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En-Nesyri, en uno de los tres remates de cabeza que protagonizó en el segundo tiempo.
Un arreón de 84 segundos

Un arreón de 84 segundos

Los tantos consecutivos de Sandro y Duda resuelven una partida de ajedrez jugada desde los banquillos tras la roja a Balenziaga

Pedro Luis Alonso

Lunes, 3 de octubre 2016, 05:34

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Un arreón de 84 segundos concedió al Málaga la victoria cuando menos se esperaba. En un partido con muchas alternativas tácticas, un ataque de casta cambió la decoración de un encuentro que quedó marcado por la expulsión de Balenziaga, que permitió a los locales disfrutar de una hora en superioridad numérica.

El choque pasará a la historia por el gol de Duda. Con 36 años y 97 días es ya el realizador más veterano del Málaga Club de Fútbol en Primera. Su presencia, controvertida para muchos aficionados, que murmuran cuando salta al campo al apreciar que ya no gozar de la plenitud física de antaño, permitió un penúltimo servicio a la causa. En la que, en circunstancias normales, puede ser la última campaña de su carrera, marcó un gol decisivo que dio el triunfo a los blanquiazules. Era tal la euforia que le costó la amarilla su celebración descamisado. Pero el talento y la calidad nunca se jubilan, y el luso apareció donde había que estar para empujar con tiento el esférico a las mallas.

Fue el broche final a una interesantísima partida de ajedrez entre Juande Ramos y Ernesto Valverde, un técnico extremeño y otro manchego, dos comunidades que no tienen una gran representación en el fútbol de la categoría, pero sí a dos de los entrenadores con más bagaje en el banquillo. La tarjeta roja a Balenziaga empezó a remover el tablero. Aunque la solución de emergencia fue de momento retrasar la posición de Sabin Merino en la banda izquierda.

En el minuto 43 Valverde sacrificó a Williams y colocó de lateral zurdo a Lekue. Raúl García dejaba la zona de medio punta para escorarse a la banda derecha. En el descanso Juande ya tenía decidida la incorporación de En-Nesyri, que intensificó su calentamiento. Entró al comienzo de la segunda mitad por Llorente, y se trató de buscar superioridades en el centro del campo y el ataque. Aunque Camacho defendía junto a Koné, se incrustaba como pivote en la salida del balón, y Juanpi se situó también por dentro. En ataque el equipo a veces juntaba tres puntas y dejaba libre el carril derecho a Rosales, pero en otras ocasiones Sandro o En-Nesyri se escoraban a esa banda.

Sin Aduriz y tercer central

La partida continuó cuando Valverde decidió quitar a Aduriz y colocar un tercer central, Etxeita, en el minuto 61, ante los movimientos ofensivos de su rival. Pero Juande, listo, al observar que el Málaga no crecía en su juego ni generaba claras ocasiones, prescindió a renglón seguido de un delantero para dar paso a Duda, en un cambio que parte de la grada no entendió. Se buscaba un mayor manejo del balón en zonas cercanas al área para a partir de ahí, tratar de darle la vuelta el choque. Era un tramo crucial, cuando elAthletic ya había renunciado de una forma evidente al ataque, pero no sufría en exceso por el ritmo que le daban los locales al partido. Además, el Málaga, con el empate provisional del Espanyol (0-0 al final) hubiera caído a la zona de descenso de no haber reaccionado.

No le fue mal su último movimiento a Juande. El Málaga no avivó su ritmo ni empezó a encadenar ocasiones, pero el tiempo acabó desgastando al Athletic y un arreón certificó la remontada. Marcaron Sandro y, cómo no, Duda. Un gol que de algún modo justifica las maniobras desde el banquillo. Con la ventaja innegable de un futbolista más, la batalla táctica también acabó con victoria local.

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