La Nueva Rosaleda tendrá casi imposible el acceso a dinero de fondos europeos
Deberá entrar en juego algún privado, como el Málaga, para cumplir las exigencias de la UE, que no aportaría de entrada ninguna ayuda
La Nueva Rosaleda no tendrá un camino allanado para encontrar financiación, ni siquiera de fondos europeos, que deberían estar en principio vinculados a una transformación ... del entorno. Tras el fiasco de la remodelación del actual estadio y la renuncia al Mundial 2030, las instituciones quisieron mostrar su predisposición a construir un campo para el Málaga lo antes posible (sin fecha ni financiación). Hablaron, sobre todo desde el Ayuntamiento, de posibles enclaves para el mismo, pero ahora parece claro que la apuesta se centra en construir un campo fuera de la ciudad, distinto al actual de Martiricos. Pero esta posibilidad seguramente contará con más obstáculos legales que la mencionada ampliación de la instalación actual.
En los últimos años han ido apareciendo denuncias y problemas añadidos por la construcción o cesión de estos campos públicos a terceros, clubes de fútbol privados (también con la aportación de terrenos a los equipos). Alquilar La Rosaleda al Málaga, por ejemplo, no tendría ningún problema en este momento, porque las instituciones propietarias reciben un canon de unos 300.000 euros anuales y el club también se encarga del mantenimiento y pequeñas reformas (puede llegar a gastar en una temporada hasta dos millones en el estadio), pero ¿qué ocurriría si las administraciones levantan un nuevo estadio?
La Unión Europea lleva algunos años muy pendiente de este asunto, pues en ciertos casos este canon era de hasta un euro (la institución europea entiende que las operaciones deben realizarse a precio de mercado).
De ahí que una nueva construcción con dinero público supondría un control muy directo para evitar que esta inversión se lleve a cabo precisamente para un ente privado. Acometer este proyecto, de esta manera, tendría más dificultades (de ahí que los propietarios de La Rosaleda apostaran para el Mundial por remodelar el campo). La mejor opción para suavizar estos inconvenientes estaría centrada en que se incluya a algún inversor privado, que podría ser en este caso el Málaga y alguna otra compañía que hiciera una aportación.
En otras ocasiones los obstáculos se pudieron superar curiosamente por la presencia de dinero privado en el proyecto, como ocurrió en Bilbao. En el caso de una nueva construcción, de esta forma, se acentuará la vigilancia de una forma considerable, al margen de la complejidad de este tipo de iniciativas, como se puede observar con cualquier tramitación que se pone en marcha en la ciudad.
Revitalizar la zona
Y también se alejan las posibilidades de conseguir una subvención europea. En principio, no existe esta posibilidad tampoco para una remodelación (la UE llegó a rechazar en Italia que este dinero se pudiera dedicar a los arreglos de dos estadios). Aunque en el caso de La Rosaleda, al tratarse de la revitalización de una zona de la ciudad, alguna de las instituciones se planteaba, al menos, pedir ciertas ayudas paralelas en las obras. Y también se pueden acoger cualquiera de estos proyectos a campañas puntuales, pero sin carácter general.
De ahí que el nuevo plan de las instituciones tenga ciertas lagunas que deberán ser consideradas con la antelación suficiente, pues su coste también será muy superior a la remodelación de La Rosaleda que se descartó con la consabida renuncia para celebrar en Málaga el Mundial 2030 cinco años antes de su celebración y que el equipo blanquiazul dispusiera de un estadio moderno y más amplio de una forma rápida, pues la actual instalación se ha quedado ya obsoleta.
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