El coste que puedes pagar por querer llegar a calas solitarias en coche

La de los palieres es una de las averías más usuales al hacer una excursión off-road, ya que un socavón o un impacto fuerte puede hacer que los fuelles de la transmisión cojan holgura hasta llegar, finalmente, a la temida rotura.

Además, si esta situación se materializa, queda comprometida la frenada del vehículo. En concreto, al estropearse los fuelles comienzan a expulsar grasa, cayendo sobre los discos de freno y limitando la capacidad de detención del coche.

De hecho, el palier, que es la última pieza del sistema de transmisión encargada de girar las ruedas, es un elemento quizás desconocido, pero que si no se realiza un buen mantenimiento, puede requerir su sustitución, según Euromaster.

Pero recorrer caminos de tierra también tiene un riesgo para los neumáticos. Pequeñas piedras y aristas en ocasiones dañan las ruedas y se introducen en el dibujo hiriendo la goma. Es conveniente, en ese caso, quitarlas, ya que pueden generar un pinchazo lento y, más adelante, acarrear un reventón.

Por otro lado, la suma del 'polvillo' de los terrenos sin asfaltar y el polen hace necesario cambiar el filtro del habitáculo. Además, el 'traqueteo' que sufren los coches en terrenos sin asfaltar pasa factura a otros elementos como la suspensión, amortiguadores y rodamientos del vehículo.