Monta una escuela de electricidad en Marbella para poder encontrar empleados

Joaquín soñaba con ser bombero y para poder acceder a una plaza en su ciudad, Marbella, podía hacerlo como bombero conductor o como bombero electricista. Así, al terminar los estudios se saco el carnet de camión y se fue a Málaga a cursar Formación Profesional en la rama de electricidad. Al final no pudo ser pero descubrió en los cables y la corriente su pasión. Desde 2010 dirige su empresa de instalaciones eléctricas y en los últimos cinco años ha detectado una importante necesidad de mano de obra cualificada.

«Cuando teníamos que contratar a personal no encontrábamos a nadie y le pasaba lo mismo al resto de empresas del sector. Faltan albañiles cualificados, los fontaneros, peor todavía... Es una carencia generalizada pero nosotros nos pusimos en nuestra rama», explica. Este lunes comienza el primer curso de su escuela con doce alumnos y la idea es «de esta primera promoción quedarnos ya con dos de los estudiantes para nuestra empresa». Los demás, podrán hacer prácticas en alguna de las doce compañías con las que tienen concierto.

El curso de electricidad dura cinco meses, con tres de formación presencial todos los días de lunes a viernes de cinco a nueve de la noche y un periodo de prácticas de dos meses durante ocho horas. «Van a las empresas con el objetivo de que puedan quedarse en el trabajo una vez termine el periodo de formación», puntualiza.

«Los estudiantes van a ver todas las instalaciones que hay actualmente en materia de electricidad, desde domótica hasta iluminación. Todo lo que existe lo hemos puesto en el centro porque entre las doce empresas concertadas, hay especializadas en domótica, otras en iluminación, otras en fotovoltaica. Si hay un alumno que se le da muy bien una especialidad, le derivaremos a la empresa especializada», detalla.

Una formación que está completamente enfocada a lo que demanda el mercado laboral pero también a que los alumnos aprendan a gestionarse en un entorno de trabajo. «Siempre les digo a mis empleados que la aptitud es importante pero que la actitud es el 80 por ciento», destaca Joaquín cuyo objetivo es también realizar una labor de orientador con los alumnos que tengan interés en volver a reengancharse en el sistema educativo para continuar con su formación académica.