Padres que piden barracones para sus hijos en Marbella

La construcción del nuevo instituto de secundaria, que irá en una parcela junto al Hospital Costa del Sol, ya se encuentra en marcha tras haber salido a licitación la redacción del proyecto. Sin embargo, su construcción, que demandará entre dos años y dos años y medio, no llegará a tiempo para el próximo curso, que se inicia en septiembre del año que viene. Al no tener el Vargas Llosa centro de adscripción asignado, la opción es que los 75 alumnos que acaban la educación primaria en el presente curso se repartan en tres institutos diferentes , como ya sucedió con la promoción anterior. El AMPA del centro se niega y por eso reclamó a la Junta que se instalen barracones para que el nuevo instituto comience a funcionar de forma provisional mientras se desarrollan las obras. Los responsables educativos de la Junta en la provincia -la delegada, Patricia Alba, y el jefe de servicio de Planificación, Marcelo Gaitán- se han comprometido a colocar aulas prefabricadas hasta que el instituto esté terminado. Así lo aseguró ayer el presidente del AMPA, Jorge Gil, que aunque reconoce que no es la mejor opción sostiene que es preferible a que los niños sean separados e inscritos en institutos de otras zonas de la ciudad.

Desde la Delegación Territorial de Educación se ha confirmado el compromiso amparándose en que se trata de una petición del AMPA. «En la medida de lo posible, las sugerencias de la comunidad educativa y de los consejos escolares municipales se atienden», han respondido a la consulta de este periódico. «Dado que en este punto es posible atender estas sugerencias y existe el acuerdo entre las partes implicadas, esta será la solución adoptada hasta la conclusión de las obras y puesta en funcionamiento del nuevo instituto», indicaron.

El Ayuntamiento, cuyos responsables en materia educativa no están de acuerdo con esta solución y no han participado de las reuniones donde se acordó, ya ha recibido la petición del gobierno andaluz en funciones para que localice parcelas donde instalar las aulas. «Es una institución superior y no podemos negarnos», argumentan desde el Consistorio. El Consejo Escolar Municipal, que se reunió el pasado jueves, también consideró que no se trata de una solución adecuada.

Sin embargo, para el AMPA, que los alumnos sean repartidos en los centros existentes no sería una solución positiva, sino «un agravio que vulnera su derecho a una educación de calidad».

Gil reconoce que los barracones no son una solución digna, pero sí la única posible, y asegura que los padres y madres del centro la asumen «sin fisuras».

El presidente del AMPA aseguró también que con esta solución se acaba con la incertidumbre y además permite garantizar la adscripción al nuevo instituto y evitar la masificación en el resto de centros de Marbella.

Gil afirmó que en principio el acuerdo con las aulas prefabricadas es con el colegio Vargas Llosa y no afecta al resto de centros de primaria cuyos alumnos quedarán adscritos al nuevo instituto una vez que esté terminado.