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Héctor Barbotta
Miércoles, 10 de diciembre 2014, 00:59
Obras detenidas y sanción a la vista. El Ayuntamiento de Marbella ha paralizado unas obras que se estaban realizando sin licencia en la planta alta del centro comercial La Cañada. La decisión fue tomada la semana pasada tras el informe elaborado por inspectores de la delegación municipal de Urbanismo, según pudo confirmar este periódico, que comprobaron in situ la ejecución de las obras, que no contaban con permiso del Ayuntamiento.
La actuación estaba destinada a la creación de un espacio diáfano de 6.500 metros para que se instalara la cadena irlandesa de moda Primark, que tiene previsto abrir el año próximo en Marbella su tercera tienda en la provincia.
Primark, firma, de origen irlandés, cuenta con más de 250 tiendas repartidas por todo el continente, de las que 38 están en España y se halla en continua expansión. La llegada a Marbella durante el año próximo está prevista como parte de un plan que va camino de convertir a España en su segundo mercado en importancia solo por detrás del Reino Unido. En los últimos cinco años, la firma ha desembarcado en Bélgica, Austria y Francia. Primark, buque insignia de la multinacional Associated British Foods, ha conseguido su supremacía comercial en el Reino Unido a base de promover una oferta de ropa y complementos de bajo coste y aspira a convertirse también en líder en España, donde llegó en mayo de 2006 con la apertura de un centro en Madrid. En la provincia cuenta con tiendas en Málaga ciudad y en Fuengirola, por lo que Marbella sería su tercera plaza. La política de la empresa es anunciar sus nuevas aperturas con una antelación de tres meses. De momento guarda silencio.
La cadena suele requerir amplios espacios para instalarse, y en el caso de La Cañada la empresa propietaria, General de Galerías Comerciales, iba a destinar a ese fin el local donde antiguamente funcionó el gimnasio Oxígeno, al que sumarían otros espacios adyacentes tras el traslado a distintas zonas del centro comercial de las firman que allí operaban. No obstante, al ser todavía insuficiente el espacio resultante para los requerimientos de Primark, se proyectó la construcción de una entreplanta, para lo que se solicitó la licencia de obras en el Ayuntamiento.
Según ha podido saber este periódico, desde Urbanismo se respondió que en principio esa actuación no encontraba acomodo legal, por lo que sería necesario buscar alternativas que hicieran posible la concesión de una licencia. Antes de que este problema se resolviera, la empresa inició las obras de forma unilateral. Al tomar conocimiento de esta situación, el Ayuntamiento ordenó la paralización y abrió un expediente que debería dar lugar a la imposición de una sanción económica contra General de Galería Comerciales.
Paralización
Asimismo, el inicio de las obras antes de la concesión del permiso ha paralizado el proceso que se había abierto para encontrar una fórmula que permitiera conceder la licencia, por lo que toda la situación administrativa ha vuelto al punto de partida.
La futura llegada a Marbella de Primark, una cadena de ropa low-cost que suele arrastrar un importante flujo de público, había levantado una importante expectativa comercial, teniendo en cuenta tanto la propia potencia de la marca como la dimensión del proyecto previsto para Marbella, donde se construiría una de sus tiendas más grandes en Andalucía con la contratación de cerca de 300 personas, según han asegurado fuentes consultadas por este periódico.
Ricardo Soriano
Asimismo, estaba en estudio el desembarco de la marca irlandesa en un segundo emplazamiento en Marbella, también ligado a General de Galerías Comerciales. Se trata del solar donde antiguamente se levantaba el edificio de Radio Nacional, en la avenida Ricardo Soriano, aunque las demandas de espacio también colisionan ahí con barreras urbanísticas. Según el Plan General de Ordenación Urbana de 1986, sobre el que se concedió licencia y que permite la construcción de viviendas en las plantas superiores, la sociedad no dispondría de suficiente espacio comercial como el requerido por la firma de moda. Si se acogiera al Plan de 2010, actualmente vigente, sí contaría con el volumen comercial requerido, pero debería resignar la construcción de viviendas, ya que en ese emplazamiento ahora sólo se permiten oficinas, y además debería compensar a la ciudad con un equipamiento de mil metros cuadrados.
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