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Un remate de Luis Suárez, autor de uno de los goles, que trata de obstaculizar Adrián. AGENCIA LOF

Un Málaga abonado a los finales de infarto

Raúl Guti anula la ventaja del gol de Lombán en otros minutos finales agónicos y que ahora condenan al Málaga a la zona de descenso

Jueves, 3 de octubre 2019

El final con épica en el duelo ante el Sporting de Gijón se repitió anoche en La Romareda. Sucedieron de nuevo muchas cosas, demasiadas, en los instantes finales del partido, en los que el Málaga navegó entre la gesta en uno de los escenarios más difíciles de la categoría, ante un Zaragoza invicto, y la temida entrada en la zona de descenso y sumar un punto de lo más agridulce. El gol de Lombán, en el minuto 89, acercó al cuadro de Martiricos a lo primero; pero la respuesta inmediata de Raúl Guti, en el 90, lo condenó a caer por primera vez en lo que va de campaña a esos puestos temidos, que lo serán más conforme avance el campeonato.

Desde este punto de vista, el Málaga estaba obligado a ganar en Zaragoza (el empate sólo valía si el Sporting perdía por dos o más goles y si no ganaba el Deportivo) y, a fe que estuvo cerca de conseguirlo. Nunca estuvo en desventaja en el marcador y sí por delante durante cuarenta minutos. Fue un choque emotivo, de esos que apenas se prodigan en la categoría, entre un cuadro local obsesionado con tratar bien el balón y mirar la puerta rival, y un Málaga que volvió a demostrar que le van ese tipo de rivales.

Ocho jornadas sin ganar

Sin embargo, ya son ocho las jornadas sin vencer del Málaga (desde el 17 de agosto), condenado a sacar poca ventaja de duelos que se desarrollan en escenarios de máxima igualdad. No le cunden nada al equipo sus prestaciones en el campo. No se muestra inferior a sus rivales (Las Palmas, Girona, Almería, Mirandés, Rayo, Albacete, Sporting y, ayer, el Zaragoza), pero no les derrota. Por el contrario, la paradoja reside en que fue capaz de vencer cuando más sufrió sobre el campo, en Santander (0-1).

Ayer incluso no cabe invocar a la falta de gol que le condenaba hasta ahora. El Málaga marcó por partida doble (no había logrado más de uno en ningún encuentro) y generó ocasiones, pero esta vez el lastre estuvo en las malas vigilancias defensivas. Lombán, que luego se redimió con una diana, dejó demasiada distancia respecto a Luis Suárez en el 1-1, y Raúl Guti entró solo al remate en la jugada del 2-2, en un centro del recién entrado Álex Blanco y que ya pudo embocar Pombo, que no contactó con el esférico en primera instancia.

El resultado condena al Málaga a la decimonovena posición, igualado a puntos con un Racing fuera de la zona peligrosa gracias a su mejor diferencia de goles. El equipo de La Rosaleda volvió a someter a sus seguidores a otro final de infarto. Esta vez no fueron dos intervenciones salvadoras de Munir, y sí dos goles (uno de cada equipo) y una ocasión pintiparada para Soro (ya con 2-2), en un córner que peinó Clemente y ante el que, afortunadamente, no reaccionó bien el canterano cedido ahora por el Real Madrid.

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