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Las capturas de la flota malagueña han descendido dos terceras partes en las últimas tres décadas. Francis Silva
Los pescadores de Málaga se rebelan contra la propuesta de limitación de capturas

Los pescadores de Málaga se rebelan contra la propuesta de limitación de capturas

Las flota lleva años sufriendo un descenso continuado de capturas sólo compensado por el mayor precio del pescado

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Domingo, 1 de abril 2018, 00:20

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El sector pesquero de la provincia se enfrenta a cambios importantes que están sembrando de inquietud a pescadores y armadores, y que les amenazan con hundirse aún más en la espiral de descenso que viene sufriendo desde hace años. De un lado, se encuentra la propuesta de la Comisión Europea para recuperar los caladeros del Mediterráneo occidental poniendo límites a la pesca de especies como el salmonete, la merluza y la cigala. Y de otro, la que será una obligación en breve de tener que depurar todos los moluscos bivalvos de nuestras costas antes de ponerlos a la venta debido al empeoramiento de la calidad de las aguas de los caladeros malagueños. Los dos asuntos traen de cabeza a un sector que asegura estar al borde la línea de flotación.

Sólo en la provincia las capturas de las especies que quiere limitar Europa representan una facturación en lonja de más de dos millones de euros anuales. De esta cantidad, corresponden a la merluza (107.639 kilos) y de salmonete de roca (39.089 kilos) la cifra global de 1.306.483 euros. La cigala, con 24.870 kilos de capturas, supone una facturación de 700.088 euros. El pasado año, los barcos de pesca malagueños facturaron en lonja 22.334.566 euros, por un volumen de pesquerías que apenas superó los siete millones de kilos en total (7.024.000 kilos).

En los últimos 30 años la flota local ha pasado de capturar más de 22 millones de kilos de pescados, mariscos y moluscos a apenas siete millones en 2017. Se trata de dos terceras partes menos. También la facturación del pescado en las lonjas ha descendido notablemente. Mientras en 1987 los 21.404.000 kilos capturados tuvieron un valor de 32,6 millones de euros, las capturas del pasado ejercicio sólo significaron para el sector pesquero 22,3 millones –10,3 millones de euros menos–. Si la caída no ha sido mayor es gracias a que la cotización media del pescado en las subastas de las lonjas ha subido de 1,53 a 3,18 euros el kilo en este tiempo.

Género de otros puertos

Este descenso de capturas obliga al mercado a tener que comprar capturas procedentes de otros caladeros, desde Huelva a Alicante, además de Galicia y de otros países del Mediterráneo. Y ello debido a que el consumo de la provincia va muy por delante de la capacidad de las pesquerías de la flota. Buena parte del pescado y el marisco fresco que se vende en la provincia procede, de hecho, de otros caladeros ajenos a nuestro litoral, según los datos de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta, Mercamálaga y profesionales del sector.

La pesca se subasta en las lonjas, como esta de Fuengirola
La pesca se subasta en las lonjas, como esta de Fuengirola Daniel Maldonado

Pablo Rojas es el encargado y gerente de la popular Marisquería Jacinto de Málaga. «Nunca antes he tenido que buscar las conchas finas fuera de Andalucía, pero esta Semana Santa las he tenido que traer de Galicia. Nosotros intentamos ofrecer siempre pescados, moluscos y mariscos del mar de Alborán, pero es cierto que cada vez hay más falta de género», afirma Rojas, que atribuye las dificultades para encontrar determinados productos a que las vedas o paradas biológicas no son suficientemente largas para que se recuperen las especies.

En 2016, los hogares españoles destinaron el 13,25% del gasto en alimentación y bebidas a la compra de pescado, realizando un gasto per cápita de 202,44 euros y un consumo de 25,49 kilos por persona y año, según el informe de Consumo de Alimentos de España de 2016 del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Durante 2014 los hogares andaluces consumieron 199.500 toneladas de productos pesqueros, aunque sólo el 43% de los productos pesqueros fueron de origen andaluz. En 2017, la pesca extractiva andaluza sólo capturó 48.124 toneladas.

Buena parte del pescado fresco que se vende en la provincia procede de otras provincias

El sector en Málaga se queja de tener cada vez más limitaciones, lo que ha llevado a muchos barcos a dejar la actividad. Sólo de 2016 a 2017 se ha pasado de 255 embarcaciones a 249. Además, también el empleo ha descendido. Actualmente, según datos de 2016, el sector da empleo directo a 1.005 trabajadores, mientras que el empleo indirecto asciende a 2.485 (3.492 en total). En 1990, el censo de la flota pesquera era de 1.500 marineros.

Nuevos límites de pesca

Entre los cambios a los que se enfrentan los pescadores malagueños está el nuevo plan de gestión de la pesca del Mediterráneo, a través del cual Bruselas quiere limitar la pesca de especies como la merluza, el salmonete y la cigala al considerar que al ritmo actual de capturas más del 90% de estas poblaciones estarán sobreexplotadas para 2025 si no se toman medidas.

El pulpo es la tercera especie en volumen de capturas en Málaga.
El pulpo es la tercera especie en volumen de capturas en Málaga. Daniel Maldonado

Ante este panorama, Bruselas propone establecer un límite de capturas; reducir la actividad pesquera a lo largo del primer año del plan e impedir operar en los lechos marinos a más de 100 metros de profundidad entre el 1 de mayo y el 31 de julio de cada año.

España, que quiere adelantarse al reglamento europeo y tratar de poner las medidas en vigor en seis meses, valora que Bruselas esté planteando una gestión del caladero basada en el «esfuerzo» (días y horas en el mar), y no opte por imponer cuotas. Actualmente, en el litoral malagueño el arrastre, que es flota que captura las especies cuya pesca se quiere reducir, faena de 06.00 a 18.00 horas de lunes a viernes, y la profundidad mínima a la que tiene autorizado faenar es de 50 metros, límites que para el sector ya son límites suficientes.

La flota, que pesca 14.000 toneladas menos que hace 30 años, da empleo a mil marineros

El arte de arrastre está diseñado para capturar especies que se encuentran sobre el fondo, o asociadas a él. Captura gambas, cigalas, rape, pulpo, jibia, pintarroja, salmonete, araña, bacaladilla, merluza, pescadilla, lenguado, besugo y jurel, entre otras. La embarcación, denominada baca o arrastrero, tiene una eslora de 12 a 24 metros en Málaga, y suele estar tripulada por entre 4 y 7 personas.

La flota pesquera malagueña la conforman 249 embarcaciones. Del total de barcos, 36 son de arrastre, 32 de cerco, 55 de artes menores y 126 de marisqueo.

Para el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo, Rodrigo Sánchez Haro, la reducción del esfuerzo pesquero en el Mediterráneo debe garantizar la rentabilidad de la flota, toda vez que la propuesta de reglamento de la Comisión Europea (CE) para la conservación del caladero, con una «disminución demasiado drástica y sustancial», «no puede ser aceptada» por el Ministerio.

Sánchez Haro defiende que la limitación para 2018 se fije, al menos, en 210 días de pesca para el arrastre y que este tope no se rebaje en los en los años siguientes, en los que el Gobierno central pretende instaurar sucesivos descensos del 10% hasta 2020. Para el consejero, por debajo de una media de 190 días se empezaría a comprometer «muy seriamente» la viabilidad de la actividad debido al descenso de los ingresos anuales que ocasionaría al sector.

Para los representantes del sector pesquero en Málaga, si los límites de Europa salen adelante, muchos armadores pueden verse empujados a llevar al desguace sus barcos y con ello provocar una escasez de pescado fresco del litoral mucho más acentuada.

El presidente de la federación de Cofradías de Pescadores de la provincia, Miguel Ángel Carmona, mantiene que los nuevos límites que quiere Europa pueden suponer además «dañar de muerte al sector del arrastre». Desde la Cofradía de Caleta de Vélez se advierte de que si los armadores cesan su actividad y envían sus barcos al desguace aumentará el desempleo.

Otro cambio próximo que afecta al sector pesquero y que se está fraguando estos días afecta a la pesca de los moluscos bivalvos. La Junta trabaja en una orden que obligará a depurar chirlas, concha fina, bolo o almejón y coquinas. La depuración será obligatoria a partir de la publicación de la orden y deberá realizarse como mínimo durante un día antes de vender para el consumo humano. Los pescadores esperan que la Junta sufrague el coste de la depuración, por entender que detrás del empeoramiento de la calidad de las aguas están los vertidos que se realizan al mar desde tierra. Asimismo, confían en que desde la administración andaluza no se prohíba la pesca de bivalvos en ninguna zona del litoral de la provincia.

Sardina, boquerón, jurel y pulpo encabezan las pesquerías

La flota pesquera malagueña captura cerca de 150 especies diferentes en los caladeros situados frentes a las costas de la provincia. Sin embargo, hay una que sobresale: la sardina. En 2017 se capturaron cerca de tres millones de kilos (2.984.862 kilos) de esta especie. Se trata del 42,5 por ciento del total de las pesquerías realizadas el pasado año (7.023.948 kilos). Su valor en lonja alcanzó los 5.673.266 euros, cantidad que representa más del 25 por ciento de la facturación total del sector (22.334.567 euros). Esto da una idea de la enorme importancia económica que tiene para la economía de la provincia. En Málaga la sardina se pesca con artes de cerco. Sin embargo, el volumen capturado es el menor a la de los últimos cuatro años. En 2014 la flota de la provincia pescó 4.620.201 kilos de sardinas.

La segunda especie más captura es el boquerón (769.898 kilos), seguida del jurel (629.898), el pulpo (563.653), la alacha (238.394) y el salmonete (106.454). Sin embargo, la segunda especie en facturación no es el boquerón, sino el pulpo, con 4.310.893 euros. El valor de las capturas de boquerón en las lonjas malagueñas sólo alcanzó los 2.318.300 euros.

Si se comparan las capturas de los últimos cuatros años la pesca del jurel también lleva una línea descendente. En 2013 se llegaron a pescar 3.710.000 kilos y en 2014 más de 2.044.000, mientras que el pasado año apenas se superaron los 662.000. Tampoco se salva el boquerón, cuya extracción ha descendido más de la mitad respecto a 2013, ejercicio en el que se llegaron a pescar más de 1.555.000 kilos. El mismo descenso se observa también en especies como la concha fina, que ha pasado de 167.000 kilos en 2013 a sólo 98.650 en 2107.

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