Ahora que, in extremis, España está pisando el acelerador de las energías renovables, en muchas tierras agrícolas van a crecer parques eólicos y huertos solares. ... Nos equivocamos si creemos que tal cosa va a limitarse a tierras donde languidecen cultivos prescindibles. En Jerez, viticultores y profesionales del vino han tenido que movilizarse a toda prisa para tratar de evitar que los viñedos con más historia y calidad de Jerez se transformen en parque eólico. El mítico Pago de Macharnudo, cuna de los generosos más apreciados de la D. O., viñedo desde época árabe y terroir famoso en todo el mundo por la calidad que sus suelos dan a los vinos, está a un paso de ser coronado con aerogeneradores de 120 metros de altura, más una línea de torres de alta tensión que surcará también el pago histórico de Añina, con el consiguiente daño no solo para aves y viñedos, sino para quienes habiten o trabajen en los alrededores. A pesar de que los afectados estén suplicando la intervención de las administraciones, son conscientes de que han llegado tarde, cuando las licencias ya estaban concedidas a la promotora. En otras zonas de Europa, los viñedos históricos han sido declarados patrimonio protegido por la Unesco, algo que tal vez tengan que plantearse solicitar Jerez y otras zonas vinícolas. Pero la gran pregunta es: ¿Cómo se ha llegado a esto? Y la respuesta la ha dado Miguel Arias Cañete diciendo que «con el precio que se paga por la uva en Jerez, no es extraño que las renovables lleguen al viñedo». Diana. Si la tierra no nos da nada, al menos que nos den algo por ella sin sudar. Lo preocupante es que la afirmación la haga alguien que fue ministro de Agricultura durante cuatro años, porque estuvo en el lugar adecuado para hacer algo al respecto. En Jerez, según las organizaciones agrarias, el kilo de uva se paga a 39 céntimos, y el coste del agricultor se estima en 53 céntimos el kilo. Si no son molinos, vendrá otra cosa.
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