El Seminario de Málaga celebra la fiesta de la Inmaculada con cuatro nuevas incorporaciones
Los seminaristas harán este 8 de diciembre su tradicional peregrinación jubilar hasta la Catedral junto a sus formadores y familiares
ENCARNI LLAMAS
Domingo, 7 de diciembre 2025, 01:00
Mañana, 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, los seminaristas, junto a sus formadores y familias, harán su peregrinación jubilar hasta la Catedral. Culminarán ... así la novena con motivo de su patrona, que comenzaron el sábado 29 de noviembre con un día de retiro dirigido por el obispo de Málaga, José Antonio Satué.
Cada día de la novena se ha acercado al Seminario un sacerdote de la diócesis para compartir con los futuros curas malacitanos la predicación de la novena, entre ellos, los últimos que recibieron la ordenación: José Ignacio Postigo y Antonio del Río.
Hoy, también se unirán «a todos los jóvenes de la diócesis para celebrar la Gran Vigilia de la Inmaculada, a las 20.30 horas, en el Santuario de la Victoria», explica el rector, Juan Manuel Ortiz Palomo, y, de regreso al Seminario, «compartiremos una cena especial tras la que los alumnos de Introductorio nos presentarán el Belén que ellos mismos han montado, y que bendeciremos esa noche».
El día 8 de diciembre comenzará al son de villancicos en el Seminario de Málaga, corazón de la diócesis. Tras un desayuno muy especial y festivo, emprenderán su peregrinación hacia la Catedral donde es tradición que celebren la Misa con el obispo, a las 11.30 horas. «La celebración de este año va a ser nuestro Jubileo de la Esperanza, junto a nuestras familias. Será muy emotivo cruzar la Puerta Santa de la Catedral todos juntos», explica el rector. Además, «los seminaristas de cuarto curso, Álvaro Dawid y David Mezcua, recibirán los ministerios de lectorado y acolitado, respectivamente».
Tras la Eucaristía en el primer templo malagueño, los seminaristas y formadores regresarán al Seminario para hacerse la foto de familia en la puerta de la Capilla del Buen Pastor y compartirán la mesa con sus familias. Tras una tarde festiva, rezarán las vísperas, en las que acogerán y harán entrega de la Cruz del Buen Pastor a los nuevos seminaristas que se han incorporado.
Concretamente, en el curso Introductorio han entrado tres nuevos seminaristas: Pablo Martos, Juan Manuel Saco y Alejandro Romero.
Pablo tiene 28 años y es de la parroquia Santa Rosa de Lima. Es graduado en Filosofía y pidió entrar en el Seminario «tras realizar dos experiencias de discernimiento, aconsejado por mis párrocos: el denominado Monte Horeb y el Curso de Discernimiento Vocacional. En ellas busqué discernir si verdaderamente el Señor me llama a ser sacerdote».
Juan Manuel tiene 47 años y pertenece a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en el barrio de Miraflores. El empujón de la llamada a entrar al Seminario llegó a su vida tras «una operación y una larga enfermedad. Sentí que quería servir a Dios, a la Iglesia y a los hermanos a través del sacerdocio».
Alejandro tiene 28 años y es médico cirujano y licenciado en Citotecnología. Pertenece a la parroquia de Nuestra Señora del Socorro, de Casabermeja, y su decisión de entrar al Seminario «ha sido un proceso largo, acompañado de experiencias vividas en el hospital con los pacientes y en la parroquia. A este servicio se suma el acompañamiento espiritual y una vida de oración más comprometida».
También se ha unido Cristian Castro (39 años y natural de Colombia), pero al último de los cursos pues ya tiene realizados los estudios eclesiásticos en Filosofía y Teología, una licenciatura para ser profesor, y acaba de terminar un Máster en Teología Dogmática. «Desde los nueve años, en que fui monaguillo, ha venido creciendo en mí la inquietud vocacional», señala. «Cuando estaba en el colegio asistí a un retiro vocacional para jóvenes y fue un momento decisivo que me ayudó a discernir esa llamada que el Señor me estaba haciendo».
Ante esta fiesta de la Inmaculada, el rector pide al Señor que, «haciendo mía la petición de san Manuel González, no nos cansemos de trabajar en favor del Seminario, que no nos cansemos de trabajar en favor de las vocaciones, que ayudemos a todos esos chavales que el Señor está llamando, para que de verdad puedan responder con amor y generosidad a esa llamada y servir a los hermanos. Que nuestra Madre Inmaculada nos ayude a seguir adelante con ilusión».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión