Coches de alquiler: ¿quién se hace cargo de las multas y percances?

Y es que uno de los errores más comunes es pensar que las sanciones recaen sobre la empresa de renting. Sin embargo, las multas siempre van dirigidas al conductor que cometió la infracción. Cuando la empresa de renting recibe la notificación, está obligada a identificar al usuario del vehículo en ese momento. Si la empresa no facilita estos datos a la DGT, puede ser sancionada con una multa que triplica el importe original en infracciones graves o muy graves (como exceso de velocidad). Para infracciones leves, la sanción se duplica.

¿Y si no sé quién conducía? La clave está en el registro de usuarios Para evitar problemas, desde 2010 la DGT permite a las empresas de renting y flotas comunicar quiénes son los conductores habituales. Así, en caso de infracción, la multa llega directamente al conductor sin pasar por la empresa.

Para registrar un conductor habitual, hay que cumplir uno de estos dos requisitos. Primero, si el renting es convencional, el conductor debe usar el coche más de 30 días seguidos. En alquiler sin conductor (rent a car), el plazo mínimo para registrar al usuario es de 3 días. Sin embargo, si el vehículo lo usan distintos empleados sin un conductor fijo, la empresa debe llevar un control interno. De lo contrario, podría verse obligada a asumir la multa si no identifica al infractor.

Asimismo, cuando un vehículo de renting está contratado por una empresa, es el representante legal quien debe gestionar la sanción e identificar al conductor responsable. No hacerlo a tiempo puede salir caro. Para evitar problemas, en Pyramid Consulting, expertos en gestión de multas de tráfico y transporte, recomiendan a las empresas con coches de renting que lleven un registro detallado del uso de cada vehículo y sus conductores. Una mala gestión de las multas puede generar costes innecesarios e incluso sanciones adicionales.