El malaguista Izan Merino, en la terraza de SUR. Salvador Salas

Entrevista

Izan Merino: «Confiamos en el técnico y seguro que el domingo nos saldrá un buen partido»

El canterano malaguista admite que se está dando «una mala racha», pero afirma que «hay que dar un paso adelante y empezar con la buena dinámica», empezando por el duelo ante el Andorra

Viernes, 24 de octubre 2025, 00:20

Con un poco de acné, que denota su edad (cosecha de 2006), a Izan Merino, que le pusieron ese nombre por el actor Ethan Hunt ( ... el personaje que interpreta Tom Cruise en 'Misión Imposible'), se considera un tipo positivo, y quizás por eso minimiza el bache de resultados del Málaga. El defensa o 'pivote' canterano, que viene de ser cuartofinalista con España en el Mundial sub-20, analiza con este periódico su progresión y el momento de su equipo, y no niega ni oculta que le gustaría jugar algún día en Primera en él.

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-¿Tuvo siempre, desde muy pequeño, pasión por el fútbol?

-Sí, sí, obvio que sí. Desde chico empecé con 3 años ya a jugar. Mis padres me recuerdan que cuando veía los regalos de los Reyes Magos me iba para la pelota, era lo primero que cogía. De chico siempre te imaginas llegar a lo más alto, y al final ser malaguista y estar en el Málaga, y también representar al Málaga en la selección, es siempre un orgullo.

-¿Y tenía muchos futboleros alrededor?

-Bueno, mi padre es primo de Luis Merino.

-¿Cree que ha tenido suerte para estar donde se encuentra a día de hoy o ha habido que trabajar mucho para llegar?

-En el fútbol siempre pienso que hace falta suerte, pero si no te lo trabajas no te viene la suerte. Desde chico me lo he trabajado, me lo he tomado muy en serio. Mi familia estuvo encima de mi y tenía claro qué era lo que me quería dedicar. Así que mi vida es el fútbol

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-¿Sigue teniendo los mismos amigos y entorno?

-Sí, desde chico tenemos siempre el mismo grupo y espero que siempre sea así, porque al final también son un apoyo grande para mí. Están en mi día a día y saben también que, al igual que cuando lo paso bien, también hay veces que lo paso mal y, como mi familia, también están ahí.

-Acaba de llegar hace casi una semana y media de Chile, donde estuvo cerca de un mes en el Mundial sub-20 con España. ¿Con qué sabor regresó?

-Con uno agridulce, porque pienso que podríamos haber llegado más lejos. Teníamos un gran equipo y una buena oportunidad para hacer cosas más grandes, y en el partido en el que nos eliminaron (en cuartos de final ante Colombia) no estuvimos acertados cara al gol. Al final pequeños detalles en esos torneos te mandan fuera. Pero también me voy contento porque un Mundial no se juega todos los días y es una experiencia inolvidable que se queda para siempre.

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-En ese último partido decisivo, creo que se da su único error en el campeonato, que es medio fallo, porque también hay un compañero que yerra previamente. ¿Qué análisis hace de eso?

-El de aprender, como he dicho antes. Al máximo nivel todo se decide por pequeños detalles. Están los mejores jugadores de todos los países. Te equivocas en una pequeña cosa y sabes que el otro casi seguro no va a fallar. Hay que aprender de eso y coger más experiencia.

Izan Merino, durante la entrevista concedida este miércoles a este periódico.

-¿Pudo también equivocarse el árbitro en esa falta a su compañero Rayane que se pita fuera del área y pudo ser penalti?

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-Sí. Lo he visto veinte mil veces repetidas, sobre todo después del partido, y pienso que es dentro.

-¿Cree que en una concentración así es como si hubiera vivido una temporada por tantas cosas que se pueden aprender?

-Sí. Al final también convives con cuerpos técnicos diferentes, compañeros de otros países, que te dan puntos de vista diferentes, de cómo entrenan, cómo juegan, el compartir tiempo con ellos en el hotel... Estuve en la habitación con Álvaro Cortés, que juega en el Barça B y no sabía quién era. Fue la primera vez que lo veía.

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-Luis Merino, con el que tiene parentesco, jugaba casi de todo, y usted lo ha hecho ya en tres posiciones distintas, porque en el centro de campo ha jugado de 'pivote', un poco más adelantado, y de central, como en Leganés y con la sub-20 en Chile. ¿Cree que ahora va a jugar más de defensa en el Málaga?

-Yo estoy a disposición del técnico para jugar de lo que me ponga. Es cierto que estoy más acostumbrado a jugar más de medio centro, aunque toda mi vida he jugado de central, pero cuando subí al primer equipo me quedé más en el medio centro.

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«Desde siempre tuve claro a lo que me quería dedicar, así que mi vida es el fútbol; cuando de chico veía los regalos de los Reyes Magos me iba para la pelota»

Su pasión por el balón

-Entonces, ¿en Leganés jugó atrás para buscar más salida de balón?

-El 'míster' me dijo que saliera. Yo no sabía de qué iba a hacerlo, y me dijo que de central derecho, que me atreviera a filtrar pases, y a conducir, y que le diera velocidad al juego. Y fue lo que intenté hacer.

-El otro día dijo Pellicer sobre usted que es de los jugadores que si ve una piedra grande en el camino no pregunta qué hay que hacer sino que la salta…

-Sí, bueno, me considero una persona muy trabajadora, que siempre va para adelante, aunque a lo mejor tenga problemas secundarios. Siempre intento sacar la sonrisa y ir hacia adelante.

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-Por eso, ¿podemos decir que en este momento, en que el Málaga ha perdido cinco de los seis últimos partidos, que tiene una perspectiva optimista de la situación?

-A ver, yo pienso que es verdad que estamos teniendo una mala racha, pero hay que dar un paso hacia adelante, sacar los tres puntos, empezar con la buena dinámica, porque al final estamos trabajando bien, en el día a día el equipo trabaja muy bien.

«Estoy más acostumbrado a jugar de medio centro, aunque antes de llegar al primer equipo lo hice casi siempre de central»

Su puesto en el campo

-Entonces, ¿qué piensa que le sucede al equipo? Hay una estadística fría, pero es muy contundente: entre la temporada anterior y esta han ganado sólo tres partidos de veintiséis fuera de casa. ¿El problema principal es que el Málaga cambia mucho si juega en casa o fuera?

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-Lo que tenemos que buscar es una regularidad, intentar también ganar más partidos fuera de casa. Es cierto que en casa el afición nos ayuda mucho, son 30.000 personas animándote, y entonces te sientes más arropado, pero fuera también vienen seguidores y también lo tenemos que hacer por ellos. Lo único que pienso es que es una mala racha. Le vuelvo a repetir que el equipo está trabajando bien y seguro que irá mejor.

-¿Piensan que el domingo contra Andorra están obligados a ganar para que no haya cambio de entrenador?

-A nosotros nos gusta ganar, al igual que a la afición. El domingo iremos a muerte a por los tres puntos. Nosotros confiamos en el técnico, en el trabajo que está haciendo y seguro que el domingo nos saldrá un buen partido.

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Izan Merino. SALVADOR SALAS

-Muchos aficionados se preguntan también por qué el Málaga no ha vuelto a ser otras veces, en cuanto a despliegue y compromiso, el equipo que superó por 3-0 al Deportivo...

-Como le he dicho, son malas rachas. Hay partidos que te pueden salir mejor o peor. El equipo nunca deja de trabajar, aunque vayamos perdiendo. Es cierto que en ese encuentro también estuvimos muy acertados. Ellos también tuvieron un larguero, buenas paradas de Alfonso (Herrero) y se defendió bien, así que al final el partido se decantó por nosotros. El otro día en Leganés con el 1-0, también tuvimos dos 'mano a mano' para empatar. No estuvimos acertados y al final llegan ellos y te hacen gol. Son malas rachas, diferentes partidos y contextos.

-Desde la jornada cuarta han estado habiendo muchísimas ausencias en el equipo. Entre otras, la suya por un problema con el tobillo, y su concentración en Chile, casi un mes y medio. Ahora, hay una plaga de virus, aunque sean leves. Todo esto, ¿hasta qué punto es importante?

-Al final en el equipo todos somos importantes, también es lo que nos transmite el 'míster', pero hay que salir adelante. Todos los jugadores somos iguales. Puede jugar cualquiera. En parte es jodido, claro que sí, porque al final pierdes a jugadores de tu equipo, pero están haciendo una buena recuperación y lo único que pensamos es en tener a toda la plantilla disponible.

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«En casa son 30.000 personas animándote y te sientes más arropado, pero fuera también vienen seguidores y lo tenemos que hacer por ellos»

La sangría de puntos fuera

-¿Por dónde pasa su margen de crecimiento? ¿En qué es lo que más le insiste el entrenador?

-Me considero una persona ambiciosa. No me conformo, siempre quiero más. Claro que desde que llegué al primer equipo hasta ahora he mejorado muchísimo, sobre todo en la toma de decisiones, el ritmo de los partidos, que es mucho más rápido, y tienes que pensar más rápido, y físicamente también. Quiero seguir mejorando aún más todavía.

-¿Ve factible algún día eso de jugar en La Rosaleda vistiendo la camiseta del Málaga en Primera?

-¿Por qué no imaginarlo? Claro que sí. Al final el Málaga es un club grande. Cada vez se están haciendo mejor las cosas. Desde chico sueño con eso y ojalá se haga realidad.

-Pues añado que a ver si antes de que acabe contrato, en 2028...

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