Mercedes AMG GT Black Series, para la calle y el circuito

El nuevo motor del GT Black Series se basa en el V8 biturbo del AMG GT pero la potencia pasa de 585 a 730 CV y rinde un elevado par motor de 800 Nm, que se consigue a solo 2.000 revoluciones y se mantiene constante hasta 6.000 rpm, un rango impresionante. Con una sonoridad particular, las prestaciones se traducen en acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, alcanza los 200 en menos de nueve segundos y se ven en el velocímetro los 325 km/h. de velocidad máxima.

Con propulsión en las ruedas traseras, el cambio automático es un Speedshift de tipo doble embrague de siete relaciones, modificado para adaptarlo al mayor valor del par motor y al empleo en competición. Con diferentes programas, destaca la función Race Start que traslada con mayor precisión la potencia a las ruedas gracias a un número de revoluciones más alto, óptima regulación del resbalamiento de las ruedas y uso de neumáticos de competición.

El diseño del AMG GT Black Series es más similar al de los modelos de competición, como el GT3, que si se compara con la carrocería del AMG GT a secas. La razón es el completo trabajo realizado para favorecer la aerodinámica, cuyo principal ejemplo es el espectacular alerón posterior. En el frontal, la toma de aire es de mayor tamaño y la calandra del radiador cuenta con barras verticales cromadas.

Los radiadores en los pasos de ruedas reciben el flujo de aire directamente de la toma central, con unos «flics» en forma de media luna que optimizan el flujo de aire. Así, aumenta la carga aerodinámica en el eje delantero y mejora la refrigeración de los frenos. El nuevo diseño del frontal optimiza tanto el flujo de aire de refrigeración como el coeficiente de resistencia aerodinámica.

El «splitter» frontal de fibra de carbono se puede ajustar manualmente en dos niveles, uno para circular por la calle y el denominado Race, extendido hacia delante con forma de ala invertida, para uso exclusivo en circuitos. En función de la velocidad, desciende a medida que aumenta la depresión, acelera el flujo de aire y genera por efecto Venturi un 'aplastamiento' del vehículo hacia el piso para un mejor comportamiento y una velocidad más rápida de paso por curva.

El nuevo capó es de fibra de carbono, con dos grandes salidas de aire derivadas de la competición que aumentan la carga aerodinámica total y optimizan el caudal de aire que refrigera el motor. Otros elementos característicos son las ranuras de ventilación con cinco lamas del color de la carrocería y las salidas de aire en los guardabarros delanteros de fibra de carbono. Para la refrigeración de los frenos del eje trasero se han integrado canales de ventilación adicionales en los embellecedores laterales.

La parte posterior destaca por el enorme alerón y el nuevo faldón con un difusor de gran tamaño. Los dos elementos del alerón son de fibra de carbono y se pueden ajustar manualmente. El primero incorpora un «flap» móvil integrado en el perfil superior que permite un ajuste electrónico de 20º. En la posición más horizontal reduce la resistencia aerodinámica para alcanzar rápidamente la velocidad máxima mientras que en la más vertical aumenta la carga aerodinámica en el eje trasero para una mejora en la capacidad de frenado y la estabilidad.

Sin embargo, gracias al modo seleccionado Master (se pueden optar por otros tres), a partir de 250 km/h se repliega para reducir la resistencia aerodinámica y alcanzar antes la velocidad máxima pero si el conductor frena con decisión o entra en una curva, el «flap» recupera inmediatamente su posición extendida y así se optimiza la frenada y el trazado en la curva.

El sistema de frenos es de tipo cerámico. Lleva discos compuestos refrigerados y pinzas de freno en negro con distintivo blanco, lo que garantizan una deceleración y un funcionamiento sin riesgo de «fading» (pérdida de eficacia en uso intensivo). Las llantas forjadas de aleación ligera incorporadas de serie también contribuyen a un ahorro en el peso total.

El diseño de la suspensión facilita negociar las curvas a gran velocidad. Con elementos en aluminio, los amortiguadores son ajustables que en combinación con la amortiguación adaptativa progresiva, adapta automáticamente la fuerza elástica del amortiguador de cada rueda a la velocidad y al estado de la calzada. En curva o en una frenada, reduce el balanceo de la carrocería. La adaptación permanente de la amortiguación a la velocidad contribuye a aumentar la seguridad.

El dispositivo de control de tracción se ha concebido para una utilización en circuito con el control de la estabilidad desconectado, si bien y dada la enorme potencia se ofrece la posibilidad de recibir un nivel de asistencia ajustable y adaptado a cada conductor y al estado de la pista; el conductor puede preseleccionar en un botón giratorio hasta nueve niveles como sucede en el GT3. El uno es el ideal para conducir sobre lluvia y el nueve permite el máximo resbalamiento en el eje trasero.

En el interior, el cuero exclusivo napa se combina con una deportiva microfibra en negro y con costuras de adorno en naranja. Los asientos AMG tipo «baquet» de fibra de carbono son ligeros y diseñados para una óptima sujeción lateral. El coche equipa la instrumentación digital de la familia AMG GT. Es posible optar por un diseño del cuadro de instrumentos específico, y en el más deportivo el gran cuentarrevoluciones central añade información adicional.

El nuevo volante AMG es deportivo, muy grueso y forrado en microfibra con la sección inferior plana. Las levas para el cambio, integradas en el volante, son de aluminio. En muchos mercados es opcional el paquete AMG Track, especial para competición, con un sistema de protección en caso de vuelco, cinturones de seguridad de cuatro puntos y un extintor de 2 kilos.