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Shaheen, en el palco de La Rosaleda. :: salvador salas
MAL PRESENTE Y PÉSIMO FUTURO

MAL PRESENTE Y PÉSIMO FUTURO

Al-Thani, con su ineptitud, dirige al club a lo peor. Pasan las querellas, aumentan las trampas, siguen las destituciones...

PACO CAÑETE

Martes, 21 de enero 2020, 00:16

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Pasó la jornada 24.ª. Va de empates. Tocó en Fuenlabrada, otro que más bien baila con las 'X'. Lleva seis consecutivas. Y las que te rondaré morena. Esta Segunda no vale un pimiento. Ni por arriba ni por los que cierran la tabla. En 23 jornadas se han registrado 175 repartos de puntos. El Málaga, sin contar el del Fernando Torres, suma 11. El Racing, hasta hace una semana, contabilizaba 13. Era el colista. La Liga de los torpes. Presenciar un buen partido es estar de enhorabuena. Por algo participan decenas de 'tuercebotas'. Un apartado lo componen los que le dan al balón, y otro lo forma la clase dirigente. En ambos el suspenso es general.

En la sección de presidente, el Málaga Club de Fútbol se lleva la palma de lo pésimamente hecho. Más que un club parece un 'mercadillo'. Vende al precio que marca la necesidad. Hasta hoy, de mal en muchísimo peor. Coquetea con la desaparición. A pesar de que no conoce la derrota desde hace ocho jornadas, continúa cerca del peligro (tres puntos por encima de la zona de descenso). Cierto es que ha mejorado algo, pero el empacho de empates lo castiga en la clasificación. La entidad, de puertas adentro y afuera, es un barullo, un desorden en el que impera la confusión, el embrollo. En general se encuentra en una situación difícil de resolver. Más que difícil. Se vende lo mejorcito y se compra lo que apenas tiene mercado. Aun así, la deuda es grande, prohibitiva para el futuro.

Ni qué decir hay el nombre del culpable: Al-Thani, desaparecido del club hace meses. No se mete las manos en los bolsillos, ni tampoco realiza el mínimo gesto de marcharse. A veces da la sensación de que el presidente del club pretende estrellar a la entidad con lo que sea, pero que salga hecha añicos. Negativamente, pero sigue mandando. Ahora a través de un director general, el de las ojeras. Parece 'el guerrero del antifaz'. ¡Qué más da!. No sabe, no sirve, no da una en línea recta como su jefe. Uno más uno son dos, dos ineptos. Hacen daño al club como si fueran una docena. Pasan las querellas, aumentan las trampas, siguen las destituciones... Ahora se proponen vender la mayor parte de la cantera y a los futbolistas del primer equipo, como Luis Hernández, Adrián, Antoñín, el portero... En fin, lo que ustedes ya saben. Mientras, la afición protesta, pero sin mucho escándalo. A tal punto llega la desfachatez que las autoridades que han hecho por el Málaga quedan en ridículo por impotencia.

El pasado viernes, en Fuenlabrada, un grupo de malaguistas acompañó al equipo como es habitual. ¿Sienten pena de estos buenos seguidores? ¿Que con la ley en la mano no hay forma de apartar a Al-Thani? ¿Es preferible que el Málaga desaparezca? He conocido numerosas crisis, pero como esta, ni meramente parecida. En medio, tranquilos, Al-Thani y el 'guerrero del antifaz'. Precioso y edificante.

Este final de mes va a resultar explosivo. Los clubes que pretenden a algún jugador malaguista esperan que en el club de La Rosaleda cunda la desesperación por vender. Los demás pretenden precio de ganga en la recta final del mercado. Y se esperan. Y para colmo, un solo fichaje: Buenacasa. Un refuerzo con un elemento que ha pasado muchos meses de lesión en lesión. El viernes ya ofreció una muestra (apenas estuvo diez minutos en el campo antes de sufrir molestias), aunque parece que no reviste importancia. El Málaga se dirige a ninguna parte. Al-Thani, con el refuerzo de su director general, va a hundir al Málaga. ¡Qué pena! Y qué asco. Dan náuseas. Por lo menos, en el club se reciben felicitaciones como la del Fuenlabrada porque han dejado el vestuario limpio, limpio, limpio... Por lo menos dan muestra de aseo, que no todo está enmarañado en el club de La Rosaleda, aunque el embrollo va en aumento jornada a jornada. ¿Quién, cómo y cuándo pone el dinero que necesita el club? Repito: a veces dan náuseas.

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