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En la Gran Muralla.
«En China, la asignatura de fútbol es obligatoria desde primaria»

«En China, la asignatura de fútbol es obligatoria desde primaria»

Juan Manuel Guerrero Bullejos. Profesor de fútbol en Guiyang (China)

Antonio J. Guerrero

Lunes, 15 de agosto 2016, 00:28

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Juan Manuel Guerrero Bullejos se crió en los banquillos de la base del Antequera y el año pasado, se enteró de una bolsa de trabajo de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), a la que no dudó apuntarse y fue seleccionado para viajar a China para enseñar el deporte de la pasión de la pelota en los pies. Sin pensárselo, en noviembre de 2015 se desplazó a Guiyang, provincia de Guizhou, en China, tras conocer y formar parte del proyecto entre la LFP y el país asiático tras «buscar entrenadores de fútbol con la titulación que yo tenía de entrenador, además de un buen nivel de inglés, título B2 para trabajar en colegios de China como docentes impartiendo la asignatura Fútbol, obligatoria desde el pasado curso en colegios desde primaria».

Tras entrar en la primera criba, «pensé que era una gran oportunidad que sólo se daría una vez en la vida y que me ayudaría a crecer en todos los aspectos, y de hecho no me equivoqué». Hasta entonces, trabajaba como profesor en un centro de menores y formaba parte de la plantilla de entrenadores de la base del Antequera. Mi vida aquí era cómoda, pero mi espíritu aventurero hizo que me fuera a descubrir nuevos mundos.

Nada más llegar al nuevo mundo, se percató del interés que tiene el fútbol en China. El país está volcado con el fútbol y la figura del entrenador extranjero está genialmente considerada. Considera que los chinos están intentando poner todos los medios posibles para mejorar y ser una potencia de aquí a varios años. Allí tuve una gran aceptación al llegar, los chinos tratan muy bien a los trabajadores extranjeros.

Empezó a residir en un apartamento de la residencia del colegio, el Guashanhu Foreing Language Middle School en la ciudad de Guiyang, una de las más grandes y pobres de China, con seis millones de habitantes. «Todos los colegios son macrocolegios, genialmente equipados para este deporte con instalaciones espectaculares. Mi colegio tenía un campo de fútbol increíble».

Era empezar de cero en un país muy diferente a España: «Al principio me costó adaptarme a la comida y sus horarios, pero con el paso del tiempo lo superé rápidamente. El tiempo es también complicado, sobre todo en la ciudad en la que he vivido. Llovía casi todos los días y veía poco el sol, algo a lo que no estaba acostumbrado». También, al estar tan lejos, echas de menos a la familia y amigos, «pero al mismo tiempo aprendes a valorar positivamente las cosas. Creces como persona a pasos agigantados».

La clave de encajar rápidamente fue su trabajo: «Llegué a un lugar donde mi labor era muy bien valorada y remunerada y me estaban esperando con los brazos abiertos. Trabajar en lo que más te gusta es una suerte y mi jornada laboral pasaba muy rápidamente cada día». Se siente afortunado al trabajar en lo que le apasiona: «He disfrutado mucho haciendo lo que más me gusta, tengo fútbol desde que me levanto hasta que me acuesto por lo que soy un privilegiado. Apenas tenía tiempo libre y el que he tenido lo he aprovechado para hacer deporte».

Durante la mañana, «impartía entre tres y cinco clases de la asignatura fútbol a alumnos entre 13 y 15 años, en clases del equivalente a Tercero y Cuarto de ESO. Tras almorzar a las doce de la mañana tenía un descanso de un par de horas que aprovechaba para preparar clases y sesiones de entrenamiento o descansar y luego normalmente tenía una o dos horas más de clase, sumado a dos horas de entrenamiento del equipo de fútbol de alto rendimiento del colegio».

Por la tarde aprovechaba el tiempo libre para pasear, ir al supermercado, reunirse con otros compañeros españoles y hacer deporte. Los fines de semana incluso ha jugado en un equipo de fútbol en categorías amateur «junto a otros extranjeros de la ciudad».

Ahora está de vacaciones en España, no sabe dónde seguirá el nuevo curso, pero lo tiene claro: «Aún no sé lo que hará, pero buscaré seguir en el extranjero a trabajar, ya que esta profesión está mucho más reconocida en otros países que necesitan crecer en este deporte». Guerrero Bullejos apunta maneras de ser entrenador de primer nivel en cualquier liga del mundo. Solo necesita terminar su carrera y seguir trabajando fuerte por el mundo. Ilusión y dedicación no le falta.

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