El Málaga estima que Chavarría no recuperará su mejor nivel hasta mediados de la segunda vuelta

Chavarría ya pasó por un trance similar en su trayectoria y él mismo reconoció que acortó los plazos de manera llamativa, aunque entonces con apenas 21 años. Ese es un detalle que conviene tener en cuenta y que puede echar por tierra cualquier pronóstico sobre el argentino. No obstante, también es obligado incidir en que ahora tiene más edad (cumplirá 34 años el 2 de enero) y que además sus características –en particular, su movilidad– aconsejan optar por la vía de la prudencia.

Tanto Chavarría como su compañero Calero, que también sufrió una lesión de ligamento cruzado –como ahora Luis Muñoz–, han seguido un proceso de recuperación sin contratiempos, incluso en determinadas fases por delante de lo previsto. Aun así, es necesario aludir a la situación que vive el lateral derecho y, en particular, las fechas para su regreso en plenitud de forma.

Calero se lesionó el 13 de diciembre en el encuentro liguero disputado en Almería. Ya fue convocado en la tercera jornada del actual campeonato, en casa contra el Alcorcón, e incluso saltó al campo en el minuto 64 durante la visita a la Ponferradina, saldada con un monumental descalabro del Málaga (4-0). A pesar de que se ha vestido en los siete últimos encuentros, resultó llamativo que el viernes, en Valladolid, José Alberto resolviera la ausencia de Víctor Gómez (que a esa misma hora jugaba con la selección española sub-21) con la apuesta por Ismael Casas. Es decir, aunque este no convence al entrenador ovetense –él y el director deportivo, Manolo Gaspar, ya la recomendaron en agosto al canterano que se marchara cedido–, prefirió alinear al linarense antes que al madrileño. Se esperaba una alta exigencia física y la conclusión es obvia: no quiso arriesgar con Calero.

Que el '2' titular en la primera vuelta de la pasada temporada no tuviera un minuto en el estadio José Zorrilla pese a la ausencia obligada de Víctor Gómez obliga a hacer cuentas. Es cierto que cada jugador (y cada persona) recupera de forma distinta, pero en el caso del madrileño han pasado ya diez meses (se cumplirán el miércoles) desde la lesión,

Por su parte, Chavarría se lesionó el 1 de marzo en la visita al Mirandés (en una carga del central Vivian, ahora repescado por el Athletic) y, a tenor de la situación de Calero, no parece probable que el argentino vaya a estar en enero, a la vuelta de las vacaciones navideñas, en su mejor nivel. Esa es la previsión interna, dado que el delantero todavía está aún en el proceso de coger la forma. De hecho, no está tan claro que a corto plazo vaya a disponer de muchos minutos –han pasado menos de siete y medio desde aquel grave percance– y hasta está en el aire que pueda jugar con cierta regularidad en los compromisos de diciembre, contra el Amorebieta en casa (el día 5), en Eibar (el 12) o en La Rosaleda frente al Leganés (el 19).

Los meses de enero y febrero, con cuatro compromisos ligueros cada uno, deberán de servir para que Chavarría ya adquiera el rodaje necesario. Pero otra cuestión será que alcance su mejor nivel; esto es, que ofrezca la movilidad, el dinamismo y la capacidad para generar espacios que tanto le hicieron brillar hasta que se lesionó en Anduva. Esa situación se espera más entre marzo y abril.

Dado que marzo se abrirá con la visita al Amorebieta (en la 30.ª jornada) y abril con la cita en Gerona (en la 34.ª), la estimación de los técnicos pasa por ver a Chavarría en su mejor nivel para el último cuarto de Liga, ya con el rodaje y la continuidad necesarios para ser una pieza importante en el equipo blanquiazul. Claro que el argentino es, según se apunta desde el club, «tremendamente optimista» y él se ve a tope antes.