Doña Francisquita: «Los verdaderos protagonistas son siempre los invitados»
Nacida a principios de los 90, esta es una empresa de restauración bandera de Málaga
Chicho Marín
Domingo, 8 de noviembre 2015, 00:11
La familia Sánchez nos recibe a las puertas de la Finca La Tosca, en Churriana. José Manuel, Pilar y la hija de ambos, Sonia. Falta ... el otro hijo, Alberto. Nacida a principios de los 90, Doña Francisquita es una empresa de catering bandera de nuestra ciudad. Su sello: amabilidad, buen servicio y gran gastronomía.
A principios de los 90, en un pequeño restaurante en Torremolinos algunos clientes comienzan a hacerle los primeros encargos a José Manuel...
Sí, comenzamos con pequeños servicios en domicilios, después llegaron eventos en los espacios que había entonces para catering. La demanda nos permitió invertir y crecer de manera controlada.
La primera oportunidad de un gran de servicio os llega al atender un congreso de Ginecología en el año 93, para nada menos que 2.500 personas. ¿Qué tal fue aquella experiencia?
La clave es la preparación y la organización antes del servicio. Planteamos dividir el evento en cuatro servicios de catering independientes, el resto fue sacar lo mejor de cada miembro del equipo. No habíamos servido el postre cuando nos entregaron la biznaga del congreso como reconocimiento a nuestro trabajo...
El equipo humano es la seña de identidad de cualquier catering. ¿Qué decís del vuestro?
Siempre nos han estado apoyando y dándolo todo. Han defendido la empresa como algo suyo. Su humanidad es admirable, responden perfectamente porque conocen bien la filosofía de estar al servicio del cliente en todo momento.
Siempre hay un evento curioso, difícil, delicado. ¿Cuál destacaríais?
En una ocasión teníamos una boda de más de trescientas personas que iban a almorzar al aire libre y había previsión de lluvia, así que nos pusimos a instalar una carpa. Cuando llegó la madrina con los novios nos miró con cara de qué habéis hecho... Con una mirada entendió que la lluvia estaba de camino. Una hora más tarde empezó a caer agua a mares. La historia terminó con satisfacción de los clientes. La capacidad de resolver imprevistos marca tu profesionalidad.
Han servido a la Casa Real en varias ocasiones...
... Y como siempre, la segunda llamada da más satisfacción, porque significa que lo has hecho bien. Sorprende su cercanía y humildad. Una vez, en un acto que presidían en La Cónsula, sabiendo que vendrían con retraso, nos hicieron dar el aperitivo sin ellos, con la extrañeza de invitados y autoridades. Argumentaron que sus invitados no tenían por qué esperar. Una muestra de su categoría humana.
¿Cuál es el perfil actual de vuestra clientela?
Muchos de nuestros clientes son novios de las bodas que servíamos, que hoy siguen confiando en nosotros para los bautizos y comuniones de sus hijos, y también nuevos clientes que, tras conocernos en algún evento, han querido contar con nosotros para su celebración.
¿Cuáles son las armas para el futuro?
Seguir haciendo las cosas con ilusión y profesionalidad, adaptarnos a las nuevas tendencias, como demuestran Sonia y Alberto, la segunda generación al frente de este barco malagueño que navega a velocidad de crucero.
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