La temporada de fútbol quema ya sus últimos cartuchos. Así y todo que mucho por resolver. Mañana mismo se va a resolver algo importante en ... la Champions como es la continuidad o no del Real Madrid como único representante del fútbol español, en tanto que LaLiga mantiene una estrecha pugna entre Atlético, Real Madrid y Barcelona con otro partido a la vista entre azulgranas y rojiblancos que, seguramente aclarará la situación. En Segunda como en Primera todo es cosa de tres y aunque parece decidido que Espanyol y Mallorca son los del ascenso, en el que el Málaga quizás tenga algo que ver, porque se ha de enfrentar a ambos en dos jornadas seguidas. Por cierto que el Málaga, nuestro Málaga, ha confirmado este pasado domingo su afán por regalar a los malagueños la posibilidad, remota pero posibilidad al fin, de meterse en el 'play off' de ascenso.
El próximo encuentro, en Las Palmas, tendrá la penúltima palabra. Lo realmente importante es que con sus 48 puntos tiene asegurada su permanencia pese a tantos inconvenientes y sinsabores como viene arrastrando a nivel de despachos. Tanto es así que, pienso yo, conseguir la resolución favorable del lío que dejó el jeque sería más rentable y prometedor. Sin olvidar que la pandemia sigue latente y que pese a los deseos y vaticinios de que la vuelta de los aficionados a los estadios está próxima, el vacío y la orfandad de los equipos seguirá pesando en el ánimo de todos, e incluso, del ambiente. Mantener la fe es importante.
Pero no todo es LaLiga. A punto de salir a escena ese Liverpool-Madrid de mañana en busca de una final que pueda remediar en algo el pobre bagaje internacional del fútbol español que en Europa siguen defendiendo Villarreal y Granada, casi rendido ya el equipo andaluz ante un Manchester United que las está dando todas. Así pues, quedamos a la espera de lo que puedan hacer los de Zidane y, sobre todo, de lo que sea capaz de conseguir el Málaga en Las Palmas. Trataremos de volver al fútbol perdido los últimos años.
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