El precio de las baterías para coche eléctrico llega a su mínimo histórico

139 dólares por kWh, según arroja el último informe publicado por Bloomberg NEF, la rama de análisis de energía de la agencia. Esto supuso un descenso del 14% en su cotización con respecto a 2022, cuando se alcanzaron máximos históricos en el precio del litio.

Ahora, el mineral crítico ha perdido valor –y, con él, el precio del kWh–. El motivo se debe, principalmente, a que los principales fabricantes de baterías señalaron no alcanzar la plena capacidad de sus plantas, lo que les llevó a revisar sus objetivos de producción.

Ejemplos de ello, desde el lado de los constructores de automóviles, son los de Ford, que ha paralizado los planes de electrificación en Almussafes; o los del Grupo Volkswagen, que ha rebajado sus previsiones de márgenes de beneficio para 2023.

De cara a fin de año, se estima que la industria de almacenamiento energético crezca en un 53% interanual, con una capacidad de 950 GWh en 2023. Las ventas de eléctricos también progresan, pero no al ritmo deseado.

Sin embargo, ese crecimiento está infrautilizado, según los analistas, que también señalan más retrocesos en la cotización del litio, níquel y cobalto para el próximo ejercicio.

En el mundo del coche eléctrico, el precio se redujo a los 128 dólares por kWh en términos de media ponderada. Una celda, supuso «tan solo» 89 dólares por kWh, lo que supone un 78% del valor del acumulador, superando el 70% tradicional.

Esto se debe principalmente a la reducción de costes en construcción, con arquitecturas como el «cell-to-pack», en el cual las propias celdas forman parte del conjunto exterior y permite ahorrar conexiones a nivel modular.

China sigue ocupando una posición hegemónica en el mercado de baterías, con precios de 126 dólares por kWh, un 11% más asequibles que en EEUU y un 20% menores que en Europa. En el país asiático, la industria lleva más tiempo de desarrollo y existe una mayor competencia entre diferentes fabricantes.

Una tecnología que es cada vez más frecuente de encontrar, especialmente en modelos más asequibles, es la del litio-ferrofosfato (LFP), tanto las baterías completas como las celdas tenían los precios más bajos de media, con 130 y 95 dólares por kWh, respectivamente. Es la primera vez en la historia en la que se registra una cifra inferior a los 100 dólares con esta composición química.

De cara al futuro, Bloomberg espera que en 2024 se alcancen precios de 133 dólares por kWh y que en 2025, estos se puedan reducir a 113 en 2025 y a los 80 en 2030.

Sin embargo, la ambición de localizar la producción en regiones como Europa o EEUU podría ser una influencia que lleve los precios al alza en un futuro. Según la directora de Almacenamiento Energético de Bloomberg, Yayoi Sekine, «tenemos que ver como los incentivos industriales y la legislación de materiales críticos va a impactar los precios. Estos han estado en una montaña rusa los últimos años».