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Una muestra de la carta de Restobar 4 Mesas, La Pera, Almijara, El Rincón de Lola, Uvedoble, El Hacebuche, Irrazional y Caléndula
Ocho sitios para comer muy bien en Málaga por menos de 30 euros (I)

Ocho sitios para comer muy bien en Málaga por menos de 30 euros (I)

Recorremos tabernas, bares de barrio y gastrobares en los que disfrutar a precios moderados de una cocina tradicional con un toque moderno

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Lunes, 20 de febrero 2023

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Plan: salir a cenar o almorzar, ¿dónde vamos? La pregunta del millón... Y sobre todo, ¿a qué sitio podemos ir que tengamos la garantía de que comeremos bien, pero sin que se resienta mucho el bolsillo? Estamos cada vez más acostumbrados a que la factura final de una buena comida supere los 30 euros por persona. Especialmente si somos generosos a la hora de pedir y no perdonamos vino ni postre. Pero aún podemos encontrar rincones en los que el ticket medio no sólo no sobrepasa esa barrera, sino que en algunos casos puede que incluso no supere ni los 20 euros. Eso sí que es hacer «magia», como advierte Alberto Torreblanca, al frente de La Pera Gastrobar. Como él, más de un restaurante de la provincia se empeña en hacer malabares para que el cliente no note demasiado la fuerte subida de los costes sin que afecte a la calidad. También a ellos les compensa. No pierden clientes. En todo caso los ganan.

Sin sacrificar su máxima de ofrecer buen producto, bien elaborado y bien servido, tienen sus 'trucos' para intentar ahorrar en la medida de lo posible. En el caso de Willie Orellana (Uvedoble), mucha rotación de mesas, servicio rápido y platos para compartir y fáciles de comer. Para José Andrés Jiménez (Almijara), la clave está en comprar lo justo y en una estructura de negocio familiar: tres personas para apenas diez mesas. Y luego organización a la hora de racionar y envasar al vacío: «Nos ayuda a economizar». Pero tiene claro que el público «lo que busca es que le sorprendas». Él lo hace con dos ingredientes fundamentales: calidad y precio.

Esfuerzo y equilibrio

«Sólo se trata de encontrar el equilibrio», apunta Alberto Torreblanca, advirtiendo del esfuerzo que supone ese equilibrio. También puede dar fe Pepa Conde (El Hacebuche): «Nosotros no tenemos nada prefabricado ni congelado, cocinamos al día, y eso requiere muchas horas de trabajo». Que se lo digan a Antonio López, que abre su Restobar 4 Mesas de sol a después de sol. Le permite aprovechar para hacer producción. «Elaboramos nuestra propia cuarta gama, y eso nos ayuda a ahorrar costes sin perder calidad», aclara el cocinero, que juega mucho con técnicas como la baja temperatura y la complicidad con los proveedores para ajustar precios. Quien se sienta a su mesa lo agradece. Y «sentirse como en casa», algo que busca también Rubén Marcos López (El Rincón de Lola). Porque a la larga funciona. Fideliza.

«La quinta gama acaba cansando, es mejor apostar por una cocina casera, que no resulte pesada. Si en un sitio comes como en casa, vuelves. Y es emocionante ver que la gente repite, es un subidón lo feliz que les haces». Lo dice Willie Orellana después de casi 14 años de firme apuesta por una taberna ya imprescindible en el Centro como es Uvedoble. Su emplazamiento, a los pies de la Alcazaba, le da más mérito aún. Aunque como él, son muchos los hosteleros que siguen demostrando que es posible la calidad a precios asequibles. No ofrecen lujos, pero nos permiten el lujo de comer muy bien (con vino y postre si queremos) sin que la tarjeta tiemble mucho. Les animamos a descubrirlos. Aquí proponemos una selección de gastrobares, restaurantes informales, mesones y bares de barrio en los que la calidad no está reñida con el precio. Sabores reconocibles, tradicionales, pero con su toque de modernidad y creatividad. No están todos los que son. Así que continuará... De momento, pasen y prueben.

  1. Almijara

    Un bar de barrio «venido arriba»

José Andrés Jiménez, en el interior de Almijara.
José Andrés Jiménez, en el interior de Almijara. MIGUE FERNÁNDEZ

Las claves

  • Entre los platos ineludibles destacan la carrillada de cerdo ibérico acabada con mole (ración: 16 euros), los huevos rotos con solomillo al ajillo, mayonesa de ajo asado y pimentón (12 euros), o las croquetas de carrillada al PX (1,50 euros/unidad).

  • Los aficionados al cuchareo tienen también su hueco con los guisos que ofrece a diario.

  • El carácter familiar del negocio es un punto a favor del cliente, se nota en el trato.

  • Dirección Pasaje San Fernando, 3 (El Perchel-Málaga)

  • Teléfono 951 35 39 00

  • Página web almijaracasualbar.com

  • Cierre Domingos y lunes a mediodía

Calidad, precio y servicio son las prioridades de José Andrés Jiménez. Más de treinta años al frente de Almijara Casual Bar le avalan. Y avalan su honestidad y afán de superación, que han hecho que esa inquietud se haya ido viendo reflejada de forma ascendente en la cocina de este «bar venido arriba», como prefiere llamarlo. Huye de la palabra 'restaurante'. Le llena de orgullo denominarlo bar de barrio. Del Perchel, en concreto. Y en él ha forjado un proyecto que ha ido de menos a más. Sin perder esa esencia de tradición, pero añadiéndole poco a poco su toque de innovación. De ahí salen platos como la demandada carrillada de cerdo ibérico acabada con mole o la empanadilla marroquí.

Tampoco fallan clásicos como los huevos rotos con solomillo al ajillo, mayonesa de ajo asado y pimentón, ni otros como el rabo de toro, el flamenquín relleno de chivo, el camperito de atún con papada de bellota, los fideos tostados con langostinos al pilpil o la ensaladilla rusa, uno de los platos más fotografiados (no se sirve en plato convencional, y hasta ahí podemos leer). En el apartado dulce, sólo tres opciones, pero consistentes: tarta de queso de cabra, bizcocho borracho con helado de yuzu y crujientes de arroz con leche y helado de leche merengada. Uno de cada.

  1. Caléndula

    Un imprescindible en Torremolinos

Terraza de Caléndula, en Pueblo Blanco.
Terraza de Caléndula, en Pueblo Blanco. SUR

Las claves

  • Entre sus obligados, el ajoblanco (7,50 euros), el bacalao gratinado sobre pimientos rojos caramelizados (10,90 euros), la zamburiña con tomate japo y crema de lima (3,20 euros) o el cochinillo con crema de manzana y PX (10,80 euros).

  • Ubicado en Pueblo Blanco, cuenta con una agradable terraza que se llena fácilmente. Su interior no es muy amplio, así que es recomendable evitar las horas habitualmente más concurridas o reservar con tiempo.

  • No hay que perder de vista los platos que ofrece cada día como sugerencias, jugando con el producto de temporada.

  • Dirección C/ Skal, 6 (Torremolinos)

  • Teléfono 951 10 46 42

  • Cierre Domingos y lunes

Uno de esos restaurantes imprescindibles de Torremolinos. Y no sólo por la factura. Calidad, pasión, creatividad, y mucho gusto están detrás de cada plato en Caléndula. Desde hace casi diez años, Cristina Domínguez ofrece en el céntrico Pueblo Blanco una cocina personal, sin alardes ni artificios, de sabor casero, con la base de quien lleva media vida en el oficio, pese a su juventud. Arraigada, pero con su toque de vanguardia. Siempre con un punto más allá. Se cata en platos como la ensaladilla rusa con espuma de mayonesa de aceitunas, el gambón crujiente con mayonesa de cacahuetes, la porra de naranja con bacalao ahumado o el taco de camarón con guacamole, wakame y langostino.

Si les gusta el pescado, y concretamente el bacalao, tampoco pueden perderse uno de sus 'must': el bacalao gratinado sobre pimientos rojos caramelizados. Para los carnívoros: opciones como la pluma ibérica con láminas de tocino y mojo 'no muy picón', las costillas, o el magret de pato. A favor, muchos de los platos se pueden pedir en media ración, lo que permite probar más de la carta, especialmente si se va en pareja. ¿En contra? Sus mesas están cotizadas, así que conviene ir pronto o reservar con antelación. Ah, y dejen hueco para el postre, buenos, bonitos y baratos.

  1. Cuatro Mesas

    Algo diferente junto a la playa

Terraza cubierta de Restobar 4 Mesas.
Terraza cubierta de Restobar 4 Mesas. SUR

Las claves

  • Entre las propuestas que no hay que perderse, el timbal de cordero a baja temperatura con cuscús y salsa de miel y mostaza (17,50 euros), el falso risotto de boletus y trufa con escamas de parmesano (14,50 euros), las croquetas de gambas al ajillo y huevo cocido (12 euros) o el brioche de carrillada ibérica con mole, curry amarillo y coco (8,50 euros).

  • En pleno paseo marítimo, lo ideal es reservar en la terraza, precisamente su espacio más demandado.

  • También ofrece desayunos, por lo que puede ser una buena opción para empezar el día con vistas privilegiadas.

  • Dirección Avenida del Mediterráneo, 130 (Rincón de la Victoria)

  • Teléfono 616 62 87 77

  • Cierre Lunes

En apenas cinco meses, este restobar se ha convertido en uno de los lugares de moda de Rincón de la Victoria. No es casualidad. Se notan las tablas, y la complicidad, de un equipo comandado por Antonio López. De sobra acreditada su profesionalidad en los fogones, este cocinero de La Cónsula emprendió hace tres años un camino propio en Rincón tras dejar La Calma. Apenas cuatro mesas dentro y otras tantas fuera. Su idea siempre ha sido tener un restaurante con esa capacidad. De ahí el nombre. A pesar de la mudanza. Porque no le convencía la ubicación. Entonces, le salió la oportunidad de cambiar de vistas y no lo dudó. Ahora mira al paseo marítimo.

Y el público le ha respaldado. Gusta ese punto de diferencia que aporta a una zona mayoritariamente copada por las tapas y el pescaíto frito. Cuidando los detalles y con precios razonables pese a la ubicación y la calidad del producto, busca siempre ofrecer algo nuevo. Lo hace trabajando muy al día y con la temporada. En función de eso podemos encontrar desde influencias marroquíes hasta un poké o incluso un plato de cuchara. Todo en una carta que, además de desayunos, ofrece clásicos como la ensaladilla rusa o el steak tartar, así como croquetas de gambas al ajillo, timbal de cordero, brioche de carrillada, rulo crujiente de pato, e incluso un guiño a La Cosmopolita con sus albóndigas de rabo de toro. Sin olvidar platos fuertes como el atún (en diferentes versiones) o la carne, con cámara de maduración propia.

  1. El Hacebuche

    Una carta del día

Antonio Martos, en la terraza de El Hacebuche.
Antonio Martos, en la terraza de El Hacebuche. ANTONIO J. GUERRERO

Las claves

  • Entre sus platos más solicitados se encuentran los guisos como las porrillas (14 euros) o su personal ensaladilla rusa con zanahoria, pescada y gambas (10 euros).

  • Aviso a los fans de los cachopos, porque aquí pueden darse un homenaje. Kilo o kilo y medio de cadera de retinto gaditana sirven de base, además de queso de oveja, de cabra y jamón ibérico (entre 23 y 27 euros, en función del peso). Por encargo.

  • Una de sus especialidades son los postres, entre los que sobresalen la sagargala (bizcocho de soletilla empapado en reducción vino tinto, relleno de crema queso y cubierto de compota de manzana), la tarta de la abuela y, por supuesto, el bienmesabe, que elaboran con receta del siglo XVI.

  • Dirección Plaza del Coso Viejo (Antequera)

  • Teléfono 952 84 65 74

  • Cierre Lunes y noches de martes a jueves

Sólo producto del día es el que sirven Pepa Conde y Antonio Martos en este acogedor mesón de Antequera cuyo nombre hace un juego de palabras con esa parte de arraigo a la tierra y al hecho de alegrar el estómago al comensal. En pleno centro de la ciudad del Torcal, ofrecen una cocina muy marcada por el producto fresco, de mercado. Y por la tradición. Ahí está precisamente su punto diferencial: en platos que ya son difíciles de encontrar, como la porrilla de setas o la de bacalao con espinacas. O postres como la sagargala, un clásico de la cocina vasca, aquí con bizcocho de soletilla empapado en una reducción de vino tinto, relleno de crema casera de queso y cubierto de compota de manzana. Todo casero. No adquieren grandes cantidades de producto. La idea es consumirlo en el día.

Pescado de la lonja de Caleta de Vélez o carne ibérica de bellota de Cazalla de la Sierra son algunos de los ingredientes de una carta muy voluble. ¿Que hay atún bueno? Pues marmitako o tataki. No todo son guisos y tradición en esta casa. Muy apreciados son también los revueltos y la ensaladilla rusa, en este caso, con pescada y gambas. Tienen, además, muy en cuenta a los celíacos. Aunque prácticamente todos los platos son aptos para las personas con este tipo de intolerancia, Pepa cuenta con una freidora específica y además elabora los empanados con pan sin gluten. En mente tiene ya albóndigas de choco y croquetas de pescado para esta semana. Por si alguien se anima. Eso sí, hay que tener en cuenta una cosa: las raciones son bastante generosas.

  1. El Rincón de Lola

    Como en casa en una esquina de Huelin

Rubén Marcos López sirve una mesa en la terraza de El Rincón de Lola.
Rubén Marcos López sirve una mesa en la terraza de El Rincón de Lola. MIGUE FERNÁNDEZ

Las claves

  • Entre sus pesos pesados cabe resaltar el cachopo de presa ibérica (14,95 euros), los canelones de rabo de toro (13,95 euros), el atún teriyaki (11,95 euros) o las piruletas de gambón con salsa kimchi y chili sweet (11,95 euros).

  • Merece la pena probar las ensaladas que sirven con helado, muy curioso el contraste.

  • También son recomendables sus panes bao, pero apunten: sólo los sirven en el servicio de cenas.

  • Dirección Plaza Moreno Villa, 9 (junto al Parque de Huelin) - Málaga

  • Teléfono 601 252 736

  • Web rincondelolarestaurante.com

  • Cierre Lunes y noches del domingo, martes, miércoles y jueves

Con el producto de mercado como máxima, Rubén Marcos López se ha afianzado en su Rincón de Huelin. O mejor dicho, en el Rincón que lleva el nombre de su mujer, Lola. Un negocio familiar al que se aferraron como tabla de salvación de la crisis de 2008, justo cuando aterrizaban desde Madrid en Málaga junto a su hijo. Procedente del sector de la logística, López se recicló, se formó en hostelería y ahora cualquiera que lo vea piensa que lleva toda la vida en un mundillo «apasionante», según reconoce. Se mueve como pez en el agua en la esquina que ocupa este restaurante informal que aspira a ser como «comer en casa».

Cocina tradicional con destellos de modernidad y creatividad que aportan un aliciente más para acercarse a este rincón con «muchas ganas» de superarse día tras día. «Buscamos constantemente ideas nuevas para atraer al público y que El Rincón de Lola vaya creciendo poco a poco», advierte Rubén Marcos López, especialista en ajustar los precios para ser competitivos. No hay más que ver el completo menú que ofrecen a diario por 11 euros. Aunque quien prefiera carta, también la tiene. Y entre ellos hay clásicos ya inamovibles como el tartar de salchichón de Málaga, las piruletas de gambón, las croquetas, las albóndigas de carrillera a la tikka masala o las ensaladas (con helado). De postre, imperdible la tarta de queso.

  1. Irrazional

    Frescura en bocados gourmet

Algunas de las propuestas de Irrazional.
Algunas de las propuestas de Irrazional. SUR

Las claves

  • En su 'top ten', figuran los panes bao, muy demandados. Los hay de pollo con salsa barbacoa thai; de rabo de toro, salsa brava y piparra; y de langostinos y mayonesa de mango (9 euros dos unidades).

  • Los niños tienen su propio espacio en la carta, con opciones como los tagliatelle a la boloñesa (8,50 euros), las croquetas de jamón ibérico (8,50 euros) o los fingers de pollo con patatas fritas (10,50 euros).

  • Su carta de cócteles invita a abrir boca o a hacer una buena sobremesa en su terraza.

  • Dirección Bulevar de La Cala, 47 (La Cala de Mijas)

  • Teléfono 952 49 36 20

  • Cierre Martes y miércoles

En pleno Bulevar de La Cala encontramos este pequeño espacio de bocados gourmet. Ese es su objetivo, propuestas bien elaboradas a un precio asequible. Apelando a las emociones, más que a la razón, como su propio nombre indica. Y con mucha frescura. Ya es buena declaración de intenciones abrir la carta con el apartado 'Compartir al centro'. Una larga lista en la que se incluyen desde ensaladilla de gamba blanca y croquetas de pollo rustido y jamón ibérico, hasta wontón de ternera con salsa agridulce, pastela árabe con pistacho y salsa de tamarindo o ceviche de pez limón y crujiente de plátano macho. Tampoco se quedan atrás sus hamburguesas: de ternera con salsa de queso cheddar y de wagyu con cebolla caramelizada.

¿Que queremos ir más allá? También hay solomillo de vaca premium, entrecot de Angus, lingote de cordero a baja temperatura con salsa hoisin, incluso, para los más ambiciosos, chuletón de vaca del País Vasco (en este caso, habría que consultar disponibilidad). Los más marineros tienen otras opciones, como el rodaballo meunière con milhojas de patatas, o el pulpo braseado sobre romesco. Para poner la guinda, una buena elección puede ser su tarta de queso payoyo. Como añadido, interesantes propuestas de coctelería.

  1. La Pera

    Cocina con sello malaguita

José Francisco Martínez y Alberto Torreblanca capitanean La Pera Gastrobar.
José Francisco Martínez y Alberto Torreblanca capitanean La Pera Gastrobar. ÑITO SALAS

Las claves

  • Entre sus imperdibles se encuentran las mollejas de chivo (12 euros), la tortilla vaga de morcilla de Ronda (9,50 euros) o el brioche de pringá (6,50 euros).

  • Quienes sean fieles defensores del producto andaluz, y concretamente malagueño, se sentirán aquí en su salsa.

  • A pesar de situarse en Teatinos, se aleja de la zona de bullicio. Una ventaja para quien busca más tranquilidad y poder aparcar con facilidad.

  • Dirección C/ Pablo Gargallo, 7 (Teatinos-Málaga)

  • Teléfono 951 99 20 73 - 655 115 762

  • Cierre Domingos y noches del lunes, martes y miércoles

Su nombre lo dice todo. Málaga está muy presente en este restaurante de Teatinos, pero apartado del mundanal ruido de la zona de Plutarco. En consonancia con su filosofía de ofrecer una experiencia pausada, sin prisas. Y, sobre todo, con muchos guiños a la tierra. De hecho, entre sus 'must' destacan el tartar de salchichón de Málaga o las mollejas de chivo malagueño. «Platos intocables», según Alberto Torreblanca, al frente de este 'barco' al que le ha venido muy bien la incorporación del QR por la flexibilidad y frescura que aporta a la carta. Ahí sale beneficiado el comensal, que puede encontrarse constantes novedades sin cansarse.

Los pinchos de cordero a la moruna sobre pisto o el parmentier de trufa, boletus, yema de huevo y velo de papada ibérica son algunos ejemplos de esas propuestas que se van sumando a una lista en la que tampoco faltan las patatas bravas, las albóndigas de vaca rubia, las croquetas de rabo de toro y de choco, el pulpo a la brasa con cremoso de coliflor, o el exitoso brioche de pringá. Quienes busquen alternativas más creativas también las hay. Para muestra, las migas de cuscús o las vieiras con cremoso de alcachofa. Y de principio a fin se deja notar el sello malaguita. No falta en la parte dulce con postres como la leche frita de pera con ron miel de Málaga o la torrija con vino dulce de Málaga.

  1. Uvedoble

    Una parada obligada en el Centro

Willie Orellana, en la barra de Uvedoble, con Ángel Martos, jefe de sala.
Willie Orellana, en la barra de Uvedoble, con Ángel Martos, jefe de sala. MIGUE FERNÁNDEZ

Las claves

  • Entre sus obligados están los famosos fideos negros (ración: 13,50 euros), la ensaladilla rusa (ración: 9,50 euros), el brioche de cochinillo gratinado con alioli de su jugo (4,20 euros) o la tortilla de patatas trufada al momento (13,50 euros).

  • Su amplia barra resulta muy cómoda para hacer una parada rápida y comer de tapeo por menos de 20 euros.

  • Un aliciente añadido a la oferta gastronómica es su emplazamiento, en pleno Centro, justo frente a la Alcazaba y el Teatro Romano. Su terraza es un aliciente más.

  • Dirección C/ Alcazabilla, 1 (Centro-Málaga)

  • Teléfono 951 24 84 78

  • Web uvedobletaberna.com

  • Cierre Domingos

Camino de los 14 años, Taberna Uvedoble ha sabido capear con buena salud el paso del tiempo, y la subida de los costes, sin despeinarse. El establecimiento que capitanea Willie Orellana en plena calle Alcazabilla no sólo sigue teniendo una de las mejores relaciones calidad-precio de Málaga, sino que además ha ido creciendo… física y gastronómicamente, hasta convertirse en un referente en el que se puede comer muy, muy, bien por 20-25 euros. Con opción de tapas, medias raciones y mucho para compartir. Por ejemplo, su premiada ensaladilla rusa, los fideos negros tostados con calamaritos, las albóndigas de rabo de toro o el minikebab de gambas al pilpil.

Sólo algunos de las cerca de cuarenta propuestas más y menos tradicionales que se incluyen en una carta reconocible, sin estridencias, y bastante estable a la que se han ido sumando con los años jugosos bocados como el brioche de cochinillo o el camperito de ventresca de atún. Para todos los gustos. Sin faltar guiños a la tierra como el ajoblanco con caballa y granizado de mango, el ravioli de puerro, gambas y setas con gazpachuelo de puchero o los canelones de chivo malagueño. Ojo también a las sugerencias del día y a los postres. Sólo una advertencia: hay que ser previsor y reservar con tiempo, o si se improvisa, intentar evitar las horas punta.

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