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DAVID LERMA
Marbella
Lunes, 17 de octubre 2022, 10:03
La primera edición del Marbella Calling Festival tuvo un cierre en falso, justo en el momento en que Javier Ojeda tendría que haberse subido al ... escenario. Aunque breve, la lluvia de última hora impidió que pudiera cantar, aunque sí lo hicieron un grupo de fans reunidas en la trasera del backstage. Todo esto sucedía ya por la noche. El cantante de Danza de Invisible, en conversación distendida tras confirmarse que no podría actuar, llegó a la conclusión de que Don Diablo, de Miguel Bosé, es quizá una de las peores canciones del pop español. «Cuando volváis a casa, mirad el vídeo», aconsejó. El marbellero huye de la lluvia, así que en torno a las nueve de la noche, solo quedaban músicos, técnicos y familiares apurando los últimos tragos en la única barra del festival.
Pero el día fue unánime para los marbelleros que pasaron durante todo el día por el parque de La Constitución. Había una necesidad de estar allí y de reencontrarse con los viejos amigos, muchos de ellos cargados de niños, como si aquello fuera la constatación de un hecho, que el público que escucha rock ha envejecido, aunque lo haya hecho sin amargura. Los jóvenes manejan ya otros referentes. Cerca de allí, en el mercadillo, los adolescentes buscaban a sus ídolos en una caseta dedicada a la mercadería de manga y videojuegos, que es el nuevo rock para las dos últimas generaciones. En esos momentos, tocaban los veteranos locales Pantano, un grupo que hace un rock de última hora, potente, muy ensayado, que no merecía el limbo de la diurnidad.
Uncle John´s Band fue, para muchos asistentes, todo un descubrimiento. Lavender y Boqueron Underground cumplieron, profesionales. La gloria fue para Lagartija Nick, que centraron el programa al caer la tarde con un virtuosismo y una presencia en el escenario que sublimaron cuando interpretaron las canciones más conocidas de 'Omega', el legendario disco que grabaron con Enrique Morente. La organización, encabezada por Luis Vázquez, ha quedado satisfecha de esta primera llamada, que ha sido ardua tras varias cancelaciones, y que, como decía la esposa de uno de los músicos, «ojala hubiera otra igual cada mes». Un año es mucho tiempo.
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