La relación entre los peces grandes y los pequeños suele ser de depredación. Como mucho, en el caso de tiburones y rémoras, se produce un ... intercambio donde el pequeño se alimenta dando al grande un servicio. En el mundo de la gastronomía ha sido muy frecuente que ocurra algo similar. Sobran ejemplos de pequeños productores que han terminado lamentando la noticia a priori excelente de que una gran superficie o una gran plataforma 'on line' iba a distribuir su producto. Exigencias de precios por debajo de costes, demandas de producción inasumibles... La dependencia de terceros para llegar a determinados consumidores, sin embargo, se ha visto reducida durante la pandemia. Muchos ganaderos, queseros, horticultores, bodegueros, pescadores, artesanos panaderos, etc, han aprovechado las temporadas de confinamiento para establecer una línea de venta telemática. Y así, particulares y restaurantes pueden comprar huevos, aves de corral, salazones, chocolates 'bean to bar' o lo que les plazca sin intermediarios. Todo bien, salvo un detalle; la huella de carbono que deja esa multiplicación de envíos, y la generación de residuos. Plásticos, poliuretanos, cartones, cinta adhesiva. Recientemente ha habido colaboraciones menos asimétricas entre algún gran distribuidor y pequeños productores locales. Es el caso de Makro y su línea 'ADN Local', que al menos en Málaga se llevó a cabo en colaboración con Sabor a Málaga y tratando de tú a tú con los proveedores participantes para adecuar formatos, precios y entregas. La pregunta es si tras la pandemia habrá muchos acuerdos imposibles de mantener. En todo caso sería deseable pensar en sistemas de distribución que optimizaran la logística y no fueran leoninos para la parte débil. El 'market place' ecológico Hermeneus.es colabora con transportistas que en su ruta pasan por los pueblos para mandar los envíos. Imaginación y colaboración son claves para el futuro.
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