Residentes y turistas británicos se saltan a través de Gibraltar el confinamiento impuesto por su gobierno a quienes regresan desde España

Al considerar a Gibraltar territorio británico, las autoridades del Reino Unido excluyen de las restricciones a los viajeros procedentes de la colonia, lo que ha permitido a la aeroestación del Peñón atenuar la drástica caída en el número de operaciones y pasajeros. Residentes británicos en Marbella han reconocido a este periódico que desde que comenzó la cuarentena han comenzado a utilizar el aeropuerto de Gibraltar para sus desplazamientos a su país de origen.

También hay turistas que llegan al Peñón, alquilan vehículo en La Línea y se desplazan hasta Marbella. La distancia entre esta ciudad y Gibraltar es de 78 kilómetros, frente a los 50 que la separan del aeropuerto de Málaga.

Entre abril y julio, los peores meses de la primera ola de la pandemia, el aeropuerto de Gibraltar experimentó caídas en el tráfico de pasajeros similares a los del aeropuerto de Málaga, por encima del 90 por ciento. En julio cuando la aeroestación malagueña mejoró ligeramente en relación con los meses anteriores al disminuir su flujo de viajeros en un 74 por ciento, la del Peñón continuó cayendo aún más, con un descenso en el número de pasajeros por encima del 85 por ciento.

Fue a partir de agosto, mes en el que se impusieron las restricciones en el Reino Unido a los viajeros procedentes de España, cuando el aeropuerto de Gibraltar comenzó a revertir esta tendencia.

Aún tratándose de volúmenes no comparables –en un año normal el aeropuerto de Gibraltar mueve en torno a medio millón de pasajeros y el de Málaga ronda los 20 millones– las cifras comparativas de viajeros apuntan a diferentes comportamientos como consecuencia de la pandemia.

A finales de julio, el gobierno británico impuso una cuarentena obligatoria a los viajeros procedentes de España y fue a partir de agosto cuando la medida tuvo una influencia evidente en el movimiento de viajeros. En agosto, la cantidad de pasajeros en el aeropuerto de Málaga cayó un 69 por ciento en relación con el año anterior, mientras que en el de Gibraltar el descenso fue del 50 por ciento, una caída un 35 por ciento menor a la de julio. Ese mes entraron o salieron por el aeropuerto del Peñón 27.019 viajeros, cerca de 20.000 más de los que lo habían hecho en julio.

En septiembre se repitió un patrón similar: caída del 81 por ciento en el aeropuerto de Málaga y del 50 por ciento en el de Gibraltar, con 25.000 viajeros. El pasado octubre, el aeropuerto del Peñón volvió a superar los 25.000 pasajeros, aunque esta vez la caída en relación con 2019 fue aún menor, de sólo el 46 por ciento.

Si se considera el número de operaciones, esta tendencia de caída atenuada en el aeropuerto de Gibraltar frente a los vuelos del año pasado es aún más evidente, ya que el descenso ha sido del 28 por ciento en agosto, del 35 por ciento en septiembre y del 30 por ciento en octubre.