Rafita aprueba el examen más exigente

Y el lateral blanquiazul completó una gran actuación: quizá ayudó que el atacante canario no estuviera fino, pero Rafita se mostró muy solvente atrás y supo contenerle a él, a Mario Soriano y Luismi Cruz (a menudo intercambiaban posiciones), escoltado por Murillo en los repliegues, y se incorporó en varias ocasiones al ataque malaguista. En lo estadístico, recuperó dos balones y tan sólo falló dos pases (15 de 17).

Este periódico pudo conversar con su padre, Rafa, que también fue futbolista, con una extensa trayectoria en el fútbol de Vélez-Málaga, llegando a jugar en Tercera como delantero. Dijo que su hijo "no se esperaba ser titular, pero cuando se lo dijeron, imagínate. Estaba muy contento, pero también estaba esa presión por cómo llegaba el equipo, de cuatro derrotas seguidas, venía un equipo que era el único invicto entre Primera y Segunda División y a él le tocaba marcar al mejor jugador de la categoría, que es Yeremay. Me dijo que al principio estaba un poco nervioso, pero que los compañeros le arroparon muy bien y creo que él estuvo muy bien. Su sueño desde pequeño era este, jugar en La Rosaleda, porque había ido convocado varias veces pero la mayoría eran fuera de casa, y lo cumplió. Está en una nube", comentó Rafa sobre el verdadero debut de su vástago.

Dio detalles de la personalidad del chico, y que denotan que Rafita tiene claro que "quiere ser futbolista profesional. Es un chaval muy consciente, reservado, centrado y frío. Él lo tiene claro". Al ser preguntado por otros casos de canteranos, como Izan Merino o Aarón Ochoa, que debutaron un poco más jóvenes, Rafa aseguró que "no dudó en ningún momento de que llegaría la oportunidad. Él es muy trabajador y sabía que si continuaba poco a poco y haciendo las cosas bien le llegaría. Tampoco está muy obsesionado y ahora tiene que seguir luchando por un puesto".

Hasta hace bien poco, Rafita también era delantero como su padre. No fue hasta que se topó con Juan Francisco Funes, entrenador del Malagueño, que comenzó a actuar como lateral derecho: "Antes veía más cosas de mí en él porque también era delantero como lo fui yo durante gran parte de mi carrera. Incluso en el juvenil en el San Félix era extremo derecho. Pero Funes habló con él y lo reconvirtió a lateral, y desde el principio se sintió muy cómodo, también porque es un chico muy sacrificado. Hay que darle las gracias a Funes porque desde que Rafita era juvenil lo vio claro y con él ha cogido muchos conceptos defensivos, porque los ofensivos ya los tenía por haber sido atacante durante 14 años".

Rafita acaba contrato al término de la presente temporada, pero no es un asunto que le preocupe a él ni a su padre: "No es algo de lo que estemos ahora mismo muy pendientes. Desde el primer momento él dijo que eso quería dejarlo a un lado y que fuera su representante el que hable con el club. Él está centrado en lo suyo, que es el Málaga, y lo que tenga que venir vendrá".

Rafita se entrenó y fue convocado en varias ocasiones la temporada pasada, pero no ha sido hasta ahora, con 20 años y tras la lesión muscular de Puga (que regresará dentro de pocas semanas), que ha recibido la oportunidad de Pellicer, convirtiéndose en el vigésimo segundo canterano que debuta con el castellonense. Es posible que Rafita, como hicieron hace poco Chupete y Rafa y ahora hace Recio, compagine sus actuaciones en el primer equipo y el Malagueño, aunque ya no dejará de ser uno más en los entrenamientos del primer plantel aun con el retorno de Puga.

No era un examen sencillo, pero Rafita aprobó y con nota en su estreno en La Rosaleda, y se afianza como un efectivo más para este Málaga, en el que poco a poco comienza a recuperar jugadores, pero continúa habiendo muchas bajas.