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Los eléctricos ‘excesos emocionales’ de Alis revolucionan Velvet Club

Los eléctricos ‘excesos emocionales’ de Alis revolucionan Velvet Club

Abrió la noche el malagueño Rafa Toro con su ‘Morning Pizza’

silvia tinoco

Sábado, 18 de octubre 2014, 09:52

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Dicen, y muchos lo sabemos, que la pizza está muy buena a la mañana siguiente. A veces incluso mejor. Pero esto no se aplica al Morning Pizza de Rafa Toro, perfecto para disfrutar en vivo y en directo, recién hecho, sobre el escenario. Abrió la noche de ayer para el jienense Alis en Velvet Club y acertó de lleno con su entrante, para continuar con la metáfora gastronómica.

Siempre ha despertado un enorme respeto en mi el músico que se planta en solitario con su guitarra ante una multitud y es capaz de defender todo un repertorio sin temblar. Y además con sentido del humor. Supongo que es especial el sentido del humor del solista precisamente por eso, por su soledad en el escenario. Amparado en su guitarra, Rafa Toro le cantó a la luna, convirtió besos en dunas y acabó llamando a las puertas del cielo, con un guiño a Knocking on heavens doors.

Del cielo pareció haber bajado pocos minutos después Alis y su banda. Con una habilidad que podría pasar por poderes mágicos, Pachi García desplegó su Recopilatorio de excesos emocionales con una voz susurrante que fue ganando enteros al dar las buenas noches. Parecía haber cogido impulso para presentar los temas más recientes de un tirón y luego meterse de lleno y con tranquilidad en los clásicos que revolucionaron la sala.

Creo que la primera vez que vi a Alis fue en la desaparecida Sala Vivero, que ya ha llovido desde entonces. La última fue una feria en la que después actuaban Lori Meyers, pero iban justos de tiempo y él tuvo el detalle de acortar repertorio para que pudieran salir antes. En fin, que ha pasado mucho tiempo y que conste que no ha sido por falta de ganas. Aunque su ausencia en mi agenda ha servido para ayudarme a apreciar el crecimiento que ha experimentado su música estos años.

La sonoridad, la fuerza, las tablas que han ganado sus canciones sin perder el estilo Alis. Conserva sus letras medidas con precisión poética, pero en directo las adereza con una potencia instrumental que, si lo escuchases por primera vez, no lo encajarías en su género habitual. La magia del directo que se dice: uno se deja llevar y hasta que las cuerdas (vocales y de la guitarra) aguanten.

Así es como Alis se redujo anoche hasta el Mínimo, se coló en nuestro corazoncito para montar una fiesta con fanta y con sorpresa y no tuvo ni que quitarse la nariz para hacernos sonreír. Para no ir detrás, La fuente de Chi, Resérvame el mejor abrazo, Sigo aquí, Tira de mi lengua, La canción de los idiotas Todas ellas consiguieron la sonrisa del público, sus bailes, sus coros y sus aplausos; sobre todo cuando apareció Conde, líder del grupo malagueño Santos de Goma, para cantar en nombre de Los que no se arrepienten.

Una noche de delicatesen.

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