El origen de muchas diarreas y vomiteras está… en los parques infantiles
Un estudio epidemiológico liderado por la Universidad de Málaga advierte sobre la alta presencia de parásitos intestinales provocada por perros y gatos en las áreas de juego de la provincia
Los parques infantiles se han convertido en un importante foco de infección tanto para humanos como para mascotas debido a la alta presencia de parásitos ... de distintos tipos que pueden estar detrás de buena parte de los episodios de diarrea, vómitos, fiebre o malestar que padecen niños y adultos y que, por regla general, suelen achacarse a algún virus. Así lo concluye un estudio epidemiológico realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga en colaboración con las universidades Politécnica y Cardenal Herrera de Valencia y el Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas en el que, tomando muestras en 120 áreas infantiles de la provincia de Málaga, se constata que en un tercio de estos equipamientos se detectaron parásitos con al menos una especie zoonótica, es decir, causantes de enfermedades e infecciones que pueden transmitirse entre animales y seres humanos.
Los perros y gatos son los principales portadores de estos parásitos y, por tanto, una fuente de infecciones para humanos y otros animales a través fundamentalmente de sus heces, pero también del pelo. En este sentido, al margen de poner el acento en las consecuencias para las mascotas, a través de este estudio pionero en Málaga cuyos resultados son similares a los de otros desarrollados en Castellón y Valencia se pretende alertar sobre el riesgo de infección para las personas con las que coexisten, puesto que los parques quedan expuestos a bacterias y virus a través de la contaminación del suelo por heces de mascotas y perros callejeros.
Un tercio de los 120 parques infantiles en los que se tomaron muestras del suelo y de heces dieron positivo por al menos un parásito
Abundando en ello, se advierte de que los animales domésticos infectados pueden actuar como «huéspedes definitivos», diseminando continuamente tanto en el hogar como en las calles y parques infantiles, de ahí que se recomiende a los propietarios adoptar medidas higiénicas para limitar la carga de infecciones en el hogar, incluyendo la realización periódica de exámenes coprológicos a las mascotas para determinar la presencia de organismos en las heces.
Y, de paso, pedir a los dueños que recojan los excrementos y un mayor esfuerzo a los servicios de limpieza. «Deberíamos hacernos mirar que haya heces en zonas donde juegan los niños», expone Eduardo Martínez, catedrático de Microbiología que lidera la parte malagueña de este proyecto en el que también participan el doctor en Inmunología y colaborador honorario del Departamento de Microbiología Médica de la UMA, Fernando Fariñas, y la veterinaria e investigadora del citado departamento, Sandra López.
Más vigilancia y más controles a las mascotas
«Hemos detectado datos preocupantes sobre la presencia de los parásitos intestinales más habituales de perros y gatos en los parques infantiles, por lo que son un foco de fuente zoonótica relacionada con la convivencia en ámbitos urbanos de animales domésticos con las personas y, especialmente, con los más sensibles que son los niños», afirma Martínez, quien en este sentido destaca que casi la mitad de la población tiene alguna mascota.
Por ello, en el estudio se aboga por una mayor vigilancia con la que se podrían controlar este tipo de enfermedades que ya tienen la consideración de «una amenaza mundial para la salud pública» y que puede tener «graves consecuencias en los niños». Sin embargo, la realidad es que suelen «subestimarse» debido a la escasa vigilancia de estos casos y a la falta de análisis de rutina de muestras de heces de personas con enfermedades diarreicas. «Si tienes vómitos o diarrea no se hace nada porque lo normal es que se trate de un virus o una bacteria, pero cuando se prolonga en el tiempo hay que buscar parásitos en las heces, aunque ese diagnóstico no siempre se hace y, por tanto, su incidencia puede resultar minusvalorada, máxime teniendo en cuenta la cantidad de mascotas que hay en las casas», comenta el responsable del proyecto.
El trabajo de campo, realizado en 2020, se llevó a cabo en 120 parques infantiles de todas las comarcas de la provincia, recolectándose dos muestras en cada uno de ellos: una del suelo y otra de heces. Los resultados de laboratorio, sin grandes diferencias entre las distintas áreas geográficas, revelaron que el 36% (44 de los 120) fueron positivos para parásitos con al menos una especie y un 31,8% con dos, aunque en total se detectaron hasta 60 tipos.
Parásitos más habituales
Aun así, las especies más frecuentes fueron la 'ancylostoma' (parásito que causa diarrea leve), toxocara (fiebre pérdida de peso, asma o alteraciones visuales), uncinaria (molestia adbominal, diarrea, fatiga, fiebre, pérdida de apetito o erupciones cutáneas), o 'giardia duodenalis' (cólicos estomacales, náuseas y diarrea). Precisamente la 'giardia', que fue identificada por primera vez en 1681, es el parásito intestinal humano más común, al estar detrás de aproximadamente 280 millones de casos de diarrea cada año, «siendo especialmente importante en niños».
En humanos, esta infección puede ser asintomática, pero también causar síntomas clínicos que van desde la diarrea leve hasta una malabsorción, que es la incapacidad para absorber nutrientes, vitaminas y minerales del tubo intestinal al torrente sanguíneo. «La mayoría se quedan en vómitos, diarreas o malestar abdominal, pero otros pueden producir otros problemas, sobre todo en personas inmunodeprimidas o en los niños, ya que no tienen su sistema inmune completamente desarrollado», explica Eduardo Martínez, quien advierte sobre casos más serios como «gusanos que pueden producir filariosis, de forma que el gusano migra por el torrente sanguíneo y puede acantonarse en órganos como el riñón, el hígado e incluso el cerebro». «Al no ser parásitos propios no suelen permanecer mucho tiempo, «pero pueden provocar algún daño», precisa el experto en Microbiología.
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