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Multas de hasta 3.000 euros por llevar el coche sucio o con nieve

Multas de hasta 3.000 euros por llevar el coche sucio o con nieve

Nos pueden sancionar por tener limitada la visibilidad, además de que la nieve acumulada, al caer, puede provocar daños a otros coches o peatones

J. Bacorelle

Madrid

Lunes, 3 de enero 2022

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Mantener el coche limpio es siempre una de las grandes prioridades de los conductores españoles. Durante todo el año hay diferentes factores que entran en el juego, como la presencia de polvo, nieve, lluvia, barro o arena. Puede que la motivación en la mayoría de los casos sea puramente estética, sin embargo, existen una serie de excepciones que pueden acarrear multas por llevar el coche sucio, cubierto de nieve o barro, y que en muchas ocasiones son desconocidas.

El Reglamento General de Circulación, por ejemplo, establece que los faros o las placas de matrícula no pueden estar sucios, rotos ni con restos de hielo o nieve, ya que interfiere en la visibilidad del vehículo. Tener el automóvil en estas condiciones puede suponer, según la interpretación de las autoridades y el nivel de la infracción, una multa de hasta 3.000 euros.

«Todo vehículo necesita ser limpiado, ya sea de tracción, manual, eléctrico, gas, carburantes fósiles… Los lavaderos son, por lo tanto, una actividad esencial para cualquier conductor» afirma Marcos Moure, propietario y fundador de Grupo Moure y Elefante Azul. A todo esto hay que añadir que, según el artículo 84 de la Ley de Seguridad Vital, los agentes de tráfico tienen capacidad para inmovilizar un coche si tiene «deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vital«.

El lugar ideal para lavar el coche no es otro que un centro de lavado, pues tal y como recoge el artículo 4.2 del Reglamento General de Circulación, está prohibido hacerlo en la vía pública.

«Hoy en día un buen centro de lavado va equipado de una tecnología altamente eficiente, con un ordenador que gestiona las distintas fases del proceso, dejando un resultado final impecable. Lavar un vehículo es algo más que mezclar agua con jabón y aclarar, por eso el centro de lavado tiene que respetar el medio ambiente, filtrando y reutilizando los materiales», afirma Moure.

Cómo retirar la nieve y el hielo

En el caso de la nieve y el hielo, que se acumulan sobre todo en las lunas del coche en las noches de invierno, jamás se debe utilizar agua caliente, puesto que el cristal se puede partir debido al contraste térmico, y tampoco es conveniente accionar los limpiaparabrisas. Tampoco es idóneo arrojar agua del grifo o de una manguera, puesto que también puede partir el cristal pero, en cualquier caso, es muy probable que empeore la visibilidad. La mejor solución es utilizar la tradicional rasqueta, una herramienta práctica y económica.

Ya se venden incluso variantes calefactadas, aún más eficaces, que se conectan al mechero del coche. Ello en combinación con la climatización del propio vehículo, dirigida hacia las lunas.

«Para desempañar los cristales, aparte de las lunetas, hay que hacer uso del aire acondicionado en su posición de circuito para que reseque el ambiente y disipe la humedad», explican a este diario desde la Escuela RACE de conducción. Se puede accionar mediante el botón A/C de la climatización. La luneta térmica es otro viejo aliado, además de la tradicional rasqueta, de la que hay que hacer un uso intensivo «y no solo un raspón para poder mirar. Si no el peligro de no ver a un peatón es enorme».

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