Donald Gray, la esencia de la arquitectura tradicional
El australiano, Premio Rafael Manzano en 2015 y afincado en La Alpujarra desde hace años, es uno de los más claros defensores del urbanismo local Marbella homenajea a uno de los impulsores de la Urbanización La Virginia, que cumple 50 años
«Esta es la Casa de la Cascada (Residencia Kauffman), obra del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright. La hizo el año que yo nací, en ... 1935, y es una muestra de la arquitectura moderna. Si le quitas la casa, se ve una cascada preciosa, pero él construyó allí un enorme bloque de hormigón armado. ¿Por qué entonces fue famoso?». A sus 83 años sigue manteniendo el espíritu crítico hacia la arquitectura contemporánea o de vanguardia con la que nunca ha estado de acuerdo. Por el contrario, Donald Gray ha apostado toda su vida por la defensa de un estilo del que se enamoró en cuanto puso un pie en España, el del urbanismo local y la tradición andaluza que supo plasmar como pocos en urbanizaciones que siguen habitadas y que, como en el caso de La Virginia, en Marbella, mantienen 50 años después su esencia y autenticidad. No en vano, este rincón comparte el doble mérito de ser uno de los más bellos y a la vez menos conocido del municipio. El arquitecto australiano regresó ayer a La Virginia, donde recibió el homenaje de la comunidad de la urbanización y del propio Ayuntamiento de Marbella con su alcaldesa a la cabeza. No faltaron amigos y conocidos, quienes le admiran y le quieren bien. Poca afluencia en la hermosa capilla para tan magna figura. «Hoy es un día grande, para Marbella y para Andalucía», comentaba recién finalizado el homenaje otro maestro en lo suyo, Rafael de la Fuente.
La Urbanización La Virginia está inmersa en los actos de conmemoración de su 50 aniversario y Donald Gray, uno de los impulsores de la misma -concebida a finales de los años 60 por los promotores Juan Manuel Figueras y Freddy Wildman, con la participación además de Jurgen Vig Muller, María Luisa Larrañaga y Rafael Neville (todos amigos)-, no podía faltar. Un homenaje a su contribución al patrimonio histórico-artístico de la ciudad de Marbella. Discursos y proyección del vídeo elaborado hace tres años cuando le otorgaron el Premio Rafael Manzano de Nueva Arquitectura Tradicional -uno de los mejor dotados del país-. «Espacio y luz», defiende en el documental y entre paseos el homenajeado. Esa es la esencia de las construcciones levantadas entre los 60 y los 90 del pasado siglo y que llevan su firma. Entre ellas, Las Lomas de Marbella Club, Pueblo López, en Fuengirola, El Nuevo Pueblo Mijas, El Ayuntamiento de La Tana, en Pitres, o el Hotel La Tartana, en La Herradura (Granada).
Durante el homenaje le sobraron las palabras para responder a una pregunta planteada por el periodista Jorge Lemos: ¿Qué hubiese pasado si Donald Gray hubiese pasado por la universidad? El arquitecto, nacido en Australia y afincado desde hace años en La Alpujarra, se remitió a una serie de fotografías que fueron proyectadas . Un escaparate de ejemplos de la denominada arquitectura moderna y de vanguardia, así como de la desaforada y masificada construcción de los años del 'boom' inmobiliario. Para él, ejemplos de construcciones deshumanizadas.
Formado a pie de obra
Su apuesta particular por recuperar y defender la arquitectura tradicional andaluza comenzó con su llegada a España en 1959. Vio que aquello no se enseñaba en la universidad y decidió recurrir a los maestros de obra para aprender. Con ellos trabajó diseñando y construyendo sus primeras casas. En 1961 se trasladó a vivir a Torremolinos, luego a La Alpujarra.
«Los artesanos con los que ha rebajado Gray no buscan la innovación sino que su inspiración la adquieren aplicando las formas aprendidas en el curso de su propio oficio», destacó María Esther Higueras, representante de La Virginia.
«Hoy es un día importante para la ciudad porque reconocemos a una persona que, con su enorme talento y su sensibilidad, ha contribuido a enriquecer el patrimonio artístico de Marbella con una de las urbanizaciones más bellas de la Costa del Sol y un magnífico ejemplo de la mejor arquitectura tradicional andaluza», subrayó la alcaldesa ángeles Muñoz
En plena Milla de Oro, el pequeño núcleo urbano de apenas 68 viviendas distribuidas por recoletas calles empedradas se mantiene aún hoy alejado del bullicio del centro de la ciudad. El refugio de calma que idearon sus creadores hace 50 años.
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