Profetas en su tierra

En circunstancias normales, la Costa del Sol recibe al año 12 millones de visitantes, lo que convierte este territorio en un mercado apetecido por cualquier ... zona vinícola. Rioja, Ribera del Duero, Rueda, Rías Baixas, Navarra, Jerez... Todas buscan legítimamente su cuota de mercado. Alguna de estas denominaciones de origen ha participado en el patrocinio de gran proyección como el Festival de Cine, circunstancia que ha escocido al sector del vino local. Algo comprensible. Si hablamos de recursos, la lucha es bastante desigual. Cómo comparar el rendimiento de las 3.800 hectáreas de viñedo de la provincia, divididas en explotaciones que rara vez alcanzan las diez hectáreas, con las 17.000 hectáreas de Rueda, las 25.000 de Ribera del Duero o las 41.500 de La Rioja, por mencionar las zonas con más presencia en el mercado local. La cuestión es que si todo el vino que se produce en la provincia se vendiera localmente, aún quedaría bastante pastel para estos y otros productores nacionales e internacionales. Pero por mucho que seamos pequeños o más pobres que otros, hay algo que no depende de la riqueza o la dimensión: la iniciativa, la capacidad de aprovechar las oportunidades. Ese es el paso que el Consejo Regulador de la D. O. Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga ha dado este año con la organización de la ruta 'Vinomascope', tal vez el plato más apetecible de la programación de Cinema Cocina que, meritoriamente en un año sin apenas rodajes, ha sacado adelante Lumen Proyectos Gastronómicos, responsable de esa sección del Festival. También ha hecho posible esta ruta con el apoyo de la Diputación, de 27 bodegas y de 41 bares y restaurantes. Así, los vinos de la provincia van a ser profetas en su tierra y a tener un escaparate en el Festival, en una ruta atractiva y asequible para el público, que supone un esfuerzo para todos, pero sin duda va a tener retorno. Del lamento a la acción, por fin.