¡Otro Malagazo!

Míchel le ganó la partida a Luis Enrique con un equipo más modesto, pero muy organizado y capaz de brillar también en ataque, igual que en defensa. El Málaga suma un triunfo sonado y premia a su afición con un partido estelar, cargado de detalles y que puede ser determinante también para el título de Liga. El equipo blanquiazul sigue plantando cara al Barça en cada partido. Este espectacular zarpazo deja muy clara la recuperación total y absoluta del cuadro malaguista, que estaban en una dinámica negativa hace apenas tres días.

Míchel apostó de entrada, como ya anunció, por presentar otra vez novedades. Lo primero fue el sistema de juego, con tres centrales (Ricca era uno de ellos), y después también hizo algunos cambios y rotaciones para presentar el mejor potencial ante un Barça que llegaba enrachado y muy motivado tras el empate del Madrid. Pero el equipo azulgrana, ya desde el primer instante, se encontró a un rival ordenado y muy complicado, como siempre.

El entramado diseñado por el técnico malaguista atascó al Barça y dejó sin opciones a sus estrellas. Después de un piscinazo, Suárez rompió el fuera de juego y se quedó solo ante un Kameni que detuvo su disparo en una espectacular parada. Pero el cuadro local presionaba fuerte y se anticipaba a los azulgrana una y otra vez, lo que ofrecía equilibrio y emoción.

Trabajo brillante

El trabajo de los blanquiazules estaba siendo brillante en general, pero Camacho, Recio y hasta Juanpi ofrecían un plus imprescindible y que se le atragantaba a los visitantes, hasta tal punto que en un magistral pase de Ricca en profundidad, Sandro marcó a su exquipo y desató la euforia en La Rosaleda. El delantero canario superó con clase y calidad a Ter Stegen en un espeluznante mano a mano. Y lo mejor de todo para el Málaga fue que el tanto no le hizo replegarse, sino que continuaba con la amenaza permanente en ataque pese a la calidad del rival. Juanpi también tuvo su opción, mientras que el Barça amagaba sin dar.

Y todo siguió igual tras el descanso. Pero el Málaga apretaba más ante un rival con problemas. El conjunto de Míchel era cada vez más superior. Juanpi pudo marcar el segundo en una gran jugada local, con un último pase sobresaliente de Sandro, pero el venezolano no acertó. Pronto llegaría la segunda tarjeta a Neymar por una dura entrada a Llorente, lo que acentuó la debilidad visitante.

Aunque el colegiado comenzó el serial de errores al no señalar un posible penalti sobre Pablo ni darle un gol legal a Peñaranda, lo que casi hubiera sentenciado el choque ante un Barça en inferioridad. Muy grave. Aunque luego también pidió el conjunto visitante un penalti sobre Sergi Roberto, que tampoco señaló.

El cuadro azulgrana, pese a jugar con diez, lo intentó en los últimos instantes, pero el gran trabajo malaguista, empezando por Kameni, dio al traste con la posibilidad de cambiar el resultado. Es más, en un contragolpe en el último minuto, Jony consiguió el segundo tanto ante un público entregado y al fin feliz. Gran jugada de Pablo, con pase atrás para cerrar el choque. Impresionante. El Málaga reacciona a lo grande.