

Secciones
Servicios
Destacamos
La calidad de la ingeniería y la construcción con sello malagueño han sido merecedores de dos premios del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y ... Puertos. La que fue la primera decana de la Demarcación de Andalucía de la institución, entre 2006 y 2010, Virginia Sanjuán Mogín, ha recibido la medalla de honor; mientras que una de las medallas al mérito profesional fue para el presidente y fundador de la constructora Guamar, Antolín Martín Rubio.
El Colegio de Ingenieros de Caminos ha distinguido este año a 24 profesionales a nivel nacional, en un acto que tuvo lugar el pasado 13 de junio a las 18:00h en el auditorio Agustín de Betancourt, en la sede de la entidad en Madrid. Una de las seis medallas de honor ha sido para Virginia Sanjuán, tras más de 30 años de carrera. Sanjuán ha desarrollado casi la totalidad de su bagaje en la administración regional, siempre afincada en Málaga, entre la Demarcación de Carreteras y la Agencia Andaluza del Agua, donde trabaja actualmente. A nivel colegial fue el nombre propio de un hito histórico en el Colegio, tras convertirse en la primera decana de la Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla en 2006.
Su mandato destacó por la capacidad para vencer las diferencias, por sacar adelante su primer reglamento y por la celebración de un referéndum donde los colegiados fijaron la sede colegial en Granada. También ha sido presidenta de la Comisión de Infraestructuras del Colegio en Málaga y contribuyó a la elaboración del III Plan Estratégico de la ciudad. Se le concede la medalla de honor «por haber desarrollado actuaciones de incuestionable mérito y que suponen actuaciones notables al prestigio de la profesión con carácter público y notorio, habiendo prestado destacados servicios al colectivo».
Las medallas al mérito profesional distinguen a ingenieros «que han destacado con notoriedad manifiesta en el ejercicio de su profesión», y una de ellas ha recaído en el presidente de la constructora Guamar e Ingeniero del Año de Málaga en 2018, Antolín Martín Rubio. Salmantino de nacimiento y malagueño de adopción después de una trayectoria profesional de más de medio siglo, Martín Rubio está considerado «un referente de la ingeniería» en la provincia.
La construcción de las grandes presas en el entorno de su pueblo natal, Vitigudino, le insufló con ocho años la pasión por la construcción. Tras terminar sus estudios en 1970, trabajó en Labasa, Corsan y Ferrovial, con quien llegó a Málaga en 1978. Ocho años más tarde fundó Guamar, con la que ha sido testigo de primera mano de la prosperidad de esta tierra, a través de obras como el AVE Antequera-Málaga (en su tramo del nudo Bobadilla-Antequera); la autovía de la Costa del Sol; la autovía del Guadalhorce; la renovación de la plaza de la Marina; el metro de Málaga e incluso la transformación de la plaza de toros de La Malagueta en un centro cultural. Guamar también tiene presencia en Perú.
De la ciudad que encontró hace 40 años poco queda. «Málaga ha experimentado un desarrollo espectacular, gracias al trazado de grandes infraestructuras y al planeamiento de importantes bolsas residenciales que la han convertido en una ciudad cómoda y muy habitable». Un camino en el que debe seguir progresando para consolidarse como «una gran ciudad moderna y dotada de los últimos adelantos técnicos».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.