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Miércoles, 6 de enero 2021, 17:38
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El 6 de enero es uno de los días más bonitos del año para la familia Cabrera. Después de una noche que siempre está marcada por la dificultad que tienen sus hijos para conciliar el sueño, llega una mañana en la que disfrutan viendo la felicidad que se le dibuja en la cara a Hugo y Alba. Los Reyes Magos, un año más, no han defraudo. Miguel y Laura, que son los padres de estos pequeños, representan a miles de hogares malagueños, en los todo ha girado en las primeras horas del día en torno a la generosidad que han dejado Melchor, Gaspar y Baltasar a su paso por la provincia de Málaga.
Puede que antes los niños se conformaban con algunos dulces, un par de calcetines nuevos o una muñeca de cartón. Evidentemente, esto pertenece al pasado. Las cartas que han recibido los Reyes Magos este año tampoco han logrado esquivar la digitalización: muchos niños han pedido 'tablets', móviles, ordenadores o vídeojuegos. Las bicicletas y los patinetes son también valores seguros y tampoco han faltado en este 6 de enero, el primero en la era del coronavirus. El día de ayer, con las tradicionales cabalgatas amoldadas a diferentes formatos compatibles con las actuales normas de seguridad, dejaron imágenes insólitas. Por ejemplo, los Reyes ataviados con mascarillas, los saludos a distancia o los controles de aforo.
En la familia Oliete, los grandes triunfadores han sido los juguetes de Playmobil y de Lego, confirmando así la afición de Adriana por construir mundos llenos de fantasía. También es la constatación de la longevidad de un juguete clásico, cuyas figuras llevan poblando la tierra desde el año 1974.
Con el día de hoy, también se pone fin a la primera Navidad marcada por la pandemia. La del 2019 representa uno de los últimos grandes eventos en un mundo en el que el Covid-19 aún no era motivo de preocupación. El desarrollo de eventos aparejados a las últimas dos semanas ha estado muy condicionado por las restricciones que marcan las distintas comunidades autónomas. Como cualquier hecho cotidiano en estos momentos.
Por primera vez, las reuniones familiares se han visto limitadas para contener los contagios. Siempre con un ojo pendiente de celebrar en la medida de lo posible y con otro mirando la curva de contagios. Mañana vuelven las clases a los colegios e institutos. Hay poco tiempo material para disfrutar de los regalos recibidos esta mañana. El deseo mayoritario expresado por todos los malagueños para los Reyes Magos del 2022, es que esta haya sido la primera y la última Navidad bajo la pandemia.
Este 6 de enero tampoco hubiera hecho falta una pandemia mundial para mantener a las familias en casa. El tiempo, muy desapacible, y a los sucesivos avisos naranja por fuertes lluvias hicieron que los malagueños permanecieran en sus hogares. No ha habido apenas niños estrenando sus nuevos juguetes en los parques y en los paseos marítimos de la capital. Si siempre hay algo de nostalgia en la llegada de los Reyes Magos, el cielo ha querido darle forma gris a este tan humano sentimiento.
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