Regalo navideño de un equipo a la deriva
Una pésima segunda parte del Málaga, con una nula capacidad de reacción del banquillo local, que además regaló un cambio sorprendente con la salida de ... Dani Lorenzo, que era el único que con Larrubia ponía criterio, impidió que el Málaga ganara y sólo empatara con un Zaragoza que demostró su condición de colista y que sin embargo se llevó un punto que le supo a gloria. Mala cosa no ganar un partido como el empatado, con una oportunidad de oro para huir de los puestos de descenso, pero la falta de ambición del equipo unida a la pésima gestión de Funes en los segundos 45 minutos, facilitó que los maños empataran a falta de dos minutos del final del descuento (otra vez en el limite, ¡qué puñetas pasa!).
El Málaga se vistió de Papa Noël y de Rey Mago porque el penalti, absurdo y discutible, pero que se quedó en pena máxima, también fue un obsequio, consecuencia de que se le regaló el balón a un Zaragoza en el que Bare campaba a sus anchas, y Puga lo pasaba fatal en su banda sin que desde el banquillo se arbitraran soluciones, de entender de este deporte cuando llegan las aguas bravas. No hubo ambición, no hubo presión y al final nos empataron. Normal. Fue lamentable el juego local, una verdadera pantomima, pero esto es lo que el señor Loren Juarros ha querido con su nefasta gestión. Los cambios fueron un horror, con un Lobete que no aportó absolutamente nada. Todo se fue al garete. Otros dos puntos perdidos. Vamos por muy mal camino, y la afición, que lo ve, que lo soporta casi todo, se cabreó muchísimo contra todos los que manejan los destinos de un club intervenido judicialmente desde hace más de seis años con una gestión caprichosa, nefasta y absurda.
La afición no aguanta más, porque el Málaga no juega a nada, las decisión del cambio de Pellicer no la entiende nadie, los fichajes no han sido refuerzos, y encima hay jugadores que manifiestan una preocupante baja forma. Pero así seguimos, sin que nadie ponga pie en pared y un club y un equipo a la deriva. Y venimos de Talavera, ojo...
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