas, motociclistas y peatones.

Modelos de drones al servicio de la DGT
Modelos de drones al servicio de la DGT

También se utilizan para la monitorización y apoyo a la regulación en operaciones y eventos especiales en los que se concentra un elevado número de movimientos en carretera; para misiones ordinarias de regulación complementarias a las desarrolladas por los helicópteros; y para apoyar en situaciones de emergencia que por su gravedad afecten de manera notable a la circulación y seguridad de los usuarios de la vía. Tienen una autonomía de entre 20 y 40 minutos, y un rango de acción entre 3 y 10 kilómetros. Funcionan a una altura de 120 metros y pueden alcanzar una velocidad de 80 km/h. Soportan temperaturas de entre 20 y 45 grados.

Logística

Una de las aplicaciones más inmediatas de los drones consiste en el transporte de mercancías. El desarrollo de la logística y las compras a distancia propicia que aparatos no tripulados hagan llegar a nuestros domicilios todo tipo de artículos. Pero se puede ir todavía más lejos. Un ejemplo es el proyecto piloto puesto en marcha en la fábrica de Seat en Barcelona junto con el centro tecnológico Eurecat, que explora las posibilidades de los drones para optimizar el suministro de piezas. Para conseguir que se muevan por la fábrica, estos drones llevan incorporado un sistema que detecta los elementos del taller mediante sensores. Los drones tienen la ventaja de poder moverse libremente en el plano vertical, por lo que facilitarán mucho el transporte de piezas y complementarán la función que los AGVs (automated guided vehicles) y robots autónomos realizan actualmente sobre la superficie.

Carlos Poveda, CEO de Umiles Group «Las personas mayores son las que más están deseando probar el aerotaxi»

Umiles nace en 2016 como proveedor de servicio de aeronaves pilotadas por control remoto para unificar a una serie de empresas cuya actividad principal es la actividad y fabricación de drones en España. Su máximo responsable explica a ABC sus principales proyectos.

—¿Cuándo podremos ver un vuelo real del aerotaxi español?

—Estamos en tres proyectos europeos que se desarrollan en Holanda, Francia y España en los que vamos a realizar muchos más vuelos a partir de mayo de 2022, pero para ver al aerotaxi funcionando más allá de lo que es una demostración tendremos que esperar a que salga una normativa europea en 2025-2030.

—¿En qué fase está el proyecto?

—Este aerotaxi ahora mismo podríamos cogerlo con un mando desde el suelo y despegarlo. En un mes o mes y medio podríamos instalarle el sistema de comunicación para poder pilotarlo remotamente. El tema es la legislación, que es la principal barrera, por su certificación y porque es necesario que se establezcan los corredores aéreos necesarios.

—¿Va a ser asequible económicamente y cómo se va a poder utilizar?

—La realidad de las ciudades va a estar basada en el vehículo compartido. En este caso habrá muchas estaciones repartidas por las ciudades, similares a los puntos donde encontramos patinetes, para facilitar su pago por uso. También en los intercambiadores de transportes podrán haber «vertipuertos», una mezcla entre aeropuertos y helipuertos donde habrá unos drones autónomos de mayor tamaño que interconectarán con otros servicios distribuidos por el centro de las ciudades, como pueden ser coches autónomos u otros sistemas de transporte. En realidad la movilidad en las ciudades va a ser intermodal, probablemente a través de una tarjeta o «pin electrónico» que de acceso a los diferentes sistemas de transporte disponibles.

—¿Han valorado el 'factor 'miedo' entre sus potenciales usuarios?

—Hemos realizado estudios y las respuestas han sido increíbles. La gente mayor es la que más dispuesta está a probar un vehículo como este. Hemos pensado mucho en el diseño y en el confort de la cabina para que la experiencia de usuario sea lo más agradable posible evitando la sensación de vértigo y de miedo. Es menos agresivo que un helicóptero, por ejemplo.

—¿Qué otras sorpresas nos deparan los aerotaxis?

Estamos desarrollando una nueva nave que se llama «Integrity», con una estructura parecida a un avión, que nos va a permitir transportar hasta 6 personas a 300 km de distancia y a 150 km/h.

La plataforma U-Space regulará el tráfico de drones

La circulación de drones por el cielo de nuestras ciudades dependerá de ENAIRE, la Entidad Pública Empresarial gestora de la navegación aérea en España. Su plataforma de gestión digital de drones (U-Space) permitirá soportar de manera segura las operaciones de drones cuando entre en vigor la primera fase de la normativa europea, en enero de 2023. Este sistema hará viable que convivan los servicios convencionales de tráfico aéreo (aviones) con los drones. El transporte de personas podría estar operativo a partir de 2025.

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