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Imagen insólita del Puente Nuevo de Ronda completamente vacío. Vanessa Melgar
Un 'plan Marshall' de la Diputación para los pueblos de la provincia de Málaga y el sector turístico

Un 'plan Marshall' de la Diputación para los pueblos de la provincia de Málaga y el sector turístico

La institución reserva los primeros 30 millones y pide a los municipios que propongan obras prioritarias tras la crisis sanitaria del Covid-19

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Viernes, 20 de marzo 2020

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El 'plan Marshall' debe su nombre a George C. Marshall, el ministro de Exteriores de Estados Unidos entre 1947 y 1949. En un principio, fue un plan de concepción política para lograr el objetivo de garantizar la libertad y el bienestar en una Europa devastada por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Para que ello fuera posible, era imprescindible una economía sana, capaz de garantizarle a la población unos estándares de vida razonables. Más de media década después, la economía europea ha vuelto a entrar en parada cardíaca. Esta vez por la crisis sanitaria del coronavirus, con España como uno de los países más afectados. La prioridad colectiva está ahora en superar la situación de emergencia sanitaria. Pero la crisis del coronavirus tendrá efectos muy severos sobre la economía. El estado de alarma ha paralizado al sistema productivo de la provincia y el turismo se ha evaporado de un día para otro. En este contexto, la Diputación quiere anticiparse al futuro y está desarrollando un plan de ayuda económica destinado a los municipios de la provincia y estimular así el empleo en el desierto post-coronavirus.

El presidente de la institución provincial, Francisco Salado, ya se ha dirigido en una carta enviada a todos los alcaldes de la provincia para pedirles que identifiquen las «actuaciones prioritarias» y redacten los proyectos técnicos oportunos con la idea de que, una vez pasada la crisis sanitaria, no se pierda tiempo y se pueda pasar a la contratación de las respectivas actuaciones. En este sentido, existe plena conciencia de que, en una primera fase, la herramienta más eficaz para mitigar la crisis y crear empleo sólo pasa por la obra pública y la consiguiente inyección de liquidez a los ayuntamientos.

En la misma carta, a la que ha tenido acceso este periódico, Salado garantiza que ya se están movilizando los 30 millones de euros de remanente que dejó el 2019 en las arcas de la Diputación. Aunque a esta cantidad se sumarán nuevas partidas, por lo que el dinero a invertir seguirá creciendo en las próximas semanas. Fuentes directas de la institución confirmaron que habrá, sí o sí, una modificación de los actuales presupuestos de 2020 para mover partidas y tratar de financiar las medidas enfocadas a frenar el impacto económico.

El Patronato de Recaudación flexibiliza el cobro de tributos

El Patronato de Recaudación flexibiliza su gestión en el cobro de tributos por el impacto de la crisis sanitaria. Hasta que se levante el estado de alerta, esta agencia, dependiente de la Diputación, no realizará embargos en ningún municipio y tampoco se va a hacer entrega de notificaciones, salvo que exista el riesgo de que la deuda en cuestión prescriba. Las acepciones previstas van desde tasas de agua, basura y alcantarillado, hasta el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica.

Aquí se hará una nueva previsión para discernir muy bien entre lo que son gastos imprescindibles y partidas para financiar asuntos que se pueden posponer para otro momento. La tesorería, en este caso, juega a favor de la Diputación. Las cuentas de la institución están saneadas y la liquidación de la deuda que acosaba se dio por finalizada en 2018, cuando aún presidía el ahora consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo. Entonces, se insistió en que el equilibrio de las cuentas son lo más importante, pero también se defendió que hay margen para gastar si las circunstancias, por extraordinarias, lo requieren. Ese momento ha llegado, aunque siempre habría que moverse en margenes realistas y viables. «Tampoco tenemos dinero ilimitado», se señala.

Para que las obras puedan comenzar en cuanto se levante la alarma sanitaria, la Diputación ha reforzado el trabajo en todas sus áreas que están relacionadas con la contratación pública. Los arquitectos, ingenieros, abogados y economistas de la institución están trabajando desde casa. De esta forma, se le quiere ganar tiempo a la burocracia y tener todo listo para cuando se levante el estado de alarma. «Algunos están ahora en la primera línea de frente y otros en la retaguardia», reza la carta de Salado.

Salado garantiza que ya se están movilizando los 30 millones de euros
Salado garantiza que ya se están movilizando los 30 millones de euros SUR

El horizonte que se vislumbra es negro para todos los sectores. Pero el turístico en la provincia se encuentra ante el mayor desafío desde que el primer turista puso pie en Málaga. Es el sector más importante de la economía y se ha desmoronado de un día para otro. Cualquier previsión que se hizo ya solo es papel mojado y los establecimientos de la Costa han echado el cierre y 12.000 personas han perdido su empleo. La crisis económica que le sigue a la sanitaria será de largo alcance y costará recuperar la confianza del turista. La resaca de la pandemia quitará las ganas de viajar, incluso al turista más fiel que tiene la Costa del Sol, como puede el británico o el alemán.

En este contexto también está trabajando ya Turismo Costa del Sol. El principal objetivo es buscar ahora nuevos flujos para llevar clientes a los hoteles y que estos puedan abrir otra vez sus puertas. A falta de precisar más medidas, se van a redoblar los esfuerzos para atraer a más turismo a través del Imserso. Suplir la llegada de viajeros extranjeros por un incremento del cliente nacional.

La crisis del coronavirus ha mandado al traste cualquier estrategia desarrollada hasta el momento para vender la Costa del Sol. El sector turístico tendrá que empezar desde cero. Un portavoz de la Diputación habla de «desarrollar acciones de marketing y eventos muy concretos y puntuales» para comercializar otra vez a Málaga capital y a la provincia como un destino de primer orden. En este sentido, las acciones irán encaminadas a eliminar cualquier miedo o percepción de riesgo que pueda quedar. Aunque hay conciencia de que será un camino largo y gradual.

Para estimular al sector agroalimentario, otro pilar de la economía de la provincia, la Diputación va a articular ayudas a través de Sabor a Málaga. Lo cierto es que la situación sanitaria es dramática, pero el panorama económico que vendrá se percibe igual de duro para todo el tejido productivo. En la Diputación esperan que este plan pueda ayudar para sacar a la provincia del bache.

Esta es la carta al completo.

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