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Al final, nada fue lo que parecía. La víctima, un hombre que había ingresado en un centro sanitario con una herida de arma blanca, no lo era tanto. Tampoco había sido apuñalado por un desconocido. La investigación de la Policía Nacional reveló que, al parecer, él había pegado a su mujer en el transcurso de una discusión y ella le clavó un cuchillo de cocina en un glúteo. Los dos acabaron detenidos, él por violencia de género y ella, por lesiones.
Todo comenzó este miércoles, sobre las nueve de la noche. El hombre, de 34 años y de origen sudamericano, se presentó en un ambulatorio de Estepona con una cuchillada en una de sus nalgas. Cuando le preguntaron cómo se había hecho semejante herida, el individuo contó una historia un tanto rocambolesca. Según dijo inicialmente, esa noche, cuando volvía del trabajo, notó un «pinchazo» en el glúteo cuando se encontraba en la puerta de su domicilio. Al girarse, vio cómo se alejaba corriendo un desconocido, al que no pudo identificar.
Los agentes de la comisaría esteponera empezaron a investigar el caso partiendo de la versión de la víctima, pero pronto empezaron a encontrar lagunas en su historia. Un compañero de piso de la pareja manifestó a los investigadores que no había visto la pelea, pero comentó que, al llegar a la casa, sobre las 21.30, vio a la mujer limpiando unas manchas que parecían ser de sangre. Así fue como descubrieron que el apuñalamiento no se había producido en la calle, sino en el interior del domicilio del matrimonio.
Con esos mimbres, los agentes siguieron tirando del hilo y comprobaron que, en realidad, todo comenzó como una discusión de pareja; supuestamente, ella le recriminaba haberse gastado una suma de dinero que le había confiado para que lo guardara. Al parecer, el clima en el matrimonio se había ido enrareciendo por la situación económica que atravesaban, según explicaron fuentes cercanas al caso.
Sin embargo, la disputa inicial derivó en una agresión machista. La investigación reveló que, durante la discusión, el hombre presuntamente golpeó a su mujer y ella reaccionó cogiendo un cuchillo de cocina y clavándoselo en una nalga. Fue entonces cuando los policías decidieron detenerlo a él por un presunto delito de violencia de género y a ella, por lesiones. Además, recuperaron el arma y también el pantalón corto que vestía el hombre cuando recibió la puñalada, que habían tirado a la basura.
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