Lucía Catering: «Cuando un cliente te vuelve a llamar has cumplido el objetivo»
La fundadora empezó con un reparto de tartas y postres a domicilio. Su buen hacer y el boca a boca hizo que pronto los restaurantes punteros de la época, como Frutos o El Refectorium, se convirtieran en sus clientes
Chicho Marín
Viernes, 16 de octubre 2015, 22:07
Lucía Catering nace a principios de los 90. Son años de crisis económica, y su fundadora, Lucía Montes, empieza con un reparto de tartas y ... postres a domicilio para sacar su familia adelante. Su buen hacer y el boca a boca hace que pronto los restaurantes punteros de la época, como Frutos, Antonio Martín o El Refectorium, se conviertan en sus clientes. Después le encargan el asesoramiento gastronómico del Hotel España de Benajarafe, donde celebra sus primeros servicios de catering. Años más tarde se incorporan a la empresa sus hijos Luchi, Eduardo y Elena. Jubilada Lucía, los tres forman la segunda generación de esta empresa.
A mediados de los 90, la familia adquiere el antiguo restaurante Romara. ¿Qué supone eso en aquellos años?
La verdad es que fue una apuesta arriesgada, pero el crecimiento debía pasar por la inversión y sobre todo, para seguir saliendo a dar servicios a fincas y domicilios debíamos cumplir una serie de requisitos. Las primeras celebraciones en este local nos ayudaron a invertir en el acondicionamiento de la cocina central y conseguir el registro sanitario que nos autoriza a realizar esta actividad.
¿Qué es lo que más les gusta de su trabajo?
La satisfacción del cliente. Un apretón de manos, un beso o un abrazo son como una buena propina. Supone mucho que te digan quienes se ponen en tus manos que hay momentos en los que somos más importantes que la novia o el novio. Cuando una empresa te vuelve a llamar para otro servicio significa que has cumplido el objetivo. La capacidad de sorprender a una novia que tenía antojo de cenar en su boda unos buenos huevos fritos con patatas no tiene precio.
¿Qué anécdota recuerdan con más cariño?
Hay muchas, pero una muy emotiva fue, cuando celebrando una boda, se puso a llover a cántaros y dada la capacidad de respuesta del personal, que trasladó todas las mesas y sillas a un lugar cubierto en muy poco tiempo, los invitados se pusieron a aplaudirnos un buen rato, y eso, cuando surge de manera espontánea, resulta precioso.
Por eso mismo, les quería preguntar qué opinión tienen de su equipo humano.
Es como una gran familia, se dan de una manera especial. Algunos llevan trabajando aquí más de 15 años y nos conocen desde nuestros comienzos.
Actualmente las empresas de catering basan su actividad en los servicios que se prestan en fincas dedicadas a celebraciones, pero algunas son de uso exclusivo para otras empresas. ¿Qué opinan de la exclusividad en estos espacios?
Es un tema delicado. En los espacios públicos no debería permitirse la exclusividad, ya que la competencia contribuye a mejorar los resultados económicos, y en las fincas privadas creemos que cuantas más empresas compitan por un mismo cliente, mejor servicio se le dará.
¿Qué tal se trabaja con la Administración e instituciones?
Han mejorado mucho, tanto en los espacios que disponen para trabajar como en la forma y tiempo de cobro.
Hace poco llevaron con mucho éxito el servicio de catering en la fiesta 8del8, con más de 1500 personas. ¿Cómo se da ese tipo de servicio?
Lo cierto que se trata de una fiesta que nos encanta hacer, porque la gente que asiste espera mucho de la organización y sabemos que no podemos fallar. Comercialmente nos jugamos mucho, y lo dimos todo para que fuera un éxito. Es cuestión de llevar bien estructurado todo lo que vas a hacer, hay un trabajo previo de muchas personas que controlan cada detalle.
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