Un revés a las expectativas de la dirección del PP de Málaga

Aunque desde las filas de los casadistas y los sorayistas malagueños apelaron a los mensajes de unidad e integración para que el resultado no se analizara como un debilitamiento de la posición del PP de Málaga. A nadie escapa que la victoria de Casado es un duro revés para las expectativas de la dirección provincial. En lo que coinciden las fuentes consultadas es que este nuevo escenario no va a abrir, al menos de momento, una crisis orgánica en el partido en la provincia. Y para ello, pusieron encima de la mesa varios argumentos. Por un lado, la cercanía de las elecciones autonómicas andaluzas y lo contraproducente que podría resultar abrir una crisis interna en uno de los principales graneros de votos populares en la región; de otro, que el PP nacional tiene en Málaga dos de las más relevantes instituciones en las que gobierna en el ámbito local: la Alcaldía de la capital y la Diputación.

Eso sí, la fuentes consultadas sostuvieron que la victoria de Casado supone un serio toque de atención a Bendodo y su núcleo duro y sostuvieron que en aras a visibilizar la integración y el nuevo tiempo político debería hacer gestos de apertura del partido y darle mayor protagonismo y espacio a políticos que en los últimos años se han sentido apartados o se habían desilusionado con el rumbo del partido.

Uno de ellos es Miguel Ángel Ruiz, exparlamentario andaluz, a quien estas primarias le han devuelto la ilusión y le han sacado de su retiro de la primera línea política. El también secretario de la Fundación Cánovas del Castillo ha formado parte del equipo de campaña en Andalucía del nuevo presidente del PP junto a Esperanza Oña –otra política que adquiere una mayor relevancia en la política andaluza– y ahora formará parte de la dirección nacional como vocal. Un regreso con fuerza y donde está llamado a jugar un papel relevante.

Si Ruiz y Oña han sido dos puntales en el equipo de Casado, Elías Bendodo lo ha sido en el de Sáenz de Santamaría. El presidente del PP provincial ha jugado un papel protagonista durante la campaña de la exvicepresidenta del Gobierno formando parte del núcleo duro de su equipo –una de las imágenes más ilustrativas es la fotografía del pasado jueves en la calle Génova comiendo unas pizzas junto a los más cercanos a la exvicepresidenta del Gobierno– y ha estado durante todo el congreso en la sala de máquinas del salón del hotel Marriot donde la aspirante derrotada montó su cuartel general.

Una vez conocido el resultado, Elías Bendodo anunció que el PP de Málaga «se pone desde ya» a disposición de Pablo Casado y se prepara para trabajar las próximas elecciones andaluzas, cuyo adelanto parece inminente. Confió en que la nueva dirección nacional se vuelque con Andalucía como lo ha venido haciendo la saliente de Mariano Rajoy, en especial, cara a los próximos comicios autonómicos.

Esa cita con las urnas y la consecuente elaboración de la lista electoral de Málaga será el primer termómetro para medir el grado de integración en la provincia y los equilibrios en el partido tras la elección del nuevo liderazgo nacional.

Entre los apoyos que Pablo Casado ha tenido en Málaga se encuentran los del presidente de honor y senador Joaquín Ramírez, que en la primera vuelta apoyó a María Dolores de Cospedal, y que ayer se mostró contento por el resultado del cónclave; el exsubdelegado del Gobierno Carlos Rubio; el alcalde de Coín, Fernando Fernández; el militante e integrante del equipo de campaña Juande Villena, o el regidor de la capital, Francisco de la Torre.

En declaraciones a este periódico, De la Torre –que en la primera vuelta apoyó a Cospedal y en la segunda a Casado, desmarcándose de Elías Bendodo–, puso en valor la victoria del nuevo presidente nacional del PP, de quien destacó su capacidad comunicativa y su mensaje de apelación a los valores del partido, a la integración y a la cohesión interna. El regidor sostuvo que la elección de Casado ha generado ilusión en el electorado.

Desde las filas casadistas malagueñas empezaron a deslizar tras conocerse el resultado que, de los 101 compromisarios de la provincia, en torno a 40 habían votado a Pablo Casado. Una cifra difícil de comprobar, ya que a toro pasado muchos se pueden apuntar a caballo ganador, pero que evidencia que hubo voto oculto en Málaga a favor de Casado y que el apoyo a Sáenz de Santamaría no era tan mayoritario como pregonó la dirección provincial durante la campaña de las primarias.

En su propuesta de integrantes de la dirección, Soraya Sáenz de Santamaría incluyó a tres malagueños: Juanma Moreno, que es miembro nato por ser presidente del partido en una autonomía; Ángeles Muñoz, alcaldesa de Marbella; y Elías Bendodo, que veía así colmada su aspiración de estar en la cúpula nacional y, además, en el núcleo duro. Unas expectativas que ahora quedan frustradas tras la derrota.

Asimismo, este 19 congreso del PP supone que por primera vez en tres décadas, la histórica Celia Villalobos, diputada por Málaga, no estará en la dirección nacional. La exalcaldesa de la capital afirmó el sábado que la extrema derecha apoyaba a Casado.