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Míchel posa para este periódico tras la entrevista, ayer en la playa de La Misericordia. Foto: S. Salas Vídeo: P. J. Quero

Míchel: «El Málaga es un club ideal para la pachorra del jugador y del entrenador»

El técnico se muestra optimista cara al futuro pese a la mala situación del equipo: «Siempre hay alguien peor, y vamos a tener la oportunidad»

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Martes, 14 de noviembre 2017, 00:27

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La mala trayectoria del Málaga no desanima a Míchel, que se mantiene optimista y con la esperanza de que la reacción llegue de inmediato. En una entrevista a este periódico, observa un cambio importante en el compromiso y el estado de forma de muchos de sus jugadores, lo que lo lleva a pensar que el rumbo será distinto muy pronto. Es consciente, sin embargo, que existen carencias y que ya se estaba pensando en el mercado invernal nada más cerrar el plazo de fichajes del pasado verano.

Se considera realista, elogia a la afición e insiste en que los futbolistas y el propio entrenador viven muy cómodamente en la ciudad, lo que los puede llevar a una cierta relajación. Si bien está convencido de que los jugadores ya han espabilado. Huye de cualquier atisbo de resignación y confiesa que no haber estado cuestionado internamente le añade a él más responsabilidad. Míchel, a sus 54 años, aparece ahora con un nuevo ‘look’, con una barba incipiente.

Empezando por un balance general, ¿qué soluciones puede o está aportando usted para que el equipo remonte antes de Navidad?

–Trabajo, pero hay que definir trabajo. Hay otras cosas que a los entrenadores se les escapa, pero a los periodistas también. Tenemos que mantener siempre la ilusión, y hay muchas cosas que hacer en el trabajo diario, sobre todo a través de la imaginación, para que nadie pueda dudar de lo que hacemos.

Existe una resignación sobre el futuro del equipo que ya está entrando en el club, pese a que es pronto todavía. ¿A usted le pasa lo mismo?

–Eso a mí no me ha alcanzado, y tampoco a mis jugadores. No lo ha hecho porque no buscamos justificaciones más que en nosotros. Cualquier cosa que haya ocurrido desde el 1 de septiembre, la afrontamos con el objetivo de seguir creyendo en lo que estamos haciendo. La palabra resignación no entra en nuestro vocabulario, en absoluto. Ni tampoco la palabra matemáticas.

¿En qué situación tendrá que llegar el Málaga a Navidad para que su crisis deportiva sea reversible?

–Lo que no puede llegar es con resignación. Hay muchos ejemplos que demuestran que equipos como el nuestro salieron adelante. En algunas cosas, que son imperceptibles porque no han llegado los resultados, hemos ido mejorando. Hace mes y medio decía yo que el único jugador que estaba dando el nivel era Roberto, y ahora hay otros futbolistas que se están sumando. Ya tenemos seis o siete que están mucho mejor.

Las claves para enero serán reducir la plantilla y hacer, al menos, dos fichajes. El acierto en estas decisiones marcará otra vez el futuro, ¿no?

–Siempre he querido tener una plantilla, no digamos corta, de 23 jugadores, que es suficiente, más la gente del filial. Eso aumenta la competencia. Eso aumenta las posibilidades. Si podemos hacer eso en diciembre, fenomenal.

Algunos jugadores han decepcionado, tanto de los nuevos como de los antiguos, y otros que estaban casi descartados son vitales. Más equivocaciones serían letales.

–Si sabes que te vas a equivocar, no lo haces. Yo doy mi opinión cuando me la piden. No manejo la parte económica. Creo que hay que tener cuidado, pero estamos a mediados de noviembre y queda mucho para el mercado invernal, y queda sobre todo que, más allá de lo deportivo, no llegue eso de dejarnos ir. En absoluto. Hay que tener mucho cuidado. Eso sería un anuncio de muerte, y no estamos dispuestos a asumirlo.

¿Cómo lleva no haber estado cuestionado nunca desde dentro, pese a los malos resultados?

–¿Sabes quién cuestiona más al entrenador? Yo mismo. A mí eso me da seguridad, pero también una responsabilidad mayor que si estuviese cuestionado, que supone sentir la seguridad de los que estaban y de los que están. Estamos buscando, somos inquietos, pero no salen los resultados. Estamos trabajando como el año pasado, pero cómo lo demuestro, con resultados, pero no llegan.

¿Pero esto tiene algún límite si se mantiene el equipo en esta crisis? ¿Alguna de las partes se rendirá?

–La paciencia es sintomática en este club, desde todas las parcelas, incluida la afición. Pero también desde el entrenador, porque han pasado muchas cosas y nunca he dudado. Yo me cuestiono mucho más que cualquiera, aunque ganemos.

La planificación ha sido nefasta, y en ella han intervenido varios factores y personas. En el capítulo de la autocrítica, ¿qué parte de responsabilidad se atribuye usted?

–Han intervenido muchas personas y también hemos tenido muchos condicionantes. Cualquier parte que me atribuya o no va a sonar a justificación, y eso lo detesto. Prefiero justificarme con mi trabajo. Tengo la parte que me corresponde. A fuerza de buscar culpables, siempre encontramos a los mismos, y cada uno se quita sus responsabilidad. Yo no me quito la mía. No me quito el muerto, porque los jugadores no son tan malos.

Teniendo tan claro todos que la planificación no fue correcta, ¿cómo es posible que ocurriera?

–Creo que no lo tendríamos tan claro todos, ni yo mismo. Pero el entrenador está limitado en una parcela, igual que cada uno en la suya. Al final es un cúmulo de circunstancias. Hay carencias, y por eso estamos pensando en el mercado de invierno desde septiembre. Pero a quién le atribuimos algunas lesiones. En la planificación, será por unos o por otros, pero es cierto que el gasto de dinero que se hace tiene que estar en el campo. Los fichajes tienen que estar en el campo. Son buenos, pero son jóvenes apuestas, y a lo mejor no los necesitaba el equipo.

La salida de Arnau y la llegada de Husillos, ¿en qué cambia la situación?

–Son dos maneras distintas de afrontar la dirección deportiva, y eso se nota. Es el mismo trabajo, pero con distinto perfil, con distinto sentimiento. Cada uno en su estilo. Intuyo que la propiedad ha pensado en el mercado de invierno, para planificar desde mucho antes. Si no estaban contentos con alguien, esperar más era innecesario.

¿Cree que está mejorando el compromiso de los jugadores?

–Los futbolistas, incluso cuando ganan, pienso que desconocen lo que supone todo esto. Los jugadores han dado un paso y se han dado cuenta de que aquí nos la jugamos todos. No lo diría en el esfuerzo, en los partidos, pero están más concentrados, más responsables, y eso hace que la sensación del equipo vaya mejorando, aunque no ganemos. Al principio teníamos la sensación de que podíamos ganar los partidos y acabábamos perdiéndolos. Pero esa tendencia se cambió contra el Celta. Creo que los jugadores han espabilado, seguro.

Dijo la semana pasada en una entrevista en Canal Sur que se había equivocado por la bronca que les echó a los jugadores tras la derrota en Soria. ¿Por qué?

–No me arrepiento de la bronca, porque de esas tenemos individual y colectivamente algunas. Pero cuando dices eso buscando algo, al final queda lo de Míchel contra sus jugadores, y no es verdad. Al final los periodistas recogen lo que les interesa. No me siento mal por decirles a los futbolistas lo que pienso, pero sí cuando sale de ese ámbito.

Le cuestionaban la utilización de Adrián en algunos partidos, luego prescindió de él dos partidos que salieron mal. ¿Cree que este asunto está ya superado tras las últimas actuaciones del futbolista?

–No está superado. Los que justifican esto son mediocres, porque beneficiarían a algún familiar o a alguien cercano. Son mediocres y serán malos profesionales. No tengo nada que decir, porque lo que diga no lo van a escuchar hasta la próxima mala actuación de Adrián. Estoy convencido de que los que se empeñan en estas cuestiones son mediocres y ellos lo harían, ayudarían a un familia. Adrián no tiene cerca de 250 partidos en Primera porque lo haya entrenado siempre el mismo.

En los últimos partidos ya ha contado menos con los canteranos, salvo con En-Nesyri. ¿Seguirán igual?

–Hay de todo. En-Nesyri estuvo lesionado y después ha tenido sus minutos. Con Ontiveros ya se sabe lo que ha ocurrido en los dos últimos meses. Ahora se entrena con normalidad y entra y sale del equipo como cualquier otro. Y Mula empezó muy bien, pero luego, contagiado por la situación del equipo, ha bajado un poco su nivel, pero eso no quiere decir nada. No me fijo si salen o entran. Los utilizaremos cuando los necesitemos. Chory es un ejemplo contrario.

Cuando hablaba de la recuperación de algunos jugadores, los ejemplos son precisamente Chory Castro y Peñaranda, que estaban descartados al comienzo de temporada.

–Sí. Para nosotros el entrenamiento es muy importante. Algunos creen que por jugar bien el domingo van a repetir la semana siguiente. Creemos que hay que mover el corral. Porque si se confían nos hacen mucho daño. Además, se lo he dicho a ellos y lo digo públicamente: si hubiéramos podido reducir la plantilla, es posible que ninguno de los dos estaría aquí. Pero han seguido, se entrenan bien y participan bien, por lo que son importantes.

¿Por qué están tardando tanto cierto jugadores en mostrar su nivel?

–Porque el Málaga es el club ideal para la pachorra del jugador y del entrenador. Es un club muy confortable, una ciudad magnífica. Y la afición, con un punto, va a recibirnos como si el triunfo fuese histórico. La prensa no aprieta. No busco todo lo contrario, pero es la verdad. El jugador viene a un lugar que se vive muy bien y la gente es superagradable por la calle. Y cuando se dan cuenta, tenemos el barro por las rodillas. Y yo les digo, cuidado que nos va a llegar al cuello. También para el entrenador, porque es inaudito que el club haya tenido tanta paciencia con el entrenador, aunque todos la hemos tenido. Si yo fuese un tío con más tranquilidad, más confortable, no estaría despellejándome por encontrar soluciones, y algunas las hemos encontrado.

Ahora tiene otra final el domingo, y sin Recio. ¿Qué va a hacer?

–En el Camp Nou tampoco tuvimos a Recio y el equipo hizo un partido más que respetable. Es un jugador muy importante, pero no podemos pensar que va a ser definitivo. Vamos a buscar soluciones, y creo que las tenemos. No nos vamos a parar. Espero que le sirva esto también para saber la importancia que tiene y la que debe tener en este equipo. Trabajamos mucho, pero la cabra tira al monte (sobre las tarjetas).

«Los jugadores han dado un paso y se han dado cuenta de que aquí nos la jugamos todos»

Cambio

«Es inaudito que el club haya tenido tanta paciencia con el entrenador, aunque todos la hemos tenido»

Destitución

Un triunfo contra el Deportivo aportaría cierta tranquilidad y esperanza, pero una derrota ahondará en la crisis y la situación sería ya dramática deportivamente, claro.

–La buena noticia es que, dentro de lo mal que estamos, nos encontramos a cuatro puntos de la zona de permanencia. A tiro de piedra. No quiero dramatizar sobre ese partido, sino potenciar las cualidades que tenemos para ganar ese encuentro. Queremos que el equipo sea estable, sin pensar en el después.

¿Sigue apostando por la Copa del Rey, como dijo antes del partido ante el Numancia?

–Yo, sí. Creo que no tiene justificación que nosotros dejemos de lado ese partido (el choque de vuelta) y una posibilidad de ganar. Ahora no estamos bien, pero dentro de dos meses, en la siguiente eliminatoria, podría ser que estuviéramos mejor. Todas las competiciones te suman y todos los partidos son importantes.

«Mi responsabilidad no me la quito; no me quito el muerto, porque no son tan malos los jugadores»

Planificación

«El Málaga es el club ideal para la pachorra del jugador y del entrenador; es muy confortable»

Comodidad

¿Sigue opinando lo mismo que al comienzo del jeque?

-Sí. No he tenido ninguna relación él, ni mala ni buena. Sé lo que opinan de Arnau y Husillos, pero no tengo relación con él. No hablo, pero ningún entrenador lo ha hecho hasta que no ha venido el propietario a Málaga.

¿Cómo valora el apoyo de la afición al equipo, sobre todo en el partido contra el Celta?

–La afición también se ha dado cuenta de que hay que cambiar esa sensación de comodidad. Entonces, con su granito de arena, que es grande, intenta decir que nos despertemos. Y ellos también están despiertos. Lo que yo vi de la afición ante el Celta, sin ser una situación extrema, no lo había visto en ningún sitio. La gente se manifiesta por diferentes motivos, pero en el noveno partido, nunca. El público se ha despertado, igual que lo hemos hecho ya nosotros.

¿Ha hecho ya algunas cuentas de lo que necesita sumar hasta Navidad..?

–No las hago. Las cuentas son muy malas consejeras, porque te hacen ilusionarte con cosas que no son reales, y ante esa situación, mejor no darle vueltas. Porque las cuentas siempre te salen a ti. No sirven de nada, te distraen.

El Málaga es colista, pero ¿cómo ve a los rivales más directos en la lucha por abandonar la zona baja?

–La clasificación se ha marcado mucho. Es extraño que haya tres o cuatro equipos abajo con tan pocos puntos, porque tampoco hay tantas diferencias. Eso me invita a pensar que, por donde estamos nosotros, van a ir pasando otros equipos. Por eso tenemos que estar firmes para que cuando nos llegue ese momento, la ola buena, subirnos con firmeza. Y nos va a llegar. Pero no puedo hacer ningún pronóstico más concreto, porque también pensé que íbamos a hacerlo muy bien en los tres primeros partidos de Liga, y no logramos ningún punto. Si no hubiésemos perdidos dos partidos de casa, aunque sólo consiguiéramos un empate, estaríamos fuera del descenso. A algunos de los equipos que nos ganaron al principio en La Rosaleda les dimos la vida, pero no es muy firme porque siguen estando abajo.

¿Hasta qué punto es optimista entonces cara al futuro?

–Soy optimista, pero porque soy realista. No dejo de luchar nunca ni dejo de transmitirlo, porque es una buena oportunidad. Siempre hay alguien peor y vamos a tener la oportunidad.

«Las cuentas son malas consejeras, porque te hacen ilusionarte con cosas que no son reales»

Pronósticos

«Lo que yo vi ante el Celta, sin ser una situación extrema, no lo había visto en ningún sitio»

Afición

«Creo que no tiene justificación que nosotros dejemos de lado ese partido»

Copa del Rey

¿Ha encontrado la solución táctica con dos medios centro?

–Intentamos, incluso, una solución para ir a Barcelona, colocando a Luis Hernández como medio centro. Pero luego hubo varios percances con centrales y otros defensas, por lo que al final era imposible. Nos salió dignamente. Ahora tenemos esta apuesta.

¿Algún mensaje se le queda en el aire y quiere transmitirlo?

-Bueno, que me gustan estas entrevistas, porque puedo hablar de fútbol más tranquilo y expresar mis opiniones de una forma más completa, más allá de las ruedas de prensa.

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